Web Molinos de Retuerta. Harina Ecológica de Molienda Tradicional
El asturiano que ha recuperado un molino hidráulico de más de tres siglos de antigüedad y consigue harinas ecológicas únicas
Artículo de Mónica R. Goya para El País.
David Menéndez (42 años, Pravia, Asturias) es un
hombre que consigue lo que se propone, como ser molinero. “Acabé en esto por
casualidad, porque me gusta mucho lo tradicional y me encantaba el sitio”,
explica Menéndez. En 2009 compró una hacienda en Agones, un pueblo del concejo
de Pravia (Asturias), con un molino de más de tres siglos de antigüedad que
había pertenecido a la familia de Jovellanos. Su intención era restaurarlo y,
durante 15 años, se dedicó a ello. “Luis me ayudó mucho, sin él no podría
haberlo hecho”, explica Menéndez. Habla de su maestro, Luis Fernández, un
octogenario hijo y nieto de molineros, que también fue molinero en su juventud.
El destino los juntó cuando el joven buscaba a una persona con experiencia, que
no solo supiera enseñarle los secretos de la molienda y de los molinos, sino
que también supiese cómo restaurarlos.
De los cuatro molinos que adquirió han conseguido restaurar tres. Y desde hace unos meses, tras mucho ensayo y error, Menéndez muele grano exclusivamente ecológico que transforma en harinas “de autor” y comercializa bajo la marca Molinos de Retuerta. Obsesionado por mimar la biodiversidad que le rodea, no contempla otra opción más que trabajar con cereales ecológicos. “Fue una decisión difícil, pero aposté por ello porque una de las cosas que más me enorgullece de mi trabajo es elaborar un producto que otros se comen, y no me gustaría pensar que estoy sulfatando y tragando veneno, ni yo, ni los clientes que compren mis harinas” explica. La desventaja de ese compromiso es que no puede llevar a cabo una de las tareas habituales de los molineros de antaño: moler el cereal de los vecinos. “Es lo que más me duele de haber tomado este camino. Cuando me vienen personas que quieren moler su cereal convencional les tengo que decir que no, aunque me aseguren que lo cultivaron ellos y no le echaron nada” afirma.
David Menéndez (42 años, Pravia, Asturias) es un
hombre que consigue lo que se propone, como ser molinero. “Acabé en esto por
casualidad, porque me gusta mucho lo tradicional y me encantaba el sitio”,
explica Menéndez. En 2009 compró una hacienda en Agones, un pueblo del concejo
de Pravia (Asturias), con un molino de más de tres siglos de antigüedad que
había pertenecido a la familia de Jovellanos. Su intención era restaurarlo y,
durante 15 años, se dedicó a ello. “Luis me ayudó mucho, sin él no podría haberlo
hecho”, explica Menéndez. Habla de su maestro, Luis Fernández, un octogenario
hijo y nieto de molineros, que también fue molinero en su juventud. El destino
los juntó cuando el joven buscaba a una persona con experiencia, que no solo
supiera enseñarle los secretos de la molienda y de los molinos, sino que
también supiese cómo restaurarlos.
De los cuatro molinos que adquirió han conseguido restaurar tres. Y desde hace unos meses, tras mucho ensayo y error, Menéndez muele grano exclusivamente ecológico que transforma en harinas “de autor” y comercializa bajo la marca Molinos de Retuerta. Obsesionado por mimar la biodiversidad que le rodea, no contempla otra opción más que trabajar con cereales ecológicos. “Fue una decisión difícil, pero aposté por ello porque una de las cosas que más me enorgullece de mi trabajo es elaborar un producto que otros se comen, y no me gustaría pensar que estoy sulfatando y tragando veneno, ni yo, ni los clientes que compren mis harinas” explica. La desventaja de ese compromiso es que no puede llevar a cabo una de las tareas habituales de los molineros de antaño: moler el cereal de los vecinos. “Es lo que más me duele de haber tomado este camino. Cuando me vienen personas que quieren moler su cereal convencional les tengo que decir que no, aunque me aseguren que lo cultivaron ellos y no le echaron nada” afirma.
Fuente de la noticia https://elpais.com/
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