Lo que está ocurriendo en el Barrio de San Antonio de Valencia es realmente lamentable, los vecinos llevan un tiempo denunciando el hecho que se quiera construir un hotel en el interior de una manzana, lugar donde se encuentra una antigua instalación industrial, Fábrica de hilados, trenzados y tejidos de yute de Pilar Casanova, y además junto al conjunto queda un tramo visible de la Acequia de Rascaña. El hotel se quiere construir sobre dicho conjunto…cosa que considero incomprensible.
Los vecinos solicitaron un informe de estudio de valores del conjunto para estudiar su protección, que realicé junto a una compañera historiadora del arte. El informe mostraba los valores que tiene el conjunto para considerar su protección como Bien de Relevancia Local. Dicho informe lo trasladaron al ayuntamiento junto a la solicitud de protección…por ahora el ayuntamiento no se ha pronunciado, mientras sigue avanzando el trámite para la licencia de derribo y licencia de construcción del hotel.
Se están desoyendo las denuncias y solicitudes de los
vecinos del Barrio de San Antonio, los cuales se verán afectados si se llega a
realizar esa construcción.
A continuación me hago eco de la nota de prensa que ha
realizado a Asociación de Vecinos del Barrio de Sant Antoni-Zaidia de Valencia.
Los vecinos
de Sant Antoni denuncian trabajos de demolición sin licencia en los terrenos
del macrohotel de Zaidía durante el periodo vacacional.
La confianza es un préstamo que, en origen, tenemos todos con todos, pero que anulamos si alguien nos daña, nos miente, o actúa en nuestra contra. Los hechos acaecidos estos dos últimos veranos durante el periodo vacacional han forzado a los vecinos de Sant Antoni a anular la apreciada confianza por dos veces.
Verano de
2021. Los hechos de 2021 son ya conocidos. Una promotora solicita licencia para
construir un macrohotel de una estrella, que también sirva de residencia de
estudiantes, para más de 1000 huéspedes de bajo nivel adquisitivo en el
interior de la manzana de las calles Sagunto, San Bruno, Luz Casanova, y Padre
Urbano. El proyecto cuenta con edificios de hasta 7 plantas, y a menos de 2
metros de las ventanas de algunas viviendas de la manzana. Todo el tráfico se
dirige por la calle San Bruno, de un único carril, y con la entrada al colegio
Salesianos de San Antonio Abad. No existe ningún tipo de estudio de impacto de
esto, ni del efecto en la calidad de vida de los vecinos de la manzana, ni de
cómo puede absorber el barrio a 1000 nuevos convivientes con ganas de fiesta
como ocurre en otras zonas con hoteles de una estrella. La concesión o rechazo
de la licencia depende, directamente, de Lucía Beamud, regidora del Igualdad, Espacio
Público y Pueblos del Ayuntamiento de Valencia.
La solicitud
pasa los primeros filtros del Ayuntamiento de Valencia y llega a la fase de
notificación a los vecinos de la manzana, según lo establecido en el artículo
55 de la Ley 6/2014, de 25 de julio, de Prevención, Calidad y Control ambiental
de Actividades en la Comunitat Valencia. Es importante destacar la ley, puesto
que obliga a la notificación. Sin embargo, dicha notificación se hace a
mediados de julio, con muchos vecinos fuera, y otros pensando más en las
vacaciones que en otra cosa. Las notificaciones no dan detalles, ni son
nominativas, van dirigidas a las comunidades de propietarios, creando
incertidumbre y dudas. Además sólo otorgan 15 días para presentar alegaciones.
Eso sí, sin detalles no hay mucho que alegar. Los detalles son difíciles de
conseguir y, en ocasiones, su obtención se retrasa. Luego, hay que analizarlos,
y darse cuenta de lo que se pretende construir. Y si consigues hacer todo eso,
te asustas, te abrumas. Miras por la ventana al patio interior de manzana.
Vuelves a mirar. Intentas imaginarte cómo se va a transformar. Ves las naves
antiguas: “¿Eso se va fuera?, ¿pero no están protegidas como tantas otras
cosas?” Entonces, comienza el procedimiento de las alegaciones ya que, con
suerte, aún te quedan unos días de plazo.
Está claro
que, con las fechas elegidas (pleno verano), se buscó reducir la capacidad de
reacción del vecindario. Los vecinos no sabemos a qué pudo deberse, pero, tras
ver la magnitud del proyecto, es fácil deducir que la promotora buscó bien los
tiempos. Se tuvo una reunión con el arquitecto del proyecto, el cual, lejos de
ser comprensivo, fue bastante agresivo. Todo ello hizo que, incluso antes de
conocerla, los vecinos perdieran la confianza en la promotora.
