Artículo
de Javier Nomdedeu para El Periódico Mediterráneo
El proyecto de rehabilitación del
edificio de los hornos árabes de la Real Fábrica del Conde de Aranda ya está en
fase de adjudicación. Cuatro empresas optan a realizar las actuaciones y en
estos momentos está en marcha el procedimiento de valoración de las ofertas
presentadas.
La intervención, que asciende a 500.000
euros, aproximadamente, cuenta con una subvención de 200.000 euros procedente
del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), y está enmarcada en el plan
estratégico global de turismo de la Unión Europea para inversiones en inmuebles
de patrimonio cultural.
El alcalde, Samuel Falomir, explica
que las obras tienen que comenzar antes de finalizar el año y la previsión es
que finalicen el próximo mes de mayo.
El plan servirá para hacer visitable
y accesible uno de los espacios de mayor importancia histórica y patrimonial de
la Real Fábrica, de unos 240 m², donde se encuentran los hornos árabes, datados
en torno al año 1805. Su ejecución, indican, contribuirá de forma notable a
atraer visitantes a la capital de l’Alcalatén.
Además, cambiarán la cubierta de la
antigua fábrica Azulejos BIC SL, contigua al edificio de los hornos. El espacio
resultante es de 1.000 m², aproximadamente, de manera que podrá ser utilizado
para usos socioculturales.
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Por otro lado, destacan que se acaba
de iniciar otro proyecto en la manufactura. Se trata de la restauración de la
fachada lateral original, actuación financiada por la Conselleria de Cultura.
De las instalaciones donde se ubica
la emblemática fábrica, el Ayuntamiento adquirió entre el ejercicio 2016 y el
2017 una gran parcela de 9.000 metros, e inició un ambicioso proyecto para
devolver a la sociedad el edificio donde se inició la historia del sector
industrial cerámico de la provincia de Castellón. Hasta la fecha, se habían
llevado a cabo una serie de intervenciones preventivas para frenar el deterioro
de las instalaciones y planificar las futuras actuaciones arquitectónicas y
arqueológicas.
BIC Y 3D // El pleno del Consell
aprobó recientemente el decreto por el que se declara bien de interés cultural,
con categoría de lugar histórico, la Real Fábrica. Con su fundación, en 1727,
la ciudad protagonizó el episodio de renovación de la cerámica más singular y
de mayor trascendencia en la Edad Moderna de España. Y ahora ese edificio puede
visitarse a través de la tecnología 3D.
Fuente
de la noticia https://www.elperiodicomediterraneo.com/
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