Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

lunes, 14 de abril de 2014

Entrevistas del blog. Julián Sobrino Simal


Hoy tengo el placer de presentaros la entrevista que he realizado a Julián Sobrino Simal, al que le agradezco mucho el que aceptara ser entrevistado.

Todos los que os dediquéis de alguna manera al Patrimonio Industrial debéis de conocerlo, pero aún así antes de la entrevista os pongo una breve biografía.

Julián Sobrino Simal
arquind@us.es

Doctor en Historia del Arte: Tesis doctoral "Arquitectura Industrial en Sevilla 1830-1940", 2 de abril de 1998, apto cum laude

Profesor Titular de la Universidad de Sevilla (Escuela Técnica Superior de Arquitectura)

Perfil bioprofesional
Mi trabajo se desenvuelve en el ámbito de la historia de la arquitectura industrial. Muy pronto descubrí el valor de la cultura técnica y científica para completar los contextos históricos. La arquitectura es un espacio de producción social en el que el orden y el caos de nuestro mundo contemporáneo encuentra algunas de sus explicaciones. El patrimonio industrial me permitió conciliar la teoría con la práctica, la disciplina propia de un historiador del arte con las necesarias ayudas de otros campos de conocimiento como la historia económica, la geografía, la antropología o la sociología. De manera que, progresivamente, fui accediendo a un análisis de carácter interdisciplinar, en el cual, los paisajes de la producción cobran pleno sentido como expresión territorial de las relaciones de producción, de las relaciones sociales y de las relaciones espaciales. El reto de investigación se planteaba de nuevo, con la radicalidad de los cambios de nuestro nuevo siglo. Había que proceder a una revisión conceptual y metodológica del patrimonio cultural, en el que se inserta la cultura del trabajo. Para ello había que retomar el carácter histórico del patrimonio industrial, las metodologías derivadas de las TICS y la planificación estratégica de los recursos patrimoniales, en suma, generar un nuevo paradigma del patrimonio marcado por la  responsabilidad ética, por el valor del patrimonio para el presente, por la transferencia de sabiduría de los recursos patrimoniales al proyecto contemporáneo, por la actitud crítica y reflexiva ante los hechos económicos materializados en el patrimonio industrial y por el análisis de los conflictos entre las sociedades, las máquinas y la naturaleza : la gestación del paradigma de la Cliodiversidad.

Julián Sobrino Simal, fotografía facilitada por él para la entrevista.
Entrevista realizada por Diana Sánchez Mustieles

A continuación podéis leer la interesante entrevista.

1- Posiblemente esta pregunta te la hayan realizado muchas veces, pero desde que te conozco he deseado preguntártela ¿Cuándo nace tu pasión/devoción/afición por el Patrimonio Industrial?
Puedo hasta dar la fecha, en 1985, cuando coordinando a un grupo de estudiantes obtuvimos el primer Premio en la “Campaña nacional de arqueología científica e industrial para jóvenes”. En ese contexto de investigación y didáctica educativa innovadora fue cuando descubrí el interés de la dimensión científica, técnica e industrial de la historia (de gran interés para un entonces Licenciado en Historia del Arte y profesor de Instituto que no había recibido formación específica en esas materias). A continuación elaboré un Proyecto para el Ministerio de Educación y Ciencia “Materiales para el Estudio Histórico de la Ciencia y la Técnica en España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Madrid, 1988”. Y hasta hoy, cuando heredero de aquella iniciativa de José María Losada, vivo permanentemente en una fábrica conceptual: investigando, difundiendo, activando y reivindicando el rol fundamental del patrimonio industrial en España.


2- Actualmente ¿Crees que el Patrimonio Industrial está algo reconocido en España?
Lamentablemente no. Nos queda mucho camino por recorrer. Se han conseguido logros: asociaciones generales, temáticas o sectoriales; encuentros científicos; publicaciones de calidad, tesis doctorales; museografía y rehabilitación; avances legislativos… Pero sigue siendo una asignatura pendiente para las administraciones públicas, para las empresas, para los sindicatos, para la Universidad y para los ciudadanos en general. Es un problema de formación histórica y, por tanto,  de mentalidad. Se sigue pensando todavía en términos de fracaso (industrial y de innovación técnica) hecho que opera negativamente en la puesta en valor de la Cultura del Trabajo (entendido el patrimonio industrial en sentido amplio, más allá de su cronología y tipologías). Hemos de superar la invisibilidad de la dimensión tecnológica de la historia de España y de sus complejos marcos socio-territoriales.


