La
restauración de las minas “tiene que contar con los 106 empleos excedentes”
Artículo de Alejandro Fuente
para El Comercio
«Es una garantía que sea
Hunosa la empresa que ha sido declarada medio propio del Principado para la
restauración medioambiental de explotaciones mineras sin actividad», destaca el
secretario general del SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi. Esto quiere decir que
la Administración regional será la responsable subsidiaria de estas labores y
la hullera pública, la ejecutora de estas tareas. «De este modo evitamos que
lleguen otras empresas, cojan el dinero y realicen esta tarea de cualquier
forma», añade. Pero uno de los principales objetivos del sindicato es
contribuir al mantenimiento de los empleos. «Con este plan se tiene que contar
con los 106 trabajadores excedentes del sector que forman parte de la bolsa»,
procedentes tanto de la empresa matriz como de subcontratas.
Para ello, explica Alperi,
el plan tiene ahora que «buscar un equilibrio» entre periodo de ejecución de
estas recuperaciones ambientales y la empleabilidad; esto es así, porque cuanta
más gente se dedique a estas labores, más corta será la duración de las
restauraciones y viceversa. «Nuestra intención es que se contrate a todo el
personal que está en la citada bolsa de empleo», reitera. Además de los
asturianos, hay otros 182 de Castilla y León y nueve de Teruel; 297 en total.
La formación sindical
también indica cuáles serían las primeras minas para ejecutar esta recuperación
ambiental: Tormaleo (Ibias), Buseiro y Pilotuerto (Tineo) y Cerredo (Degaña).
Para su ejecución, se echará mano de los avales que tuvieron que depositar en
su día las empresas mineras para lograr la concesión. Dinero que, seguramente,
no sea suficiente y que se tendrá que completar con fondos públicos. En las
comarcas el Nalón y del Caudal, continúa Alperi, no existe este problema
«porque se trata de explotaciones que son propiedad de la propia Hunosa y cuya
restauración tendrá que afrontar una vez culminen otra serie de trabajos, como
es, por ejemplo, el desmantelamiento de la escombrera de Figaredo».
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Desde el SOMA se señala que
el fin de la actividad minera ha generado impactos sociales que se unen a los
medioambientales del sector, cuya restauración no podrá ser acometida por las
empresas que explotaban estos recursos por haber desaparecido o estar en vías
de desaparición, «pero que es un elemento crucial para la reactivación de las
zonas afectadas».
Más que sacar carbón
Esta nueva actividad de la
hullera pública se encuadra dentro del Plan de Diversificación donde, además de
proponer la creación de un Centro Nacional de Rescates, el aprovechamiento de
los recursos forestales o la recuperación del patrimonio industrial como
recurso y oportunidad de desarrollo, «entendíamos que Hunosa debía ser el
operador de la Administración autonómica de los terrenos afectados por la
actividad minera, por su experiencia y conocimiento, contribuyendo también a la
generación de empleo destinado, tal y como recoge el acuerdo marco, a los
excedentes de la minería», argumenta la formación sindical sobre esta
iniciativa.
Fuente de la
noticia https://www.elcomercio.es
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