Noticia de LNE
"Contamos con disponer de la
modificación del Plan General en diciembre de este año para desarrollar el
proyecto de urbanización en 2021 y empezar las obras en 2022. Eso no implica
que no podamos ir anticipando la disponibilidad de parcelas. Vamos a iniciar
próximamente el desmantelamiento del centro de aguas, que tenía arrendado
Arcelor, y que ocupa cuatro parcelas del PEPA. Pretendemos disponer de esas
parcelas de manera inmediata", expuso Cervera. La definición de usos de
los terrenos también marcará el proyecto de descontaminación y su coste. En las
36 hectáreas que ocupan las baterías de coque se pretende mantener superficie
para uso industrial, pero habilitar también otro tipo de calificaciones para
poder abrir el abanico de posibles inversiones y no tener que depender de
modificaciones posteriores. Cervera fue gráfico con la relación entre los usos
y la descontaminación: "Encargaremos el proyecto de remediación y
descontaminación en función de los usos. No es lo mismo descontaminar para
instalar industria que para poner una guardería. Por eso no se puede decir el
coste. Hacemos la estimación de 4,5 millones para un parque empresarial de
carácter industrial, para ese nivel de calificación urbanística. Habrá que
modificar al alza o a la baja o en función de las necesidades que
tengamos".
El PEPA 2 está llamado a ser uno de
los primeros parques empresariales del país con etiqueta verde, el plan de
Sepides para contribuir a la sostenibilidad. Se seguirán criterios de
construcción sostenible para poner en el mercado "un suelo especializado y
de calidad" con el objetivo último de "atraer inversiones que generen
desarrollo económico para Avilés y su comarca".
De cumplirse el plan que tienen
entre manos el Estado y el Ayuntamiento de Avilés, el desmantelamiento de la
coquería comenzará el próximo año. Los defensores del patrimonio industrial se
llevaron ayer la peor de las noticias. Ese desmantelamiento y demolición será
en un principio "total". No está inicialmente en los planes de
Sepides mantener nada en pie, gasómetros incluidos.
"Se desmantelarán las baterías
al completo. No hemos encontrado ningún elemento de estas instalaciones que
estén catalogados ni que sean consideradas singulares. Queremos que el proyecto
de desmantelamiento y demolición esté adjudicado en junio y empezar la obra
inmediatamente después", aseveró Cervera en la presentación del proyecto
que tuvo lugar ayer a mediodía en el salón de recepciones del Ayuntamiento, un
acto en el que participaron representantes de entidades, empresas y del tejido
social avilesino.
El presidente de Sepides dejó una
puerta a la esperanza, pero fue claro y meridiano. "Si la empresa
encargada del estudio comprueba que hay elementos estructurales que es
conveniente salvar o mantener, porque son coherentes con los usos del parque,
sí se mantendrán. Por ejemplo, si se decide que uno de los usos sea hacer naves
nido igual se podría mantener el almacén de graneles, pero no hay previsión
inicial de mantenimiento. La intención es desmantelar y desarrollar un parque
empresarial", sentenció.
El Estado defiende que este plan
("Uno de los proyectos de desmantelamiento industrial más grandes que se
van a hacer en España") tiene unos "costes económicos, sociales y
temporales, y también beneficios económicos, sociales y temporales".
"Tenemos cuatro años para tener disponibilidad de esas parcelas y culminar
todo el desarrollo del proyecto en cuatro años. Cualquier cosa demoraría el
desarrollo del proyecto", incidió.
El debate está servido. Lo abrió
ayer mismo en el salón de recepciones el secretario general de la unión
comarcal de Comisiones Obreras (CC OO), José Manuel Baltar. "Sería un error
grave no aprovechar parte de ese patrimonio", dijo para poner a
continuación el foco en los gasómetros. Planteó conservar uno como sede de
empresas, a imitación de otros proyectos que existen en Europa.
La respuesta de Sepides hace prever
que los gasómetros, una de las señas de identidad del paisaje industrial
avilesino, tiene sus días contados, como no hace tanto ocurrió con la antigua
térmica de Ensidesa. Si el objetivo es poner en el mercado suelo para
inversiones empresariales a precio competitivo, no hay más vida para los
depósitos. "Me he informado y el último que se desmanteló supuso un coste
de 600.000 euros. De los dos que hay en Avilés, solo sería mantenible el
segundo, porque el primero influye en los accesos. Los dos están súper contaminados,
pero el salvable, en concreto, está lleno hasta la mitad. Habría que
desmantelarlo, descontaminarlo y reconstruirlo. Y eso supone tiempo y dinero.
Lo hemos visto, lo hemos analizado y es inviable. No me comprometo al
mantenimiento de ningún elemento", concluyó Cervera.
En las intervenciones no hubo
referencias al coste que tendría recuperar, mantener y dar uso a un gasómetro,
pero sí en los corrillos. El gasómetro alemán de Oberhausen, hoy sala de
exposiciones, es uno de los ejemplos recurrentes de recuperación de patrimonio
industrial. Supuso un desembolso de 52 millones de euros, doce más del
presupuesto que se maneja para todo el plan de baterías.
Fuente
de la noticia https://www.lne.es
El
polígono de los suelos de baterías de cok costará cuarenta millones y estará
finalizado en 2023
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de la noticia https://www.elcomercio.es/
“El
coste de mantener un gasómetro sería difícil de conjugar”
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de la noticia https://www.elcomercio.es/
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