Una sentencia obliga al Ayuntamiento
a respetar el antiguo molino de Barrenatxo en toda su «volumetría, imagen
exterior y distribución tipológica y estructural básica». La resolución
judicial deja sin efecto los planes municipales para demoler la vieja aceña y
preservar únicamente su cimentación a modo de testimonio histórico.
El Ayuntamiento había acordado el 22
de junio de 2012 una intervención que proyectaba demoler el viejo molino
dejando sólo un resto de la cimentación de 50 centímetros de altura. Estos
vestigios, una vez rehabilitados, quedarían cubiertos por una estructura de
piedra para su mejor conservación, y un panel informativo resumiría la historia
de Barrenatxo.
Demanda
Un juzgado ha dado la razón a la
demanda de Arrasate Zientzia Elkartea (AZE) en favor de la conservación en su
integridad del molino de Barrenatxo. Esta edificación de carácter fabril
formaba parte del complejo industrial levantado en torno a la histórica
ferrería de Ibarreta, perteneciente a los Báñez de Artazubiaga y escenario de
acontecimientos transcendentales en la historia de Mondragón.
Su origen medieval lleva a
conjeturar a los investigadores de Arrasate Zientzia Elkartea que el viejo
molino bien puso haber sido en origen una de las instalaciones de la legendaria
ferrería Ibarreta. Pero como ocurrió con tantas otras aceñas vascas, el progresivo
agotamiento del mineral de hierro a partir del siglo XVIII terminaría por
reconvertir la instalación en un molino harinero.
Imagen de la noticia |
Los conservación de los elementos y
útiles -las anteparas y las piedras de moler- del molino convierten a Barrenatxo
en una de las aceñas mejor conservadas, y por ello, su preservación en
prioritaria para Arrasate Zientzia Elkartea.
Sin respuesta municipal
La sentencia que obliga al
Ayuntamiento a respetar Barrenatxo data de septiembre de 2013. En los meses
transcurridos desde entonces los miembros de AZE han mantenido diversos
contactos sobre este asunto con el Ayuntamiento. Pero «aún no hemos recibido
ninguna contestación» señalaba Javier Bengoa.
La resolución judicial no insta al
consistorio a realizar obras de rehabilitación o a restaurar el molino de
Barrenatxo. El fallo conmina al consistorio a volver a determinar las
actuaciones que estime oportunas para dar cumplimiento a lo dispuesto en el
Plan General respecto de «la puesta en valor de los restos arqueológicos del
molino de Barrenatxo». Tampoco se establece ningún plazo para dar cumplimiento
a ese mandato.
Actuación a plazos
Conscientes de esta situación, y de
las estrecheces presupuestarias municipales, los miembros de Arrasate Zientzia
Elkartea tratan de arrancar al Ayuntamiento «al menos el compromiso de
emprender una rehabilitación por fases». Barrutiabengoa proponía que «este año
se acometan las labores de desbrozar la vegetación y reparar la cubierta para
frenar la progresiva ruina del edificio». Y el próximo año se podrían
«consolidar las paredes para evitar derrumbamientos».
Escenario
de robos y crímenes entre los banderizos.
El humilde y semiderruido molino de
Barrenatxo, hoy una ruina al borde de la carretera, es el último vestigio que
queda de la legendaria ferrería de Ibarreta, un complejo que debió constar de
varias edificaciones entre las que se contaba esta construcción. No se conoce
qué función fabril cumplía pero sí que fue testigo de hechos clave en la
historia de Mondragón. Desde Arrasate Zientzia Elkartea reseñaban que allí tuvo
lugar el famoso robo de 500 quintales (23.500 kilos) de hierro perpetrado por
los partidarios del señor Aramaio «un par de años antes de la quema de 1448».
Los de Aramaio, enemigos mortales de los Báñez de Artazubiaga, pertenecientes
al bando del señor de Oñati, cometieron este robo que, andando el tiempo,
«tendría influencia directa en la quema de 1448 y en el asesinato del propio
Martín Báñez de Artazubiaga a manos de los seguidores del señor de Aramaio».
Barrenatxo se reconvirtió en molino
harinero en el siglo XVIII y, con posterioridad, fue fábrica de fregaderos, de
piensos y de pinturas de ocre. Pero el uso que le daría el nombre que ostenta
le vendría de la actividad de barrenar cañones de fusil que se desarrollaría en
este viejo molino durante el siglo XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario