Autora
artículo es Ana Gaitero para Diario de León
Un
tren de vapor para Laciana que «no es humo». Es el proyecto diseñado por
Alejandro Campillo y Daniel Pérez Lanuza, de la Asociación Cultural Ferroviaria
Berciana, para poner al valle en el «mapa del turismo». Un tren histórico que
combina el pasado industrial con un patrimonio natural excepcional por los
siete kilómetros del ramal minero de Villablino a Villaseca.
La
iniciativa, respaldada por el Club Xeitu, pretende salvar el ramal, de 95 años
de antigüedad, que fue construido por la Minero Siderúrgica de Ponferrada al
mismo tiempo que el ferrocarril Ponferrada-Villablino para transportar el
carbón desde los pozos mineros hasta la térmica. Frente a su desmantelamiento
para habilitar una vía verde, plantean la conservación del ramal minero como
defensa del patrimonio industrial, memoria histórica y recurso económico. «Un
viaje en tren de vapor individualizaría la oferta económica de Laciana»,
subrayan.
El
estudio señala que para poner en marcha esta iniciativa turística «hace falta
más voluntad política que euros», si bien se apunta la cifra de medio millón de
euros, la mitad de lo presupuestado en la vía verde.
Para
recuperar la infraestructura, sin circulación ferroviaria desde 1995,
consideran «necesarias pequeñas obras de consolidación de taludes, pontones y
restitución de carril y traviesas» donde ha desaparecido. Proponen la
intervención de brigadas de obras de la Diputación y Ayuntamiento de Villablino
durante varias jornadas bajo el asesoramiento de la Asociación Cultural
Ferroviaria Berciana.
El
tren histórico sería compatible con el uso cicloturista en una segunda fase.
«El uso ferroviario no tiene mayor inconveniente que el correcto estado de la
vía para su uso», precisan. La iniciativa pasa por permisos de CMC, actual
propietaria del ramal, y de la Junta de Castilla y León.
El
centro de recepción del tren turístico se propone ubicar en la estación de
Villablino, en el edificio de viajeros, propiedad de la Junta, que albergaría
también un pequeño museo etnográfico del ferrocarril. Se requiere un remozado
general del edificio y la autorización de CMC para utilizar el gabinete de
circulación de la estación para realizar maniobra.
En
Villaseca se propone que se destinen las instalaciones del antiguo cargue para
instalar una nueva playa de vías simplificada y sería necesario habilitar un
andén y un edificio de viajeros. Es el lugar idóneo para establecer una sección
museológica referente al trabajo minero y los ferrocarriles interiores de las
minas.
Junto
al antiguo apartadero de Sosas, en la explanada de La Venta, habría que
construir una nave con dos vías, grúa y foso de inspección para disponer de un taller
en el que atender las necesidades de mantenimiento del material de tracción.
También se necesita instalar aquí una aguada para el suministro de locomotoras
de vapor.
La
tracción del tren histórico se encomendaría preferentemente a la PV31 que está disponible
para su servicio inmediato tras ser restaurada con dinero de la Junta de
Castilla y León. Pero, además, se dispone de otras máquinas, como la PV19, que
con «una intervención menor» podría tirar del tren.
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Ambas
máquinas se encuentran en el Museo del Ferrocarril de Ponferrada y existen
otras recuperables para el servicio en el Museo Nacional de la Energía además
de otras nueve en el museo ponferradino «con una cuantía de inversión mayor».
Las
labores de apoyo correrían a cargo de las locomotoras diésel Krupp 600
estacionadas en Villablino y propiedad de CMC, que necesitarían una
rehabilitación integral pues llevan años a la intemperie. También se puede
recurrir a locomotoras en activo como las Alsthom 1000 de la Comunidad
Valenciana.
El
tren histórico necesitaría material remolcado para un centenar de plazas. El
Ayuntamiento de Villablino dispone de un coche de viajeros, original de la MSP,
de 48 plazas que «con una intervención en los propios talleres municipales se
puede poner en servicio». Otro coche de viajeros se encuentra en el CIT de
Santa Marina del Sil, para lo que se propone un acuerdo de cesión y así sumar
las cien plazas. En otro caso, habría que recurrir a cesiones de coches de vía
métrica de los museos asturianos o del País Vasco.
El
tren funcionaría, en principio, entre mayo y octubre, en fines de semana y
fiestas señaladas. En las primeras fases se aconseja no profesionalizar al cien
por cien el personal para ahorrar costes promocionando el voluntariado de las
asociaciones culturales sin ánimo de lucro.
Eso
sí, deben tener unos conocimientos mínimos del ferrocarril que se ofrece a
impartir la Asociación Cultural Ferroviaria Berciana, «entre cuyos socios se
encuentran profesionales de larga trayectoria en todos los ámbitos necesarios».
Con
este tren se pretende diversificar la oferta turística de Laciana «con un
producto único en la Comunidad Autónoma y en todo el noroeste español y
preservar las culturas ferroviaria y minera tan integradas en la forma de vida
de los lacianiegos», subrayan Campillo y Pérez Lanuza.
Asimismo,
posibilitaría la integración en el núcleo urbano de Villaseca de la zona del
antiguo cargadero e instalaciones anexas, la potenciación del ferrocarril como
medio de transporte sostenible y el aprovechamiento turístico de la ribera del
Sil en casi 5 kilómetros.
«El
valor histórico y cultural del ferrocarril Cubillos-Villablino como patrimonio
industrial es indudable», apunta el director del Museo del Ferrocarril de
Gijón, Javier Fernández. A su juicio, se trata de una línea de «gran interés»
para explotar «como complemento alternativo a la minería» cuyo empleo, hoy por
hoy, es imposible restituir.
Sin
embargo, al igual que las asociaciones del ferrocarril, considera inviable
poner un tren histórico por toda el recorrido debido a su longitud y propone el
ramal de Laciana como punto de partida de un proyecto turístico singular. El
experto, que ha colaborado en la puesta en marcha del tren minero de Samuño en
Langreo (Asturias), anima a la población y a los políticos a conservar el ramal
porque «es un patrimonio histórico singular que no tiene parangón más que en el
tren de Azpeitia mientras que vías verdes hay muchas».
Los
trenes históricos van a vapor pero no son humo. «No generan un nicho de empleo
potensísimo pero contribuyen a la dinámica del yo-yo. Laciana ahora está abajo
y hay que hacer algo para que suba», recalca. La comarca puede sacar partido «a
la singularidad de su pasado minero y ferroviario», añade.
En
España más de treinta iniciativas de ferrocarriles históricos que se han
constituido en asociación recientemente en Valladolid para ofrecer
asesoramiento gratuito a los proyectos. «Castilla y León es una de las
comunidades donde más iniciativas están surgiendo con trenes históricos»,
apunta Fernández, que figura entre los firmantes del manifiesto que respaldan
la petición del Club Xeitu para que el ferrocarril minero y el único ramal que
conserva en Laciana sean BIC.
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