3- En los últimos 10 años ¿Consideras que ha mejorado la situación del Patrimonio Industrial o ha empeorado?
En el balance de la última década aparecen luces y sombras. Las luces son: la llegada de investigadores jóvenes (que denomino de tercera generación) como es el caso de quien gestiona este Blog, Diana Sánchez; la incorporación de la protección del patrimonio industrial a las legislaciones autonómicas; las iniciativas de colectivos ciudadanos para salvar testimonios importantes de la industrialización; la presencia de los problemas del patrimonio industrial en los medios de comunicación; los encuentros científicos y las exposiciones (como la de 100 Elementos de patrimonio Industrial, de TICCIH-España). Las sombras: la presión urbanizadora especulativa (a veces en connivencia con la propia administración local o regional); la carencia de planes estratégicos sobre patrimonio industrial en los gobiernos autonómicos; las intervenciones sobre patrimonio industrial carentes de rigor científico; la banalización de los contenidos-fuerza (el sentido histórico y patrimonial) en las actuaciones museográficas; la desaparición de los testimonios de los implicados en los procesos productivos (empresarios, técnicos y trabajadores) sin que quede registrada su memoria.

Y, para ser justo, las propias insuficiencias de los que nos dedicamos al estudio y activación del patrimonio industrial: visión excesivamente objetual del patrimonio (frente a su territorialización y conceptualización), confusión terminológica y conceptual en aspectos metodológicos, carencia de revistas especializadas de calidad (con excepciones como Llámpara, TST o Ábaco) y problemas de coordinación, y a veces de iniciativas similares, entre el universo cada vez más amplio del asociacionismo.


4- Con respecto a la reutilización y gestión del Patrimonio Industrial ¿Crees que España está muy retrasada respecto a otros países de Europa?
Pienso que está muy bien plantear unidas estas dos cuestiones: reutilización y gestión. Ya que los uno es inviable sin lo otro. En nuestro país estamos todavía en un nivel inferior al resto de Europa. Echo en falta más iniciativas complejas, que vayan más allá del simple cambio de uso (que recupera parcialmente el patrimonio en su forma física, obviando sus contenidos sociales, simbólicos, muebles y territoriales). Y, además, sigue siendo un problema el excesivo peso de la reutilización “culturalista” y “turistizante” de los testimonios industriales en detrimento de la continuidad de la producción industrial bajo las nuevas formas que la economía ha adoptado en el siglo XXI (industria del conocimiento y de la innovación y apoyo a la autogestión de los colectivos de jóvenes empresarios –no me gusta el término de emprendedores-). Hay que investigar nuevas fórmulas de activación que contemplen su uso 24 horas por medio de sistemas híbridos de gestión donde coexistan la investigación, la creación y la producción (I+C+P) en espacios destinados a vivienda-taller y vivienda-investigación. Los espacios industriales son laboratorios para experimentar, tanto desde la sabiduría del pasado (patrimonio) como desde los retos del presente (sostenibilidad).


5- Han pasado más de 10 años desde la aparición del Plan Nacional del Patrimonio Industrial ¿Es una buena herramienta para proteger, valorar y recuperar el Patrimonio Industrial?
Este Plan fue una gran idea, ha tenido importantes logros, ha proporcionado definición y orientación. Ha llevado a cabo intervenciones de gran calidad. Pero carece de operatividad de acción debido al complejo marco de competencias de nuestro Estado de las Autonomías y a las propias insuficiencias de gestión del Plan Nacional. Le falta sentido estratégico patrimonial. Que puedo resumir con la siguiente pregunta ¿Cuál ha de ser el estado del patrimonio industrial español en 2020? Y para ello ha de existir en el seno del Consejo del Patrimonio Histórico Español un consenso real, con fechas, acciones y responsabilidades claras. Ha de redactarse un Libro Blanco del Patrimonio Industrial Español que contemple el diagnóstico claro de lo realizado y las tareas pendientes. Esto es muy urgente porque el tiempo (las presiones especuladoras, la fragilidad de los testimonios y los cambios conceptuales) fluye cada vez a más velocidad. Y necesitamos un marco de orientación y armonización de las iniciativas que nos conduzca a estabilizar nuestra situación con la del resto de Europa.


6- ¿Es posible que si la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 hubiese reconocido el Patrimonio Industrial directamente se hubieran evitado más derribos?
Todos sabemos que el hábito no hace al monje. Indudablemente hubiera sido de gran ayuda (como vemos en aquellas legislaciones autonómicas que si han incorporado con claridad el patrimonio industrial) pero, incluso en estos casos (Asturias, Aragón Andalucía…) seguimos en condiciones de gran precariedad y sobresalto continuado (La fábrica de Loza San Claudio en Oviedo, la Fundición Averly en Zaragoza o la Fábrica de Vidrio La Trinidad en Sevilla, por citar sólo tres ejemplos). Del mismo modo que el estado español no puede renunciar a orientar las políticas generales, las Autonomías deben contar con un Plan Estratégico de patrimonio Industrial. Sabemos cómo hacerlo, tenemos los especialistas, contamos con las buenas prácticas necesarias, conocemos a los agentes que deberían implicarse, hemos detectado los principales errores. No es un problema de financiación. Es un problema de ideas y de actitudes. Es un asunto de gran calado, debido a las implicaciones diversas que tienen los asuntos del patrimonio industrial (su transversalidad intrínseca) de modo que, de su gestión adecuada, se pueden extraer numerosas transferencias extrapolables a otros géneros patrimoniales. Estas variables del patrimonio industrial son sus dimensiones: territorial, desarrollo local, participación, turismo, formación profesional, protección, gestión activa, investigación, impactos medioambientales, reciclaje y rehabilitación.


