El
Molino de lajares espera al viento.
El molino de Lajares ya luce las
aspas en espera del viento. La familia Fernández Martín es el la propietaria de
esta infraestructura tradicional y la que ha impulsado, sin subvenciones
públicas, su restauración hace cinco meses. Primero colocaron el capacete a
comienzos de noviembre y ahora, los día 21 y 22 de noviembre, coronaron el
molino con las aspas. Las anteriores aspas y la estructura interior del molino
las compró Andrés Fernández Fránquiz en Tiscamanita en 1951 por 5.000 pesetas,
desde donde las trasladó hasta Lajares.
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Andrés se lo legó a su hijo José
Luis, quien le hizo un primer lavado de cara. La rehabilitación integral
comenzó este verano de la mano de su mujer Marisol y de sus hijos Andrés y Leticia.
Domingo Molina Brito es el carpintero que se ha encargado de la obra en madera.
Fuente
de la noticia https://www.canarias7.es
La
familia de Marisol arregla el molino de Lajares
Andrés Fernández Fránquiz compró en
1951 un molino en Tiscamanita por 5.000 pesetas y lo trasladó a Lajares, en el
municipio de La Oliva. Allí molió el gofio de los vecinos hasta la década de
los 70, cuando dejaron de moverse sus aspas. Sin embargo, el recuerdo persistió
en la familia de su hijo José Luis Fernández hasta el punto de que lo están
restaurando con fondos propios movidos por el empeño sentimental de no dejarlo
caer y volver a ponerlo en marcha. En julio empezaron estos trabajos privados
de rehabilitación que ya empiezan a ver la luz con la colocación del capacete
el pasado viernes.
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De Tiscamanita, Andrés se trajo la
estructura interna y las aspas del molino. En Lajares, levantó la base sobre el
terreno donado por un primo suyo. Durante más de 20 años, los vecinos tostaban
el trigo y el millo en sus casas y lo trasladaban en burro hasta el molino
donde este hombre lo molturaba. La familia aún conserva el libro de cuentas de
una actividad que caló hondo en sus descendientes. Su hijo José Luis heredó la
propiedad y la pasión por mantener viva la actividad, costeando un primer
arreglo en 1998 «sólo por no dejarlo caer y por sentarse a verlo moler otra
vez».
Fuente
de la noticia https://www.canarias7.es
DECRETO
162/1994, de 29 de julio, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con
categoría de monumento, los molinos de la isla de Fuerteventura.
Más
información http://www.gobiernodecanarias.org
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