Descripción
El antiguo
parque Sindical, conocido más adelante como Parque Deportivo de La Felguera y
popularmente como Pénjamo, fue un complejo de ocio y deporte que ocupa un
espacio cercano a los 10.000 metros cuadrados. El edificio principal se adaptó
a un estrecho vallejo, consiguiendo mitigar su impacto en un entorno natural,
distribuyendo las instalaciones de cafetería, vestuarios, oficinas, salas,
etc., en una planta curva, alargada y de baja altura.
El
arquitecto diseñó un complejo racionalista, caracterizado por la presencia de
terrazas, pasarelas, aleros y miradores, creando un espacio arquitectónico más
propio de un lugar costero que de interior. La potente horizontalidad del
edificio sólo se rompe mediante una pequeña torre. Así, el edificio intenta
pasar desapercibido en el entorno natural, utilizando cristaleras, calados y
amplios vanos, dejando más espacios al descubierto que techados.
Frente al
inmueble se abre un gran espacio al aire libre, caracterizado en el pasado por
una lámina de agua de 70 metros de longitud para el baño. Junto a esta y
adosado al edificio se levanta el graderío para la presencia de competiciones.
Posteriormente, se levantó un edificio para contener una piscina climatizada
que desvirtuó parcialmente la visión del conjunto. Por último, una gran área
verde en la ladera del valle, pensada para visitantes y bañistas, completa el
espacio. La estética del edificio, con juegos de sombras, revocados y
entablillado de madera está muy influenciada por los edificios multiusos de la
ciudad residencial de Perlora, referente en el movimiento moderno asturiano.
Estado de
conservación
Tras el
abandono del edificio, el deterioro fue rápido y se aceleró conforme se
desvanecía el compromiso político para su recuperación. Las pistas deportivas
se han agrietado, el material eléctrico se ha sustraído y los animales se
hicieron presentes en las zonas verdes. El edificio multiusos sufrió incendios,
pintadas, robos, destrozos y desprendimientos, hasta el punto de ser tapiado
por las autoridades locales para evitar mayores accidentes. Los vasos de las
piscinas se han roto y se han llenado de vegetación y escombros.
Motivos de
inclusión
El notable
valor sentimental para los habitantes de la comarca es un elemento añadido al
arquitectónico, perfectamente enmarcado en un contexto social, económico y
artístico como son los años del desarrollismo en la cuenca minera asturiana. La
original utilización de una arquitectura «de costa» a 30 kilómetros de la playa
con la intención de crear un entorno de inspiración litoral, y el acierto de
Álvarez Sala-Morís en la distribución de espacios de manera armónica con el
entorno natural hace más de 60 años, así como el uso de materiales considerados
entonces de vanguardia, son aún hoy un ejemplo de buenas prácticas. El abandono
y plan de derribo de este complejo no deja de ser un símil con la situación de
la entonces próspera cuenca minera del río Nalón, que tiene en la conservación
de su patrimonio y servicios un importante activo. Numerosas asociaciones han
luchado por dar un nuevo uso a este lugar como parque deportivo, lugar de ocio
o campamento.
Más información sobre la inclusión en la Lista Roja y fuente de las imágenes
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