Fandería,
un molino atemporal
Artículo de Mikel Pérez para Diario
Vasco
El molino de Fandería se convertía
el pasado mes de mayo en un museo al alcance de todos los visitantes. A través
de una visita guiada de carácter gratuito, toda persona que se acerque podrá
conocer un recorrido a través del tiempo acerca de un edificio con cinco siglos
de antigüedad, cuyo corazón sigue bombeando agua.
En sus inicios, durante un periodo
cercano al año 1450, comenzó a trabajarse el hierro en el edificio. Esto se
debe a que Errenteria era por aquel entonces un puerto amurallado que contaba
con una incipiente actividad de construcción de barcos, lo que requería grandes
cantidades de metal y madera. Su objetivo principal: reducir el mineral
extraído de las minas cercanas y producir tochos de hierro que posteriormente
eran colocados en instalaciones más pequeñas. El lugar era conocido como la
ferrería de Renteriola, dando nombre al pueblo y a la actividad que
desarrollaba.
El siglo XVIII acarreó el fin de la
ferrería clásica, lo que trajo consigo el abandono del edificio, hasta que en
1749 se realizó una propuesta para erigir una fábrica de anclas para la Armada
Real, que, finalmente, acabó construyéndose a orillas del Urumea en el
municipio de Hernani. Era una época en la que el río Oarso -denominado río
Oiartzun actualmente- se encontraba en un periodo de secación, lo que redujo el
trabajo de los astilleros. Poco después, en 1769, el marqués Simón de Arangorri
-natural de Hendaya- compró las viejas instalaciones para crear una fandería.
En ella se daba forma de lámina a bloques de metal con la ayuda de cilindros movidos
por energía hidráulica. El agua impulsaba unas enormes ruedas de más de 9
metros que movían toda la maquinaria. El hierro procedía de minas cercanas
(como las de Arditurri), mientras que el carbón provenía de Inglaterra. Llegó
al punto de convertirse en la fábrica de este tipo más importante de Euskal
Herria y de toda la Península.
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Todo ello quedó arruinado por los
conflictos bélicos que asolaron la zona. No fue el fin del edificio, ya que en
1828 se aprovechó su estructura para construir un molino harinero de 8 piedras.
Se convirtió en uno de los más célebres de la zona.
En 1884 la industria llegó al
municipio, llegando a ser conocido como 'la pequeña Mánchester', y el molino se
modernizó e industrializó con una nueva turbina. Esta modernización en la zona
supuso una alteración del entorno fluvial y natural que hoy en día se ha ido
recuperando.
Posteriormente, se siguió moliendo
cereal, pero para usarse como pasto para animales, dando lugar a la fábrica de
piensos La Fandería. La turbina que se había instalado años antes dejó de
funcionar y se instaló un motor de gasóleo en su lugar en 1952.
La 'Casa del Río'
Actualmente, ya no hay rastro de
cereales ni se oyen los martillazos producidos por la fabricación del hierro.
Ahora el edificio consta de un centro abierto que muestra los orígenes del
molino. Actúa también como lugar de concienciación del mantenimiento de las
aguas de los ríos colindantes, de ahí que sea conocido también como 'Casa del
Río'.
El museo puede visitarse los sábados
y días festivos de 10.00 a 14.00 horas. Las visitas pueden ser de carácter
libre o bien guiadas, en la que se da la oportunidad de conocer el mecanismo
del molino en funcionamiento.
Fuente
de la noticia https://www.diariovasco.com/
Visitas
al molino Fanderia, con Itsasgela Elkartea
Artículo de Luisma Rodríguez para
Diario Vasco
El Ayuntamiento ha señalado que, «a
pesar de que en Errenteria se ha desarrollado durante estas últimas décadas una
gran regeneración urbana, aún quedan muchos vestigios que nos recuerdan su
extenso pasado industrial. Sin duda alguna, una de las huellas más importantes
es el Molino de Fanderia. De hecho, desde 1450, ha sido un indicador claro de
la renovación industrial constante».
Señalan desde el Consistorio que
«durante más de 500 años este edificio ha tenido diversos usos: los primeros
200 años fue una ferrería y, con el tiempo, pasó a ser molino de cereal,
fábrica de harina, y también fábrica de piensos hasta 1996 y, a principios de
este siglo, se convirtió en equipamiento público. Uno de los ejes principales
del Molino de Fanderia es el río Oiartzun, ya que siempre ha utilizado la
fuerza de sus aguas como energía motriz».
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Con el objetivo de poner todo esto en
valor, el pasado mes de mayo el 'Molino de Fanderia-Casa del Río' reabrió sus
puertas como Centro de Interpretación Fluvial, «subrayando la importancia que
tuvo este edificio en la industria de Errenteria y de Euskal Herria, ligado al
hierro y a la alimentación».
…
Fuente
de la noticia https://www.diariovasco.com
Más
información del Molino de Fanderia- Casa del río
El
molino de Fanderia reabrió en mayo.
Artículo de Luisma Rodríguez para
Diario Vasco
El Centro de Interpretación
Fanderiako Errota-Ibaiaren Etxea abrirá sus puertas mañana, según dieron a
conocer ayer en su sede los ediles de Mantenimiento Urbano, Bernar Lemos, y de
Medio Ambiente, José Cruz Legorburu, junto con Izaskun Suberbiola, de la asociación
Itsas Gela y que se encargará de su dinamización.
Bernar Lemos consideró que «es un
día importante, la puesta en marcha de Ibaiaren Etxea», durante la visita con
los medios de comunicación que se realizó ayer, y en la que Legorburu invitó a
sumergirse en el «patrimonio ambiental y cultural que bien merece su
conocimiento, conservación y mejora». Dijo que el principal protagonista es el
río Oiartzun, «desde la época de la industria ferrona hasta la actualidad, con
un ecosistema fluvial en vías de restauración y que vertebra la calidad de vida
del municipio. Fanderiako Errota-Ibaiaren Etxea se convierte en un símbolo y
exponente del ayer, hoy y mañana de la villa y sus gentes».
Legorburu explicó que este edificio
«atestigua la pujanza y evolución de la industria de Errenteria, aprovechando
la fuerza del agua, que ya en el siglo XV, concretamente desde el año 1450,
servía de energía motriz para la ferrería de Renteriola, transformada a través
de los años en fandería, molino y fábrica de harinas y de piensos», cesando su
actividad industrial en 1996.
El espacio expositivo se centra de
momento en la planta inferior del edificio, correspondiente a la zona de
molienda y a la turbina del antiguo molino. Se trata de una actividad mixta al
contar con elementos de molino tradicional y de la fábrica de harinas que le sucedió.
Se verá ampliado el próximo año con la zona de hostelería y también con una
parte expositiva y de actividades.
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de la noticia https://www.diariovasco.com
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