He leido este artículo sobre un trabajo de investigación de Langreo y por el interés que tiene con respecto al Patrimonio Industrial he decidido trasncribirlo.
La teoría para revitalizar Langreo, Miguel A. Gutierrez.
Un mejor aprovechamiento del abundante patrimonio industrial, un reparto más selectivo de un suelo escaso y una gestión pública más eficaz coordinada a través de un ayuntamiento único para todo el valle del Nalón. Esas son algunas de las recetas que el geógrafo manchego José Prada Trigo aporta para culminar con éxito la reconversión de Langreo y dinamizar el concejo. Todas estas propuestas aparecen recogidas en el estudio «Desarrollo, patrimonio y políticas de revitalización en ciudades intermedias de especialización minero-industrial. El caso de Langreo», que recientemente ha obtenido el VII Premio de Investigación del Consejo Económico y Social (CES) de Asturias. En el caso del ayuntamiento único, Prada va más allá en su planteamiento y propone realizar un referéndum consultivo entre la población del Valle para conocer la aceptación de la propuesta.
El estudio incluye una contextualización histórica, económica y social sobre Langreo, además de un apartado de análisis y conclusiones, resultado de las entrevistas realizadas con responsables públicos, agentes sociales y representantes del movimiento asociativo, entre otros. El informe explica que Langreo, al igual que otros polos industriales del país, pasó de una etapa de hiperactividad a mediados del siglo pasado a otra de desconcierto, cuando llegó la reestructuración de la minería y la siderurgia. Sin embargo, en la fase de recuperación, iniciada con el presente siglo, las Cuencas, penalizadas por una imparable sangría demográfica, han quedado «rezagadas» en comparación con Avilés, Oviedo o Gijón.
En síntesis, la investigación expone que dos de los principales problemas para que Langreo avance en su reconversión son la escasez de suelo empresarial y la «ausencia de voluntad política» para impulsar la Mancomunidad, ya que «limita capacidades y sinergias y origina duplicidades, localismos y mayores costes». Para superar esos frenos, el estudio plantea los siguientes grandes ejes de actuación.
l Patrimonio industrial. Prada argumenta que Langreo, contrariamente a lo ocurrido en otras zonas como Gijón o Avilés, consiguió conservar en los años ochenta del siglo pasado un patrimonio minero e industrial «rico, diverso y abundante» que es «uno de los principales recursos específicos de la ciudad». No obstante, estos elementos sufren un proceso de abandono y falta de propuestas que el estudio propone corregir con la elaboración de un plan estratégico definido, con un «abanico variado de usos» como centros de actividades y servicios, espacios estructurantes del urbanismo o elementos identitarios. Otro de los retos, según el autor del informe premiado por el CES, consiste en «la necesidad de proteger ese patrimonio, a menudo en un estado lamentable de conservación».
l Usos del suelo. La investigación de José Prada Trigo hace hincapié en la necesidad de avanzar hacia una ordenación territorial coherente en la que haya una separación más estricta de los distintos usos del suelo. La escasez de terrenos disponibles ha provocado en Langreo la existencia de un «modelo urbano híbrido» en donde se produce «una convivencia muy estrecha entre diferentes actividades», es decir, entre los espacios industriales y los núcleos residenciales y las zonas de servicios. Por eso, pese a caminar hacia la terciarización de su economía, el concejo no logra abandonar un «aspecto abigarrado, desordenado y fabril» y existe la percepción de que se cuenta con un sector servicios «precario, de escasa calidad y dependiente del sector industrial». En este sentido, el estudio plantea trasladar la central térmica de Lada, «un vestigio del pasado que hipoteca buena parte del desarrollo de la ciudad» y puede anular el desarrollo del nuevo área de Nitrastur y de Talleres del Conde.
l Nueva política industrial. El obstáculo de contar con un espacio geográfico limitado, debido a la orografía del Valle, se traduce en la falta de terrenos empresariales, un problema agravado por lo costoso de generar más suelo industrial y la competencia de grandes áreas empresariales en los concejos vecinos del área central. Esta realidad debe repercutir, según el estudio, sobre la planificación de las políticas industriales. Prada demanda «una apuesta por la terciarización económica y el desarrollo de una política industrial más clara y comprometida, que limite el suelo industrial y lo reserve para actividades con un mayor componente innovador», lo que podría generar «un empleo más cualificado y menor impacto de las actividades secundarias». De esta forma, Prada plantea desarrollar «un modelo urbano más selectivo con el suelo industrial y la industrias que se instalan en Langreo y favorecer la implantación de empresas de servicios y de mayor valor añadido, donde el sector de los transformados metálicos podría alcanzar un importante papel, especialmente por la mano de obra altamente cualificada que existe en el concejo de Langreo».
l Cultura emprendedora. La investigación considera necesario «metabolizar el desarrollo» del municipio, «reduciendo progresivamente la actual dependencia de fondos y ayudas para la recuperación, de tal forma que cuando estas terminen se produzca un menor impacto y pueda ofrecerse una alternativa». Para Prada, el caso de Langreo ejemplifica la evolución de un territorio que, pese a las diferentes políticas de reactivación (Zona de Urgente Reindustrialización o fondos mineros), ha sido «incapaz de revertir esta crisis». Por todo ello, según el estudio, resulta «imperioso» impulsar una cultura de emprendedores -a nivel político, económico y social- que «consiga progresivamente normalizar la situación de Langreo y de las Cuencas dentro del panorama nacional».
l Ayuntamiento único. La investigación premiada por el Consejo Económico y Social expone que la abulia política a la hora de impulsar la mancomunidad es uno de los grandes «frenos» al desarrollo del territorio, ya que supone «dar la espalda a una realidad como es la ciudad lineal del Nalón». José Prada aboga por definir un proyecto para el conjunto del Valle que abarque todos los ámbitos: economía, vivienda, medio ambiente, servicios o patrimonio. El autor constata que, a pesar de que los agentes políticos, sociales y económicos entrevistados coinciden en la necesidad de avanzar hacia la instauración de un único ayuntamiento en la comarca, la realidad es distinta, por lo que «podría ser adecuado plantear un referéndum entre la población del Valle que marcase unos plazos fijos para establecer el ayuntamiento único en caso de que resultase aprobado». Asimismo, la investigación cree «urgente» favorecer la participación de todos esos agentes, de forma que los políticos «dirijan el territorios contando con el apoyo y la voz de los ciudadanos, algo esencial en comarcas como la del Nalón, donde la sociedad posee una capacidad de presión importante».
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