Ojos Negros abre al público las salinas y amplía así su rico patrimonio industrial
Artículo de Cruz Aguilar para Diario de Teruel
Las salinas de Ojos Negros estuvieron en
funcionamiento hasta la década de los 90 del pasado siglo, cuando todavía se
extraía mineral para uso animal, y fueron un recurso para la población local
durante siglos, ya que está constatada su existencia ya en época celtíbera.
Ahora, la Comarca del Jiloca las ha restaurado a través de un proyecto, que
financiado por el Fondo de Inversión para Teruel (Fite) ha supuesto una
inversión de 200.000 euros.
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La rehabilitación permite su visita ya que se han colocado paneles informativos en cada una de las zonas para que el visitante pueda saber cómo se lograba la obtención de la sal. El espacio estaba abierto ya antes, pero las estructuras amenazaban ruina y las eras para evaporar el agua, que ahora se han limpiado en una de las zonas, cubiertas por la hierba.
La explotación se abastecía de un pozo que, como explicó el experto en patrimonio industrial Fran Martín, era rico en cloruro de sodio. Especificó que los manantiales de agua salada aprovechan esa capa freática salina y disolvían la sal, para añadir que “esos pozos eran muy importantes a nivel histórico” por el valor que durante siglos tuvo la sal.
El funcionamiento de las salinas de interior es mediante la evaporación del agua, algo que se consigue con amplias eras empedradas sobre las que se colocaba una fina lámina hídrica que, con las elevadas temperaturas de los meses de primavera y verano, se desecaba, dejando el mineral listo para su retirada.
Las salinas de Ojos Negros fueron de las últimas en
estar operativas en la provincia de Teruel, aunque en los últimos años el
producto sólo se destinaba a uso animal y no a humanos.
La rehabilitación de las salinas se inició ya en el año 2007, cuando se llevaron a cabo trabajos para conservar las estructuras del edificio de la noria y algún otro. La segunda fase, que se acometió en agosto de 2024, ya ha servido para reforzar otras estructuras, limpiar y dejar visibles las balsas de evaporación y colocar carteles que permiten al visitante conocer cómo funcionaba esta industria tradicional. En ella se invirtieron un total de 200.000 euros obtenidos del Fondo de Inversiones de Teruel a través de la Comarca del Jiloca.
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El consejero de Turismo del Jiloca, Diego Hernández, señaló que el proyecto completo está valorado en 800.000 euros e incluye la rehabilitación de diferentes espacios. El responsable comarcal matizó que actualmente están en proceso de desarrollo del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino y quieren incluir una partida para recuperar el acueducto y consolidar las balsas de mayor tamaño y el suelo del almacén.
Además, aunque ahora se puede visitar una zona de las balsas de evaporación, esta es sólo una mínima parte del conjunto, que era mucho más amplio. En su origen contaba con un muro de seguridad perimetral e incluso había un vigilante de forma continuada para evitar robos dado el valor que el producto que se extraía tenía en el mercado.
Fuente de la noticia https://www.diariodeteruel.es