BOE del 21 de marzo de 2016, Decreto
22/2016, de 26 de febrero, del Consell, por el que se declara bien de interés
cultural, con la categoría de espacio etnológico, la Ruta dels Molins Paperers
de Banyeres de Mariola al riu Vinalopó.
DESCRIPCIÓN
Y DATOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS
El
curso alto del río Vinalopó presenta un rico y variado repertorio de soluciones
técnicas para el aprovechamiento del agua en actividades domésticas y
productivas. Las distintas culturas que se han asentado en esta zona, han ido
construyendo a lo largo de los siglos toda una serie de elementos del
patrimonio hidráulico a fin de utilizar hasta la última gota de agua existente.
Los
sistemas de regadío derivados del río Vinalopó, fundamentados en el partidor de
aguas que distribuye históricamente el agua de riego para los términos de
Banyeres, Bocairent y Beneixama. Los microsistemas hidráulicos construidos a
partir del aprovechamiento de fuentes y galerías drenantes (nuestros alcavons o
minas de agua, equivalentes a las foggara norteafricanas y los famosos qanat
iranís). Los sistemas de azud y acequia dotados de balsas de decantación y alimentados
de forma complementaria por alcavons, al servicio de molinos harineros, batanes
y papeleros. Y los lavaderos para el uso doméstico, etc.
Una
de las principales singularidades del patrimonio cultural del agua del Alto
Vinalopó es la segregación, casi total, entre usos de regadío y usos mecánicos
del agua. La construcción de molinos se concentró históricamente sobre el
propio curso del río, fuera de los sistemas de acequias construidos para el
regadío, con la salvedad del ingenio que, aprovechaba ya en el siglo XIV la
caída al río de la porción del agua del partidor que correspondía a Biar.
El
crecimiento de la población en época andalusí y tras la conquista cristiana
impulsó la construcción de molinos harineros en el río. La intensificación de
la actividad mercantil y la industria pañera impulsó desde el siglo XV la
construcción de molinos para el apresto de paños (molinos drapers, batanes).
Con el desarrollo de la industria del papel, en el siglo XVIII comenzó la
construcción en el río de molinos papeleros, tendencia sostenida hasta el siglo
XX en paralelo al incremento de la demanda de papel de fumar. En los términos
de Bocairent y Banyeres de Mariola llegaron así a funcionar hasta catorce
ingenios papeleros.
La
reutilización histórica de un mismo salto artificial de agua por molinos de
diversas tipologías resulta habitual, y en ocasiones se conservan molinos de
diverso tipo construidos en asociación.
Banyeres
de Mariola es hoy en día una villa industrial, gracias a su pasado hidráulico. El
Ayuntamiento de Banyeres de Mariola ha sido y es especialmente sensible a la protección
y recuperación del patrimonio cultural del agua, fundamento de su industrialización
y de su identidad cultural como población. La creación, en 1997, del Museu
Valencià del Paper de Banyeres de Mariola, constituye el punto de partida de la
acción pública municipal en pro del patrimonio hidráulico local, gracias a la
colección cedida por Juan Castelló Mora, origen del actual museo instalado en
Villa Rosario.
El
Ayuntamiento de Banyeres de Mariola, no obstante, pretende hacer del museo un museo
vivo. El propósito siempre ha sido, pues, que el museo tenga como ubicación permanente
alguno de los monumentales molinos papeleros del Vinalopó, restaurado estructural
y funcionalmente al efecto. El punto de partida fue la compra por el Ayuntamiento,
en 1991, de todos los edificios, instalaciones hidráulicas y terrenos de la extinta
Papeleras Reunidas, SA (molinos de L’Ombria, Sol y Pont).
Se
han llevado a cabo obras de consolidación interior y exterior del molino de
L’Ombria.
Se
ha rehabilitado la cubierta de la nave principal del molino del Pont. Asimismo,
se ha llevado a cabo la restauración de la acequia y balsa de decantación del
molino de Sol, de gran interés paisajístico y ambiental. Las intervenciones en
este molino continuaron con la consolidación del interior y la rehabilitación
de la cubierta de la nave principal, y recuperación de uno de los edificios
anexos para la creación de un centro de interpretación del río Vinalopó y de la
industria papelera. Dentro del capítulo de conservación y restauración de
infraestructuras hidráulicas destaca la recuperación de una acequia de 50 metros
de longitud vinculada al partidor de las aguas.
Las
intervenciones de conservación, restauración y puesta en valor han estado orientadas
a hacer posible el goce y disfrute público del patrimonio hidráulico del río.
Con este objeto se ha creado la Ruta dels Molins, mediante la apertura, el
acondicionamiento y la señalización del itinerario que discurre junto al río Vinalopó,
que permite realizar un recorrido circular por el área de gran parte del
espacio etnológico.
Así
pues, el río Vinalopó presenta, a su paso por Banyeres de Mariola, un gran
interés cultural, etnogràfico y arquitectónico, en un entorno prácticamente
intacto, sin degradación biológica, polución o contaminación acústica, contando
además con una rica flora y fauna, aunando su riqueza paisajística y
medioambiental junto a numerosos elementos de la llamada arquitectura
industrial o del agua.
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