Personal
visión de los antiguo espacios industriales vascos.
Ficha
técnica
Producción, realización y montaje: Unai Alonso
Idea Original, textos y narración: Iñaki Uriarte (arquitecto)
Productor musical e ingeniero de
sonido: Yaël
Gaitero
Composición de acordeón: Gorka Hermosa
Composición de percusión: Imanol Ugarte
Guión: Unai Alonso, Iñaki Uriarte
Adaptación de los textos: Unai Alonso, Iñaki Uriarte
Documentación: Iñaki Uriarte
Operador de cámara: Unai Alonso
Grabación en estudio: Yaël Gaitero
Sonido de campo: Yaël Gaitero
Fuentes
información
Noticia
sobre el documental
Kafe
Antzokia, ese lugar que supo ser la sala San Vicente y primer sede del cineclub
FAS, se convirtió ayer, una vez más, en un abarrotado patio de butacas para
recibir el estreno del documental «Oda a la fábrica abandonada» (Euskal Herria,
24`), realizada por el cineasta y productor Unai Alonso y el arquitecto Iñaki
Uriarte. La película es una reflexión sobre los espacios industriales
abandonados y la historia de estos en relación a la figura humana. Es también
una llamada a la conservación de nuestro patrimonio arqueológico industrial y a
la reinterpretación de los cánones de belleza.
Como
aperitivo de esta velada -bautizada por los organizadores, la asociación
cultural Zenbat Gara, como «Industria & Zinema»- se proyectó el corto de
ficción «Kea» (Euskal Herria, 10`), dirigido por Lara Izagirre y con guión de
Ibai Etxezarraga y Beñat Guarrotxena.
Patrimonio
En
octubre de 2009, Iñaki Uriarte fue invitado por las VIII Jornades D´Arqueologia
Industrial de Catalunya a presentar un audiovisual que fue proyectado con
posterioridad en las puertas de la antigua Sefanitro con motivo de las Jornadas
Europeas del Patrimonio. Unai Alonso, presente en esa segunda exhibición,
propuso a Iñaki Uriarte trasladar la idea al cine.
El
rodaje se realizó en cinco fábricas abandonadas de Bizkaia y Nafarroa, estando
la Sefanitro, La Basconia y Astilleros del Cadagua entre ellas: «es una visión
nuestra, muy personal, sobre cinco espacios abandonados; algunos, como La
Basconia, cerrados desde hace mucho tiempo. Comenzamos a trabajar en 2011; como
el proyecto está autofinanciado, decidimos limitar el espacio geográfico del
documental», explica Alonso.
Historia
y belleza
Aunque
Unai Alonso habla de la película como un «documental puro» por la ausencia de
personajes o pasajes ficcionados, no habría problema para calificar a este
trabajo de ballet en tres actos: las imágenes de las antiguas fábricas, de la
enormes naves abandonadas, salpicadas de charcos y vegetación, imágenes bañadas
por una diáfana luz -como de invierno o amanecer- bailan al ritmo de los textos
recitados por Uriarte y de la banda sonora, furiosos compases llegados de las
manos de Yaël Gaitero, el acordeonista Gorka Hermosa y el percusionista y
txalapartari Imanol Ugarte.
Los
textos anuncian una «nueva misión» para estos espacios, espacios cuya historia
ha de ser interpretada en base a la figura humana que, aunque ausente ahora,
pobló por millares estos templos de la producción y el capitalismo
industriales.
«Ficción
de una realidad, ocaso visible de un pasado próspero»; «Escenarios nostálgicos
repletos de desolación»; «trágico panteón de la producción»; «no-lugar»;
reflejo de la «derrota absoluta» son algunas de las expresiones con que los
textos invocan estos testigos de nuestro pasado; testigos incómodos si tenemos
en cuenta el afán existente por derribarlos.
Esa
«nueva misión», esa esperanza que subyace en estas construcciones, reside tanto
en su capacidad evocadora y pedagócica como en las infinitas posibilidades de
sugerir y crear una belleza, «belleza anónima», alejada de los cánones
clásicos.
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