7- El Patrimonio Industrial en la Universidad ¿Crees que tiene presencia o es el gran desconocido?
La Universidad Española cuenta con buenos profesores e investigadores. Pero está marcada actualmente por el “síndrome del mercado” que se traduce en una orientación individualista, en una huida hacia ningún sitio, en un escaso compromiso con la transferencia social (con las excepciones conocidas) en función de:  University Rankings (de dudosa transparencia), agencias evaluadoras (de escasa representatividad de enfoques investigadores) y de presión de la promoción laboral (insoportable por su precarización). En este panorama, el patrimonio industrial, es explicable la escasa visibilidad e institucionalización de la docencia e investigación sobre nuestra materia. No existe ninguna línea prioritaria, ni de formación y promoción del profesorado, ni de investigación básica o aplicada, que se dirija a pensar qué hacer con los espacios industriales abandonados desde una perspectiva integral, innovadora y transversal. No existe ningún Instituto Universitario Avanzado sobre la Cultura del trabajo en su amplio sentido e implicaciones. No hay Departamentos especializados en Historia del Transporte, ni de la Ciencia, ni de la Técnica, y, mucho menos del Patrimonio Industrial.


8- ¿Crees que se realizan suficientes actividades y eventos para dar a conocer este patrimonio?
A veces pienso que son demasiados. Entiéndaseme, me alegra su proliferación, pero me hastía su repetición de formatos y objetivos. Suelen ser demasiado generalistas, no abordan secuencialmente, en su diacronía planificada de convocatorias, los problemas metodológicos, terminológicos y conceptuales que se detectan en cada convocatoria. Hemos de ser críticos con nosotros mismos. Hemos de producir, en éste campo de conocimiento tan joven una nueva cultura científica que conduzca a una nueva cultura del patrimonio. Hemos de renovarnos. Hemos de incorporar, rápidamente y científicamente, los nuevos enfoques y las nuevas herramientas que están surgiendo por doquier. Y, que para mí, nos hablan de un cambio de paradigma inminente del patrimonio cultural.


9- Algún caso de patrimonio industrial en peligro que quisieras denunciar en estos momentos.
Bueno, no habría espacio en esta entrevista y colapsaría este blog. Son incontables. Teniendo en cuenta las transformaciones actuales del territorio -urbano, metropolitano y regional-, el cambio de los modelos productivos -energía, organización laboral y equipos técnicos-, las transformaciones sociales –tipología familiar, modos de consumo, mercado laboral-. Los elementos, conjuntos y sistemas patrimoniales vinculados a la industrialización, que están desapareciendo o ya se han desaparecido, son muy numerosos. Ese es nuestro reto, pero también es la lógica interna de la producción: su transformación constante y su extinción. Esa es la verdadera fábrica. Hecha para ser modificada, para ser destruida. La fábrica no es un monumento, aunque a veces lo parezca, es un espacio de flujos inmateriales (el conocimiento técnico y las producciones simbólicas), de presencias físicas (paisajes, arquitecturas, instalaciones y maquinarias), de conflictos permanentes (entre los grupos sociales, entre éstos y la tecnología, y entre lo anterior y el medio ambiente). En España, como indicaba antes, existe un problema, no sólo de conocimiento, ni de percepción, ni de mentalidad, sino, indudablemente de gestión. Debería crearse un Centro de Estudios de la Cultura del Trabajo, dependiente del Instituto de Patrimonio Cultural de España, donde se abordaran, planificada y estratégicamente, estos problemas que he ido reseñando a lo largo de la entrevista y que concreto en: la gestión del patrimonio documental (oral, escrito, cartográfico e iconográfico), en el inventario general de patrimonio industrial español (suma de los ya realizados con los que, urgentemente, se han de llevar a cabo, la formación especializada en restauración de bienes industriales (muebles e inmuebles), en la orientación sobre la conservación dinámica de los paisajes de la industrialización (proyecto y ordenación).


10- Si te dejaran realizar alguna acción sin importar el dinero ni los medios (soñar es gratis) ¿cuál es la primera que harías?

Voy a pedir tres cosas. La primera que haría sería constituir un grupo de trabajo en el seno del Instituto de Patrimonio Cultural de España que abordara la redacción del Libro Blanco del Patrimonio Industrial en España, desde la transversalidad intrínseca a estos bienes culturales. La segunda sería convocar a las Asociaciones de Empresarios y a los Sindicatos para abordar los problemas del patrimonio histórico industrial activo. La tercera cosa sería pedirle a mi Universidad de Sevilla que me concediera el lugar y los fondos necesarios para constituir un Laboratorio Avanzado de Investigación sobre los Espacios Industriales.

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