Llevo más de 12 años dedicándome a la divulgación, defensa y valorización del Patrimonio Industrial y 18 años ejerciendo de arquitecta, y sí parece que esté alardeando del tiempo que llevo trabajando, incluso os podría decir que soy doctora en arquitectura (ooh, mírala cómo alardea…). Digo todo esto, porque parece que se está convirtiendo en práctica habitual de otros profesionales de mi sector de la arquitectura (que no compañeros de profesión), cosa que me resulta francamente ridícula, pues creo que el trabajo de cada uno se debe demostrar con las acciones que realiza y con el trabajo que hace.
En mi caso, me dedico al estudio, divulgación y
defensa del Patrimonio Industrial, un patrimonio que, como ya sabéis, está todavía
muy infravalorado por mucha gente, sencillamente por no tener cierta antigüedad,
por considerarse sin valor arquitectónico sencillamente por no tener una
fachada decorada como una iglesia o porque se considera una “obra menor” de algún
arquitecto (odio el término de obra menor, porque directamente busca dar menos
valor por el mero hecho de no tener tanto valor para el autor de esa
valoración), e incluso he tenido que leer o escuchar que es una arquitectura de
“mala construcción” (otra vez están errados, pues suelen ser construcciones
bastante sólidas para aguantar un trabajo pesado en su interior) o incluso es
que “son feas”, sobre esto sinceramente no vale la pena ni comentar.
Desde el momento que comencé a trabajar en la
valorización de ejemplos de Patrimonio Industrial, para intentar protegerlos y
no derribarlos he sido objeto de crítica de otros “profesionales” en sus informes,
e incluso en sus opiniones en prensa; en vez de dedicarse a estudiar y ver qué
valores tiene una antigua construcción industrial o a justificar la falta de
valor que ellos proponen. Dentro de sus argumentos para justificar la falta de
valor (que ellos creen), intentan menospreciar mi trabajo y a lo que me dedico,
e incluso intentan desprestigiarme (me han acusado incluso de estar politizada,
es para partirse de risa). Lamentablemente esto me ha ocurrido más veces de las
que quisiera recordar.
Solo quiero decirles a todas esas personas, que cuando
yo realizo un trabajo de estudio y valorización de Patrimonio Industrial, como
perito profesional que redacta un informe, me centro en el objeto de estudio y
lo valoro desde mi experiencia y saber hacer, no necesito entrar en juicios de
valor sobre el trabajo de otros profesionales, ni intentar desacreditarlos para
buscar tener más razón. Estamos hablando de valorar un conjunto patrimonial, no
de crear un circo mediático, que en la mayoría de los casos lo que busca es que
se preste más atención a esas personas que parece que quieren ser el centro de
todo, antes de lo que es verdaderamente importante, el Patrimonio Industrial.
Mis razones son el propio Patrimonio Industrial y los
valores que considero que tienen y el por qué debe ser protegido, nunca voy a
necesitar buscar desacreditar e infravalorar el trabajo de otro profesional.
Diana
Sánchez Mustieles
Dra.
arquitecta y arquitecta voluntariosa.
¡Qué tengáis una feliz e industrial semana!
1 comentario:
DIANA: SEGUEIX EL TEU CAMÍ. O ESCOLTES ELS CANTS DE SIRENA DESMORALITZADORS. ESTAN MOLT BÉ ELS CRITERIS I DISCERNIMENTS QUE EMPRES A L'HORA DE VALORAR UNA PEÇA ARQUITECTÒNICA INDUSTRIAL, O NO. SÉ DEL QUE PARLES QUAN ET FAN CANCEL·LACIÓ. L'HE PATIDA A MANTA
Publicar un comentario