Artículo de M. Rabanillo para Diario
de León
La apertura al uso turístico esta
semana en Asturias del pozo minero de Sotón, en Sotrondio, en donde se ofrecerá
la posibilidad de comprobar, a 600 metros de profundidad, los avatares de la
actividad minera, obliga a repasar los proyectos similares que aún están
pendientes en León. La provincia cuenta con 1.325 bienes industriales
tipificados, muchos de ellos procedentes de la actividad minera y algunos con
aspiraciones de ser aprovechados para el uso turístico.
Así ocurre en Sabero, con la segunda
fase del Museo de la Minería y la Siderurgia de Castilla y León en el aire, lo
que supondría la rehabilitación del grupo minero Sucesiva y la declaración de
Bien de Interés Cultural de los castilletes de los pozos mineros de La Herrera
I, en Sahelices de Sabero, y La Herrera II, en Sotillos. La ausencia de
convenios de los fondos Miner ha dilatado en el tiempo la puesta en marcha de
estos proyectos, que originariamente preveían hacer visitable parte de la mina
de Hulleras de Sabero. La segunda fase, sin embargo, se paralizó en 2007 a los
dos meses del inicio de las obras debido a problemas técnicos y no se ha vuelto
a retomar.
El proyecto inicial incluía la
rehabilitación integral del Pozo Inclinado Sucesiva, sus edificios anexos, la
construcción soterrada de dos nuevos, acompañado de la restauración de la zona
de vías hasta la zona de descarga, con la recuperación original de su
recorrido.
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Además, estaba previsto construir el
edificio conocido como el lucernario, que según el estudio sería totalmente
transparente, de cristal, y con una altura de doce metros, lo que lo
convertiría en la atalaya del conjunto histórico y en la pieza contemporánea
más importante y llamativa del proyecto del Museo Minero de Sabero. Esta iniciativa
contemplaba también la actuación en la zona del complejo de descarga, casi
perdido, y con él la configuración original del recorrido del tren de vagonetas
desde Sucesiva a la zona de descarga. Sí que hay voces que exigen que no se
olvide como es el caso de la Asociación de Amigos del Museo, que considera que
su puesta en marcha enriquecería de forma significativa la oferta actual del
MSM y, además, protegería del expolio al patrimonio minero del valle.
El de Sabero no es el único caso de
la provincia con la explotación turística del patrimonio minero pendiente. En
Fabero, el pozo Julia también se mantiene a la espera de convertirse en centro
de interpretación de la minería, un proyecto estancado que ya ha sido sometido
a obras para su musealización. También en este caso la iniciativa ha sido
víctima de la paralización de los fondos Miner, después de que fuera cedido al
Ayuntamiento en 2007 y este invirtiera medio millón de euros en acondicionar
una galería.
También el pozo Ibarra, en Ciñera de
Gordón, sigue a la espera de ser el emblema de un futuro centro de
interpretación. El castillete, emblema de la Hullera Vasco Leonesa, ya ha sido
declarado Bien de Interés Cultural, el único patrimonio minero de la provincia
que ostenta esta categoría, aunque el conjunto del proyecto ha sido víctima de
la precaria situación de la Vasco, que firmó un convenio junto a la Junta y el
Ayuntamiento para poner en marcha la primera fase.
En la tercera cuenca minera,
Laciana, no se ha puesto en marcha ninguna iniciativa turística relacionada con
el patrimonio minero y hay controversia por la conversión del ramal de
ferrocarril de Villaseca en un camino natural, cuyas obras están pendienten de
adjudicación por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
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