Una chimenea industrial ‘brota’ del bosque en Balmaseda.
Artículo de Elixane Castresana para Deia
Como explicaron en una conferencia sobre gestión de
flora celebrada hace unos días en Balmaseda, Enkarterri posee un enorme
potencial forestal. Y, en esta ocasión, la superficie arbolada tapaba los
vestigios de la industria. El Ayuntamiento de la villa ha encargado un estudio
a especialistas técnicos en patrimonio cultural para saber más sobre la
chimenea aparecida en el barrio de Nocedal tras una tala a cargo de una empresa
maderera. Se cree que formaba parte de la tejera que se estableció en la zona
en los años veinte y permaneció en activo hasta 1983.
Fue en 1923 cuando "Juan Herrero e Ibarguren
construyó una tejera con su horno y secadero anexos y también hubo un horno
hormiguero dedicado a la producción de ladrillo para chimeneas de fábrica y un
horno Hoffman destinado fundamentalmente a la producción de teja grande, de
unos tres kilos y medio de peso", describe el alcalde, Álvaro Parro,
citando el inventario de patrimonio industrial y la ficha relacionada con este
lugar, "que puede consultarse en el Centro de Patrimonio Cultural
Vasco".
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En 1942 "se derrumbó la vieja chimenea, que se encontraba en el centro del horno, y se construyó una en los aledaños de la fábrica", de forma que "entre 1945 y 1953 se montaron las naves que actualmente cubren el horno y éste se amplió". En la misma época "también se sustituyeron las viejas galleteras Victoria, sin vacío, e Icam por las más modernas de la casa Kellerr".
Parece ser que el grueso de la plantilla trabajaba en
las instalaciones con carácter temporal, con una importante representación de
campesinos desplazados de las inmediaciones del municipio asturiano de Llanes.
Su labor se concentraba en el verano, mientras que "durante el resto del
año quedaban fijas unas tres o cuatro personas". Este tipo de tareas estivales
desaparecieron poco a poco hasta que "la producción se detuvo en
1983" y el crecimiento de la vegetación fue tapando los restos de la
fábrica.
Otro elemento que añadir al extenso catálogo
patrimonial de Balmaseda. En el apartado industrial destaca la factoría textil
Boinas La Encartada, en activo entre 1892 y 1992, que reabrió como museo en
2007 y conserva maquinaria original de la época que aún funciona.
Fuente de la noticia https://www.deia.eus
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