El presidente de la Diputación,
Alfonso Rus, inauguró el sábado la sala polivalente de Almoines, ubicada en la
antigua Fábrica de la Seda Lombard y que ha sido rehabilitada gracias a
diferentes ayudas de la institución provincial. El acto contó con la
participación del alcalde de la localidad, Antonio Olaso.
La Diputación de Valencia ha destinado cerca de 175.000 euros a rehabilitar y recuperar este emblemático edificio del siglo XIX que desde hoy se convierte en un espacio lúdico cultural para el disfrute de los vecinos de la localidad.
La rehabilitación ha sido posible gracias a diferentes ayudas de la corporación provincial procedentes de diversos planes y programas como el Plan Provincial de Obras y Servicios (PPOS), el programa de restauración de bienes e inmuebles de valor histórico artístico de 2012 o un convenio firmado en este mismo año por un importe de 100.000 euros.
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El nuevo edificio que tiene una superficie de cerca de 400 metros cuadrados
está destinado a albergar todo tipo de iniciativas y actividades que puedan ser
de interés para los ciudadanos de Almoines como exposiciones, obras teatrales,
conciertos, proyección de películas o actividades para niños.
Por su parte el primer edil, José Antonio Olaso destacó que gracias a la ayuda de la Diputación, “Almoines recupera hoy una pequeña parte del patrimonio del pueblo, su historia y la de aquellas personas que han pasado parte de su vida trabajando en esta fábrica que se convierte en un espacio abierto para todos los vecinos”.
Fuentes
de la noticia
Almoines
recupera el emblema de la arquitectura industrial de la Safor.
Artículo de Óscar de la Dueña para
Levante -emv
La Fàbrica de la Seda de Almoines,
el mejor ejemplo de la arquitectura industrial de la Safor, inició ayer una
nueva etapa. La construcción de este histórico inmueble arrancó en el año 1848,
con la llegada del francés Enrique Lombard Gaujox. El empresario dio un impulso
a la producción y el comercio de la seda a través del hilo del gusano.
Esta industria fue tan floreciente
que la fábrica de Lombard llegó a emplear a varios cientos de vecinos de la
Safor durante décadas. En el momento de mayor actividad, según apunta el libro
Rasgos Históricos de Almoines, contó con más de 900 jornaleros. Esto generó que
hasta Almoines llegaran cada día trabajadores de distintas localidades.
Además, el empleo que ofreció la
producción de la seda y su exportación durante más de cien años hizo que muchas
familias fijaran su residencia en Almoines a lo largo del siglo XX y que por
las instalaciones de Lombard pasaran varias generaciones de un mismo hogar.
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Pero las cosas fueron cambiando para
mal poco a poco y año tras año la producción era menor. Tras más un siglo de
intenso trabajo, ya en la década de 1970, el negocio de la seda en Almoines
entró en declive y la gestión de la fábrica tampoco fue la acertada. Todo esto
hizo que una década más tarde la histórica fábrica de Lombard echara el cierre.
En estos momentos, Almoines dispone
de 800 metros de este edificio y los ha destinado a crear el primer centro
cultural de la localidad, ya que hasta ahora sólo dispone de una pequeña Casa
de Cultura.Pero conservar estos 800 metros en pie no ha sido tarea fácil para
el actual gobierno. Entre las cosas que se encontraron fue una descatalogación
de la protección de la parte municipal del edificio que había llevado a cabo el
anterior ejecutivo de Compromís: «Los gobiernos del Bloc pidieron una ayuda a
la Diputación de Valencia de 41.800 euros para derribar dos naves de este
importante inmueble y crear un aparcamiento para coches». Los populares
modificaron esa ayuda, evitaron la demolición del edificio y comenzaron una
restauración que ha durado casi cuatro años.
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