El Gobierno de Zaragoza tiene
previsto acometer las obras de la Harinera de forma inmediata. Tan inminente es
que los plazos que maneja el responsable municipal de Vivienda, Jerónimo
Blasco, incluyen la convocatoria del concurso público para acometer las obras
para el próximo mes de febrero. Una licitación que le será encomendada a la
sociedad municipal Zaragoza Vivienda para que los trabajos en la planta baja
puedan estar acabados antes de que finalice el verano. Al menos así se lo
trasladó a los vecinos del barrio de San José, que tras años reivindicando la
apertura de este equipamiento municipal para destinarlo a un uso público para
sus vecinos, ven por fin que ya hay fijada una hoja de ruta.
Fuentes vecinales explicaron a este
diario que el teniente de alcalde expuso ayer algunos detalles del proyecto
técnico y constructivo que ya está en su poder. Unos trabajos que, según
apuntaron, estarían valorados en "unos 340.000 euros" y podrían
comenzar en el próximo mes de abril.
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TRES MESES DE TRABAJO El objetivo de
Blasco es que este proyecto se traslade a Zaragoza Vivienda en febrero, después
de que lo apruebe el Gobierno municipal. Con esta encomienda, se sacaría a
concurso de forma inmediata para recibir ofertas y adjudicar la más ventajosa
en un plazo aproximado de dos meses. Con todo, si se cumpliera esa previsión,
en abril o mayo podrían estar en marcha los trabajos. Así, teniendo en cuenta
que tendrán un plazo de ejecución máxima de tres meses, se prevé que en agosto
o principios de septiembre podría estar finalizada esta intervención técnica
para la recuperación del edificio. No hay que olvidar, que el abandono que
lleva sufriendo este inmueble municipal ha propiciado que se agrave su deterioro
y hay que acometer una remodelación profunda en su interior.
Además, Blasco también subrayó que
el coste se podría ver aminorado sustancialmente por la puja de las empresas
licitadoras, ya que, como está sucediendo en otros contratos de naturaleza
similar, la competencia por la escasez de trabajo suele traducirse en una
rebaja del coste final de la obra o una serie de mejoras adicionales con el
presupuesto inicial.
Pero los vecinos le urgen máxima
celeridad en todo el proceso, también en la inclusión de contenidos para el
edificio, tanto para la planta baja como para la primera altura. En este
sentido, Blasco parece compartir la idea de que hay que abrir un proceso de
participación ciudadana, desde el área que dirige Lola Ranera en el
consistorio, para determinar cuál es la finalidad óptima para este inmueble, la
que ellos u otros vecinos pidan.
CONSULTA Este, salvo sorpresa, se
iniciará en este mismo periodo, en paralelo con las obras de rehabilitación y
con un periodo de consulta similar, para que la terminación de los trabajos
pueda coincidir con el inicio de la instalación de contenidos. O al menos de
que todo el mundo separa para qué se va a emplear la antigua Harinera de San
José.
Los vecinos, por su parte, ya
mostraron hace tiempo su opinión, y al menos celebran que esta vez sí se
rescate este edificio del abandono.
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