Autor artículo: Davis Montañes
El pozo Espinos, el pozo San José y,
próximamente, el pozo San Bárbara. Turón esconde joyas vinculadas a la
arqueología industrial que, tras ser restauradas, se han quedado olvidadas, sin
uso, casi condenadas a sufrir una segunda muerte. El Gobierno de Mieres
pretende rentabilizar las importantes inversiones que se han hecho en el valle,
impulsando un proyecto de gestión conjunto de instalaciones y equipamientos que
tenga algún tipo de atractivo turístico. Los administradores municipales ya han
trasladado al Ministerio de Cultura un proyecto para crear en Turón un gran
parque temático industrial, que utilizando como base la antigua actividad
minera, permita armonizar una plataforma turística abierta a todo tipo de
iniciativas. Se trata de una vieja aspiración de IU que ahora retoman con la
decisión de hacerla realidad.
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El alcalde en funciones de Mieres,
Manuel Ángel Álvarez, explicó a LA NUEVA ESPAÑA que el Ayuntamiento acaba de
trasladar al Ministerio de Cultura una propuesta para poner en marcha un plan
de gestión de los recursos turístico del valle de Turón. "El primer paso,
en el que nos encontramos, es lograr una subvención de entre 40.000 o 60.000
euros para elaborar una proyecto", señaló el dirigente de IU. En este
proceso, el Consistorio cuenta con la colaboración de la Asociación Santa
Bárbara, con una especial implicación de su grupo de arqueología industrial. A
este paso le seguirán otros. El Gobierno local no tiene prisa, pero quiere
sentar la bases de una actuación ambiciosa y vertebradora: "Con el
proyecto redactado, plantearíamos un plan de inversiones a 10 años para
unificar todos los enclaves turísticos que existen en Turón", remarcó
Álvarez, que asume que el coste de la iniciativa, con una estimación que
rondaría los 8 millones de euros, será el gran escollo a salvar. "Lo
importante es poder disponer del proyecto, ya que después nos encargaríamos de
buscar vías de financiación colaborando con otras administraciones e intentando
conseguir ayudas europeas", indicó el alcalde en funciones.
La idea del Ayuntamiento de Mieres
nace de una necesidad. El Consistorio no ha conseguido dotar de contenidos al
reformado pozo San José. En pocos meses arrancará la rehabilitación de otra
histórica explotación, Santa Bárbara, para la que tampoco hay previsto un uso.
Además, en el valle se han hecho otras inversiones que no han sido
rentabilizadas. La senda verde, por ejemplo, está salpicada de enclaves mineros
que en su momento fueron recuperados para poder ser visitados. Asumiendo que
será complicado encontrar soluciones a estos problemas por separado, los
gestores municipales han optado por intentar encontrar un arreglo común. La
idea es poder integrar en estos espacios todo tipo de propuestas culturales,
hosteleras, artesanales o medioambientales. "Estudiaremos todas las
propuestas del ámbito privado, publico y asociativo que nos lleguen",
señaló Manuel Ángel Álvarez.
El valle de Turón tiene una larga
lista de enclaves que el Ayuntamiento considera que, unificados, ofrecerían una
plataforma turística que podría ser difundida dentro de un paquete único: La
iniciativa se estructura sobre tres grandes pilares: los pozos San José,
Espinos y Santa Bárbara, pero hay más.
Pozo Santa Bárbara: El primer conjunto minero declarado
bien de interés cultural en Asturias, afronta una nueva reconversión. El
Ministerio de Cultura ya tiene en marcha la primera fase de restauración de las
instalaciones, que será adjudicada en los próximos días y que incluye la
recuperación de los dos castilletes, la sala de compresores y el pozo de
ventilación. El complejo se pondrá así a salvo del olvido y la herrumbre para
convertirse en emblema del patrimonio minero de Asturias y futuro museo.
Pozo San José: Esta vieja explotación minera fue
rehabilitada en 2010. La instalación, una vez recuperada, muestra más de 300
piezas de relevancia para los estudiosos de la arqueología industrial. Destaca
el castillete, que se pintó de un llamativo color rojo para destacar dentro del
conjunto y convertirse en un hito en el entramado urbano del valle de Turón.
Tras las obras, que costaron un millón de euros, está en desuso.
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Pozo Espinos: La instalación, con su castillete
de madera, fue reformada hace diez años con fines turísticos. Los trabajos
contaron con un presupuesto de 400.000 euros y se enmarcaron dentro del plan de
potenciación turístico de la senda verde de Turón.
Senda Verde de Turón: Esta vía peatonal sigue la traza
del antiguo ferrocarril minero que transportaba carbón desde el grupo La Hueria
hasta Fortuna. Se construyó hace tres lustros, con una inversión inicial de más
de 700.000 euros. Su trazado está plagado de referencias a la minería.
Pozo Fortuna: Convertido en centro de
interpretación, se trata del gran referente de la memoria histórica ligada a la
represión franquista en Asturias. La inauguración del conjunto en recuerdo de
las personas que fueron arrojadas por la caña del pozo tuvo lugar el 15 de
abril de 2005.
Monumento al Minero: Está situado en el alto la
Colladiella, en pleno paisaje protegido de las cuencas mineras y a 800 metros
de altitud en los límites de los concejos de Mieres, Langreo y San Martín del
Rey Aurelio, Laviana y Aller. Fue inaugurado el 11 de junio de 1972. Es una
obra de Diego Dorado, artesano del metal, y natural del valle de Turón, según
diseño de Sabino Fernández Antuña
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