La asociación Alén de Sopuerta insta a recuperar el túnel de Herreros.
Artículo de Elixane Castresana para DEIA
"Un helador 15 de enero de 1966 entraba en la estación emitiendo un pitido" que anticipaba su final. En la asociación Alén de Sopuerta leen esta crónica del último viaje del ferrocarril de mercancías y pasajeros entre Traslaviña (Artzentales) y Castro Urdiales deseando que no suponga el final definitivo para al menos 1,6 de los 22 kilómetros del total del trayecto: los que corresponden al túnel de Herreros, ubicado de Las Muñecas. La agrupación cultural lleva años solicitando la recuperación de este trazado que conectaría vías verdes de Cantabria y Bizkaia a través de los términos municipales de Castro Urdiales y Sopuerta. Ahora redobla su lucha comunicándose con el Ayuntamiento, Enkarterrialde, la Diputación, Juntas Generales y el Gobierno vasco para que también se ponga en valor el patrimonio natural e industrial de la Mina Catalina y sus hornos de calcinación.
El 29 de junio de 1899 el ferrocarril Castro-Traslaviña inauguró sus viajes
para el transporte de mineral y desde septiembre de 1900 comenzaron a
utilizarlo los pasajeros, sobre todo familias y comerciantes con una inversión
de más de ocho millones de pesetas de la época en su construcción. También
serviría para desplazamientos de ganado. Las características del terreno
obligaron a perforar más de diez túneles. Entre ellos sobresale el de Herreros,
"uno de los más largos de vía estrecha del Estado". Cuando declinó la
actividad minera, se cerró esta comunicación y, por tanto, también el túnel fue
clausurado "y se puso a la venta a un precio muy favorable a los
ayuntamientos de Castro y Sopuerta, cada uno la mitad del recorrido". En
2004 la asociación Alén inició su campaña para reabrirlo, de forma
complementaria a la propuesta de inventariar como patrimonio público con el
proyecto de poner en marcha un centro de interpretación el coto Mina Catalina,
que incluye los hornos de calcinación de Sopuerta. Erigidos "uno en 1956 y
otro en 1961 para aprovechar el mineral que presentara impurezas, dejaron de
funcionar en 1970 y necesitan una restauración".
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ESTUDIO
Pero "este es el momento
idóneo" para dar un paso al frente en la colaboración institucional entre
ambas comunidades. La escuela taller de Castro Urdiales "apoyada por el
Ayuntamiento, que ya había realizado una prospección, quiere cuantificar lo que
implicaría recuperar el túnel mediante un informe encargado a una ingeniería
sobre su estado constructivo". Los resultados se darán a conocer a los
organismos oficiales para analizar la viabilidad de las obras. Alén, por su
parte, se ha reunido con el Consistorio de Sopuerta y Enkarterrialde. El túnel
es "recto con pendientes en ambas bocas y zonas inundadas" y un
derrumbe que no impide el paso por su interior.
Fuente de la noticia https://www.deia.eus/
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