Los
trabajos para rehabilitar los tres hornos mineros de Zerain empezarán en 2020
Artículo de Ane Urgangarin para
Diario Vasco
Son quizás una de las imágenes más
icónicas no solo del patrimonio industrial guipuzcoano, sino del vasco. Los
tres enormes hornos de calcinación que, majestuosos, se yerguen en Zerain,
suponen el símbolo del pasado del municipio goierritarra, y también el núcleo
de todo el atractivo turístico que atesora el Coto Minero de Aizpea. Pero el
paso del tiempo está dejando su huella en estos hornos, que se han ido
degradando. Es preciso intervenir para rehabilitarlos, un objetivo que lleva
persiguiendo varios años el Ayuntamiento de Zerain y que se hará realidad a
partir de 2020. «La previsión es que el año que viene empiecen los trabajos de
rehabilitación», adelanta la alcaldesa, Aran- tza Ruiz de Larrinaga.
Las obras serán financiadas en su
mayor parte por el Ministerio de Fomento, a través del programa de conservación
del patrimonio conocido como el '1,5% Cultural'. «Hemos estado encima. En los
años de la crisis no se concedieron estas ayudas, pero cuando se recuperaron
nos presentamos. Sabemos que nuestro proyecto fue muy valorado y se quedó a las
puertas, porque al final la ayuda se destinó a las obras de la torre de la
catedral del Buen Pastor», explica la primera edil. «Trabajamos el proyecto
para mejorarlo, lo presentamos en junio del año pasado y estábamos
esperanzados, pero muchas veces cuesta que este tipo de ayudas lleguen a
pueblos pequeños», reconoce Ruiz de Larrinaga. La buena noticia llegó el mes
pasado: el Ministerio de Fomento aportará el 75 % del presupuesto, que asciende
a 725.000 euros. El Gobierno Vasco aporta 75.000 euros al plan de
rehabilitación, «y solicitaremos la ayuda de la Diputación Foral. El
Ayuntamiento de Zerain tendrá que aportar el 10%», añade la regidora.
Frenar el deterioro
La historiadora Beatriz Herreras
Moratinos es especialista en patrimonio industrial vasco y conoce de cerca el
Coto Minero de Aizpea, «uno de los elementos más importantes de patrimonio industrial
de la Comunidad Autónoma». Herreras ha constatado cómo los hornos «se han ido
degradando, y lo que se va a hacer es tratar de parar el deterioro en una
primera fase y restaurarlos. Es tan fácil y tan difícil como eso. Toca
consolidarlos y rehabilitarlos».
La alcaldesa añade que la
rehabilitación contempla «vaciar los hornos. Se quedaron como estaban y algunos
tienen material dentro. Al parecer también existe la posibilidad de lograr que
se puedan visitar por dentro, así que tras los trabajos se enriquecería la
visita actual».
Los tres hornos se construyeron en
1903 y dejaron de funcionar en la década de los 60. «Patricio Echeverría hizo
unas remodelaciones en un momento en el que la chatarra era muy cara, buscó
hierro en la zona de Zerain y Mutiloa e hizo pruebas de calcinación en esa
zona. Sí se sabe que hizo unas modificaciones a los hornos: mejoró el tiro, por
ejemplo. Y eso también se respetará en la rehabilitación, evidentemente, porque
es la historia de los propios hornos», explica Herreras Moratinos.
La actuación en los hornos es otro
avance en los pasos que se han ido dando para recuperar el pasado minero de
Zerain, que hace dos décadas tomó conciencia del potencial que escondía la
Montaña del Hierro, como pasó a denominar el complejo minero, muy deteriorado
desde su clausura en 1951.
Imagen de la noticia |
En 2008 logró que el Gobierno Vasco
lo declarara Conjunto Monumental y tras años de gestiones con particulares y
propietarios, se hizo con la titularidad de todo el monumento. Desde entonces,
han sido numerosas las actuaciones que se han llevado a cabo. En octubre de
2013 se inauguraron los que han supuesto uno de los principales «saltos
cualitativos» del coto minero: los trabajos de consolidación del taller de
transformación del mineral, es decir, de toda la infraestructura que rodea a
los tres enormes hornos de calcinación.
En concreto, los trabajos se
centraron en el depósito superior, al que llegaba el mineral crudo extraído de
la montaña; el cargadero inferior que recogía el mineral una vez calcinado en
los hornos; y parte de la estructura del cableado aéreo que servía para
transportar este mineral hasta Ormaiztegi, desde donde, en tren, se llevaba
hasta Pasaia.
Basándose en los proyectos
originales de 1939, se reconstruyeron las estructuras y maquinaria tractora de
este tranvía aéreo, así como dos castilletes, de 17 y 8 metros, entre los que
se colocó un cable acerado idéntico al original, y baldes de transporte también
originales.
Además de permitir recuperar la
identidad y preservar los orígenes del municipio, las actuaciones en el
complejo minero han destapado todo su potencial turístico. Zerain acoge «cerca
de 20.000 visitas anuales», señala Aitziber Makazaga, responsable de la Oficina
de Turismo. Periodos festivos como la Semana Santa y los fines de semana
suponen una suerte de 'temporada alta', pero muchos días es posible ver a
grupos de escolares, jubilados o algún turista visitando Aizpea.
El Coto es un gancho turístico de
primer orden para quien desee conocer el interior del territorio y que se complementa
a la perfección con una parada gastronómica en alguna de las sidrerías de la
zona. Un plan que atrae no solo a vascos, sino también a catalanes o
madrileños. En los últimos años también crece el interés de los extranjeros.
«Hemos recibido a ingleses, pero sobre todo a franceses».
Con la recuperación de los hornos se
consolida el atractivo turístico de Aizpea. En su día se avanzó que la guinda
al proyecto consistiría en la recuperación del pequeño tren que trasladaba el
mineral desde las galerías. De momento, continuará siendo un proyecto.
Fuente
de la noticia https://www.diariovasco.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario