Decreto 279/2020, de 15 de diciembre, por el que se declara como Bien Cultural de Protección Especial, con la categoría de Monumento, la fábrica de Conservas Ormaza, sita en Bermeo (Bizkaia)
Boletín
oficial País Vasco nº 255, publicación de 22 de diciembre de 2020
DESCRIPCIÓN
El edificio
de Conservas Ormaza se ubica al suroeste del casco histórico de Bermeo.
Concretamente, se encuentra en un solar integrado en el tejido urbano del
municipio, en donde la fachada principal, al Sur, da frente a la calle
Askatasun Bidea, y las naves (actualmente desaparecidas), al norte, llegaban
hasta la calle Erreñe Zubi.
Históricamente,
la industria transformadora y conservera de pescado en Bermeo se ha
desarrollado en tres periodos: un primer momento, marcado por el nacimiento de
la Casa-Escabechería de la Cofradía de San Pedro que intentó ejercer el
monopolio; un segundo momento determinado por la liberalización del sector con
el traslado a las costas de las aduanas, y el surgimiento de espacios
destinados a la realización de conservas en torno al puerto; y, por último, la
aparición de los inmuebles dedicados exclusivamente a esta actividad, que
podríamos situar a partir de 1910.
Precisamente,
es en la última de las etapas mencionadas en la que podemos enclavar la fábrica
de Conservas Ormaza. Fundada por Ruperto Ormaza en 1923, fue su hijo, Antonio
Ormaza quien posteriormente, en 1941, se hace cargo de la empresa y es, en
1942, cuando se hace el actual edificio de la mano del arquitecto Pedro
Ispizua. La construcción de esta fábrica supuso un punto de inflexión con
respecto a las conserveras construidas hasta el momento, pasando del aspecto
tradicional a un nuevo estilo «moderno».
Tal y como
se ha mencionado, fue precisamente el arquitecto bermeano Pedro Ispizua
Susunaga el encargado de llevar a cabo el proyecto de la fábrica de Conservas
Ormaza. Nacido el 29 de abril de 1895, Pedro Ispizua fue, en palabras de Elías
Mas Serra, «una de las personalidades más atrayentes, dentro del panorama de la
Arquitectura Vasca de este siglo (siglo XX)». Definido por este por su
«carácter ecléctico», la arquitectura de Pedro Ispizua, según Mas, «constituye
una obra difícilmente superable por la amplitud temporal y temática de la misma
y por la calidad formal de sus propuestas». Por ello, es difícil enclavar a
Ispizua en un estilo o movimiento determinado porque su obra parte de un
lenguaje regionalista que evoluciona a otros movimientos como el Art Decó, el
racionalismo, expresionismo, etc. No obstante, su obra se basa fundamentalmente
en su carácter ecléctico «como elemento esencial de identificación de la
misma».
Durante la época
que va desde el año 1940 hasta el año 1965 se encuadra una fase de madurez de
la obra de Ispizua, denominada en su monografía como «eclecticismo triunfante»,
en la cual, tras el anterior episodio racionalista, se produce «el despliegue
definitivo del eclecticismo». Es precisamente en esta época en la que se
enclava la obra de la fábrica de Conservas Ormaza que, heredera del
racionalismo, fusiona una «imagen austera y desornamentada que funde una cierta
dosis de clasicismo y acento decorativo».
El edificio
está formado por un programa mixto industrial-residencial, incidiendo en el
carácter de economía familiar. El cuerpo que conforma la residencia y el otro
volumen anexo que hace de antesala a lo que era la nave de elaboración (hoy en
día desparecida) componen el frente sur de lo que era el conjunto original
hacia la actual calle Askatasun Bidea. La nave, que se adosaba a la fachada
posterior de los otros dos volúmenes, se extendía hasta el fondo del solar.
Actualmente, el derribo de la nave ha dejado una amplia zona vacía en este
solar.
El cuerpo
destinado a vivienda, basado en un programa funcional, posee una planta baja,
destinada a oficina y despacho, y dos superiores en donde se ubicaba la
vivienda. Desde este volumen se podía acceder hasta el anexo de dos pisos
dedicado a las instalaciones conserveras, que también poseía su entrada
independiente para el acceso de vehículos.
En cuanto al
aspecto volumétrico e imagen exterior, la parte residencial está envuelta por
un cuerpo que hace esquina, por medio de una fachada cóncava, rematado por un
torreón que hace la función de depósito de agua, a la vez que articula la
planta, en cuya base se rotula el nombre del promotor. Contrasta el
funcionalismo de los huecos de fachada con la monumentalidad del remate en
forma de torreón. Por otro lado, el anexo industrial se adosa al cuerpo
residencial mediante un volumen recto de dos alturas y forma rectangular
apaisada. Destaca en la fachada de este cuerpo la balconada de formas rectas y
curvas con barandilla metálica, así como el ojo de buey que se diferencia de
los restantes huecos regulares. Asimismo, se eleva sobre un zócalo que imita
sillería y que une todo el conjunto. La imagen corporativa del edificio, al
igual que en el torreón, también se identifica en este volumen mediante la
rotulación del apellido «Ormaza».
El hecho de
que el edificio de la fábrica Ormaza se adecúe a la morfología de la calle,
potenciando la curvatura que se produce justo en su emplazamiento, a través de
la creación de un edificio irregular, fingiendo que se construye en esquina,
supone un valor añadido y que revaloriza la obra. Impulsar y estimular el
elemento urbano a través de las formas es lo que la historiadora Amaia Apraiz
define como «una de las mayores aportaciones de esta fábrica a la Historia de
la Arquitectura en el País Vasco».
Por su
parte, los materiales se utilizan de forma diferenciada en ambos volúmenes. Por
un lado, el ladrillo, utilizado en el volumen industrial, evoca al material
utilizado en la mayoría de factorías inglesas de la época de la primera Revolución
Industrial; por otro, el hormigón, utilizado en la vivienda, refleja el uso de
materiales y tecnologías modernas y remarca la línea racionalista del edificio.
Declaración
en pdf
Fuente del decreto https://www.euskadi.eus/
NOTICIAS
SOBRE LA DECLARACIÓN
La conservera
Ormaza se convierte en monumento industrial de Bermeo.
Imagen de la noticia |
Fuente de la noticia https://www.elcorreo.com
Bermeo. La
fábrica de Conservas Ormaza, ya es Bien Cultural de Protección Especial.
Fuente de la noticia http://www.patrimonioindustrialvasco.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario