Todo el mundo coincide en el valor
cultural que tiene una iglesia gótica o un circo romano y por ende lo
importante que es mantenerlo para enriquecer el patrimonio de un país. Sin
embargo, no está tan extendido entre la opinión pública si las fábricas y naves
industriales de los últimos dos siglos que han jalonado Euskadi merecen la
etiqueta de tesoro histórico. Este debate se ha abierto recientemente en
Andoain con un protagonista: la Papelera del Leizaran.
En el último pleno, el PNV presentó
una moción en la que pedía por razones de seguridad la demolición del edificio
Papelera del Leizaran SA y la descontaminación y regeneración progresiva y
planificada de la parcela en la que se ubica, en el paseo Lizarkola del barrio
Leizotz. El texto fue apoyado por el PSE-EE y, por lo tanto, se aprobó.
La férrea oposición de Bildu no fue
suficiente para paralizar esta decisión, ya que el equipo de gobierno se
encuentra en minoría y los jeltzales y los socialistas suman más votos que los
que tiene la coalición en el municipio.
Hace pocos meses Bildu también
defendía la idoneidad de derribar la fábrica pero publicó un escrito para
explicar su cambio de postura. Bildu reconoció que "a pesar de que hace
unos meses se hablaba de la posibilidad de entrar en un proceso de derribo,
desescombro y eliminación de elementos contaminantes de la superficie de
propiedad pública en la que se sitúa la Papelera del Leizaran", la
recopilación de varias opiniones de expertos en materia de Medio Ambiente y
Patrimonio Industrial motivó su giro de opinión.
Tras conocer las intenciones del
Consistorio del derribo y desescombro total de la papelera, los arquitectos
Ixiar Ugalde y Ezequiel Collantes presentaron en una comisión de Urbanismo
argumentos para el no derribo de la totalidad de la antigua papelera. Con ellos
convencieron al Gobierno local.
Según estos arquitectos, la
conservación de parte del edificio podría tener un gran valor a futuro, ya que
se trata de un patrimonio industrial que se debería proteger. "Basándose
en experiencias de otros países, los arquitectos expusieron que la recuperación
de estas zonas producen un impulso económico en zonas degradadas; esa
protección podría suponer la recuperación de ese espacio para actividades
socioeconómicas, culturales o de otra índole, que podrían beneficiar al
pueblo", defendió Bildu.
Tal y como recordaron, este aspecto
ya lo contemplaba la anterior consejera de Cultura, Blanca Urgell, en el primer
volumen de la publicación Patrimonio Industrial en el País Vasco, editado
el año pasado por el Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco. En este
libro se señala y valora positivamente la apuesta de diversos grupos sociales
por reintegrar dichos patrimonios en la vida social de los municipios. Ya en el
desarrollo, esta publicación también ensalza y destaca el valor arquitectónico
de la Papelera del Leizaran.
Precisamente, los departamentos de
Medio Ambiente y Patrimonio Industrial del Gobierno Vasco han sido también
consultados sobre el tema. "Es más, una técnico de este departamento
acudió a una comisión de Urbanismo para ofrecer su opinión, que se unía a la de
los que defendían la recuperación", apuntaron desde Bildu. En estos
momentos, el Ayuntamiento espera un informe en el que se avale esa apuesta.
Otra de las bazas que esgrimió Bildu
para defender su cambio de postura se centra en la normativa local. "El
Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Andoain, que se aprobó a finales de
la pasada legislatura y que denomina a la antigua fábrica de papel 'bien
inmueble de interés municipal', plantea 'la rehabilitación, reforma o
sustitución de las edificaciones existentes en la parcela de la Papelera del
Leizaran, estableciéndose algún uso terciario o de equipamiento",
recalcaron.
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"Teniendo en cuenta que todos
los indicios técnicos apuntan a que la mejor opción en todos los casos es
mantener las instalaciones y que económicamente siempre será más asequible
demoler únicamente una parte del edificio que su totalidad, el equipo de
gobierno ha optado por seguir la línea de conservar una parte del
edificio", señalaron.
En ese sentido, plantearon que la
mejor opción es el saneamiento y recuperación del edificio de oficinas y tres
naves adyacentes y el derribo y desescombro de las demás instalaciones. Bildu
justificó que con esta propuesta se podría evitar el peligro de seguridad
existente en la situación actual y permitiría proyectar a futuro una tormenta
de ideas que dieran forma al uso de esas instalaciones en cualquier ámbito.
No obstante, ninguno de los
argumentos sostenidos por Bildu consiguieron cambiar la opinión del PNV ni del
PSE-EE que votaron a favor del derribo de toda la nave. Los jeltzales en
su blog aseguran que "PNV, PSE y PP coinciden en que se debe
actuar con urgencia en el ámbito de la papelera y le exigen (a Bildu) que
respete la voluntad mayoritaria de los andoaindarras y el propio Pleno,
subrayando que la postura de Bildu no tiene ninguna justificación técnica,
económica, jurídica ni medioambiental".
Por su parte, Bildu recordó que el
secretario municipal advirtió que la moción aprobada es incompatible con el
PGOU. "Ante la resolución supuestamente irregular que se adoptó en el
pleno de Andoain y ante las dudas de viabilidad de la propuesta, el equipo de
gobierno ha encargado un informe jurídico para aclarar si procede llevarla a
cabo o no.
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