El Ayuntamiento de Fabero ha
empezado a ofrecer a cadenas hoteleras el edificio de las oficinas de la mina
del Pozo Viejo para reconvertirlas en un establecimiento de alojamientos turísticos.
Es uno de los proyectos que tiene en marcha el Consistorio faberense dentro de
su plan de recuperación de patrimonio industrial minero.
La alcaldesa, la socialista Mari Paz
Martínez, considera indispensable seguir haciendo todos los esfuerzos posibles
y tocar todas las puertas para convertir poco a poco a Fabero en un lugar de
referencia del turismo minero.
Explica que el edificio es de los
años 30 y es adecuado para este fin. Se encuentra en buenas condiciones para el
tiempo que tiene «pero es cierto que necesitaría una importante inversión».
Por eso se han puesto en marcha con
esta nueva iniciativa para ver si alguna compañía del sector hostelero desea
invertir en la zona y dotarla de un aliciente de dinamización del turismo y la
economía con el patrimonio industrial como base.
Esta idea forma parte de esa
intención que tiene el Ayuntamiento de recuperar poco a poco todo el área del
Pozo Viejo, ubicada entre Fabero y Lillo, después de la rehabilitación el
pasado año del castillete del pozo vertical a cargo de la Dirección General de
Patrimonio de la Junta de Castilla y León en la que se invirtieron más de
50.000 euros con los que se renovó la estructura y se dotó de ilumina nación a
la edificación en la que se aprecian la profundidad del pozo y sus dimensiones.
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La alcaldesa de Fabero, que estuvo
presente hace dos semanas en el Festival Internacional del Cante de las Minas
de La Unión, en Murcia, donde se dio un homenaje al Bierzo, afirma que ha
venido «con algunas ideas que podemos adaptar a Fabero para poner en valor
nuestro patrimonio industrial» y ello motiva a seguir trabajando con ilusión al
respecto.
Esto, incluso después de la reciente
decepción por la denegación de la subvención para la rehabilitación del
hospitalillo minero del Pozo Viejo. Fabero había presentado el proyecto a la
línea de ayudas de conservación de patrimonio histórico que sacó la Diputación
de León a través del Instituto Leonés de Cultura.
En los pasados días, en los que se
fallaron las ayudas, el Ayuntamiento recibió la denegación de la suya para este
proyecto que consistía en restaurar la cubierta del edificio del hospitalillo.
«Sentimos decepción porque creo que no se ha apostado por el patrimonio minero.
Me alegro por los municipios que sí han recibido ayudas, pero vemos que de
nuevo hay muchas ayudas para patrimonio religioso y no para patrimonio
industrial».
Pero aún así, el Ayuntamiento apunta
que «seguiremos llamando a nuevas puertas y si no hemos obtenido esa ayuda de
Diputación buscaremos las posibilidades que ofrecerá la Junta o incluso el
Ministerio de Cultura».
Y es que entiende la alcaldesa que
la zona del Pozo Viejo «tiene un gran potencial y tenemos que trabajar por él».
La rehabilitación «era muy básica y sencilla, pero si no se acomete luego será
mucho peor porque la estructura de madera tiene carcoma».
La intención del Ayuntamiento de
Fabero era habilitar en ese edificio un local en el que se pudiera establecer
después un restaurante de exaltación de productos del Bierzo que complementara todos
los espacios a visitar que se están poniendo en valor «en esta ubicación
privilegiada».
Fuente
de la noticia https://www.lanuevacronica.com
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