Verano de
2022. Comienza ahora una nueva parte de esta historia, que culmina el verano de
este año 2022. Vecinos, antes desconocidos, les une ahora una causa. Acaban
formando una asociación de vecinos que no existía anteriormente, y, a través de
ella, empiezan a pedir cosas que faltan en su barrio: más dotaciones, más
limpieza, más seguridad; todo ello sin perder de vista el macrohotel. El 27 de
abril de 2022, solicitan en el Ayuntamiento la protección de las naves, que
pertenecieron a la antigua fábrica de hilados, trenzados y tejidos de yute de
Pilar Casanova. Dicha solicitud está apoyada en un informe realizado por un
conocido estudio de arquitectura experto en patrimonio. Los encargados de
realizar el informe encuentran un panel cerámico exterior dedicado a Nuestra
Señora de la Cabeza de 1935, el cual, al ser anterior a 1940, debe estar
protegido según lo indicado en la disposición adicional quinta de la Ley 4/1998
del Patrimonio Cultural Valenciano. Sin embargo, no se encuentra registrado en
ninguna base de datos de elementos patrimoniales protegidos. Las conclusiones
del estudio son que las naves deberían ser catalogadas como Bien de Relevancia
Local por su valor histórico, su valor arquitectónico, su valor de conjunto, su
valor por su vinculación con la acequia de Rascaña, su valor etnológico, y su
valor como recurso revitalizador. Este último punto hace referencia a la
posibilidad de reutilizar las naves para revitalizar el barrio con nuevas y
necesarias dotaciones. La solicitud para proteger las naves cambia de manos
varias veces en el Ayuntamiento, algo que, según algunas voces, no es habitual.
Finalmente, acaba en manos de un departamento de Sandra Gómez, vicealcaldesa de
Valencia y responsable del área de urbanismo. Tras más de tres meses, el expediente
generado aún no está resuelto, algo que, según otras voces, es normal ya que
algo así puede tardar un año en resolverse. Lo que es cierto es que el
ayuntamiento conoce el valor del conjunto, así como la existencia del panel
cerámico que está obligado a proteger. Y lo conoce, no sólo por el informe, sino
porque la asociación de vecinos ha tenido reuniones sobre el estado del barrio
con los responsables del Ayuntamiento, y así se lo ha hecho saber.
Por otro
lado, los antiguos edificios de San Bruno 18 y 20 sufrieron una caída de
cascotes esta primavera. Los terrenos en los que están son parte del proyecto
del macrohotel, y dan acceso directo a las naves. El 15 de julio de 2022, se
comenzó su demolición. Los vecinos se pusieron en alerta en seguida. Julio de
nuevo. La promotora realiza esos trabajos con los permisos correspondientes
para esos terrenos: San Bruno 18 y 20. El 28 de julio de 2022, los operarios
que han estado trabajando en la demolición entran en las naves y empiezan a
demoler dentro de ellas. Los vecinos no ven lo que hacen, pero sí lo oyen, y
también oyen a los operarios comentar que tendrán que demoler todo lo de ese
terreno. Ante esa situación, llaman a la policía local, que decide no
personarse ese día, ni realizar más averiguaciones. Las averiguaciones las
realizan los vecinos, que consiguen enterarse que hay solicitado un permiso
para demoler las naves, pero que aún está en proceso de ser concedido. Sin
tener el permiso, los operarios entran a trabajar en las naves, pero ya se
sabía desde verano de 2021 que la promotora no es de confianza. Dos días antes
de que esto ocurra, varios vecinos se reúnen con Elisa Valía, responsable en el
Ayuntamiento del ciclo integral del agua. El motivo es que el macrohotel se va
a construir encima de la antigua acequia de Rascaña, que es propiedad del
Ayuntamiento. En las conversaciones no se avisa sobre la solicitud de licencia
de demolición, incluso sabiendo que la asociación de vecinos ha pedido la
protección de las naves. Ahora, el Ayuntamiento, teniendo una solicitud de
protección sin resolver, sabiendo que hay elementos que deberían protegerse
según la legislación vigente, está en trámites de conceder una licencia de
demolición de aquello que se quiere proteger, y, en una reunión con la parte
interesada, no se le informa de la situación. La concesión o rechazo de la
solicitud de demolición depende de Sandra Gómez, la misma que tiene entre manos
la solicitud de protección.
El
Ayuntamiento siempre ha dicho entender las reivindicaciones de los vecinos,
tanto sobre el macrohotel como sobre otros asuntos. Está claro que en el tema
del macrohotel actúan a espaldas de los vecinos, y en otros asuntos no han
demostrado implicación: las calles siguen sucias, no hay policías, el asfaltado
que se solicitó de Luz Casanova es vergonzoso… La confianza perdida es difícil
de volver a obtenerla. Es de suponer que los miembros del gobierno del
Ayuntamiento deben saberlo bien.
El 4 de
agosto continuaron los trabajos dentro de las naves. Los vecinos volvieron a
llamar a la policía, y decidieron acudir a las naves para asegurarse de que no
se cometiera ninguna ilegalidad. Por supuesto, allí no fueron bien recibidos.
Los operarios llamaron a quien está orquestando todo lo del macrohotel:
Victoria García Albertos, representante legal de Inversiones Gran Valencia 2005
S.L., y de CEP Bilding Group Española S.L., dos de las múltiples empresas que
están detrás de todo esto. Su respuesta fue llamar, a su vez, a la policía.
Desde la policía local se informó a uno de los vecinos que una brigada se
encaminaba a las naves, y que esperaran allí su llegada. Tras pasar más de 15
minutos sin que la brigada llegara, el vecino llamó de nuevo a la policía, y se
le informó que la orden se había anulado. ¿Quién pudo hacerlo?
Ante estas
pérdidas de confianza, los vecinos se han organizado para vigilar el estado de
las naves durante este verano, ya que, ni Ayuntamiento ni policía local van a
ejercer estas funciones.
*Las
imágenes que ilustran la entrada son de la Asociación
Perfil de
twitter Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidia
2 comentarios:
Vamoss👏👏💪
No pueden cometer semejante atrocidad!!!
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