La
familia Goerlich se persona en el expediente del Metropol para paralizar su
derribo
Artículo
de Carlos Aimeur para Valencia Plaza
No le ha sorprendido. Así lo comenta Andrés Goerlich, quien recuerda
que hace unos meses ya tuvo un primer contacto con el concejal de Desarrollo
Urbano, Vicent Sarrià, en
el que éste se mostró poco optimista. A los descendientes del arquitecto Javier
Goerlich la noticia de que el informe encargado por el Ayuntamiento de
València ha dictaminado que el Cine Metropol no tiene ningún valor no les
ha pillado de sorpresa. Ya habían visto la espada de Damocles pendiendo sobre
el inmueble. Pero no piensan quedarse de brazos cruzados y han iniciado lo que
Goerlich define como “fase diplomática”. Este mismo jueves, sin pérdida de
tiempo, han presentado un escrito en la Junta Municipal del Eixample para
solicitar acceso al expediente del edificio. Su intención es, obviamente, paralizar el derribo del inmueble.
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Y
es que, con los actuales informes municipales en la mano, los propietarios
podrían demoler todo el edificio sin dejar rastro de él cuando quisieran, como
si el Metropol jamás hubiera existido. Culminaría así la desaparición de una de
las últimas salas históricas de la ciudad, creada por el periodista y
empresario Vicent Miquel Carceller, y se cumpliría también así, de manera
indirecta, por casualidad, el sueño del franquismo: que no quedase huella
alguna en la ciudad del que fuera editor de La Traca, del
hombre que se atrevió a burlarse de Franco y dibujarlo como un travesti, osadía que le costó la
vida.
En
el escrito, explica Goerlich, se justifica la oposición al derribo total del
edificio y se solicita un nivel de
protección 2, que salvaría la fachada y algunos elementos ornamentales como el
cartel del cine, aludiendo tanto al hecho de que el Metropol forma
parte del patrimonio inmaterial de la ciudad, como a la coherencia de la
memoria urbana, pasando por el hecho de que València no se compone sólo de
elementos tangibles. La intención de Goerlich es mantener una reunión con el
alcalde, Joan Ribó, el
concejal Sarrià y algún representante de la Conselleria de Cultura,
preferiblemente la directora de Patrimonio, Carmen Amoraga, para reconducir la situación y que la tarea
emprendedora del empresario que quiere crear un Hostel no colisione con el
derecho de la ciudad a sus recuerdos.
El informe técnico del consistorio,
hecho público este jueves, y firmado por tres arquitectos, sólo admite “un cierto interés, genérico e
inmaterial” en cuanto a la valoración socio-cultural del cine y su
relación con la memoria de la cinematografía de la ciudad. “Dicho interés tiene
su correlato material en la decoración aplicada en los frentes de la planta
baja-primera, como muestra de los cambios socio-culturales de la València de
las primeras décadas del siglo XX”, reza el texto.
Es
por ello que los tres autores del texto abren la posibilidad de que “se puede
recomendar algún gesto que
permita conservar la mencionada memoria a través de una reinterpretación de la
iconografía Art-déco”, pero, advierten, “nunca prescribir”. Frente
a la memoria, en su estudio sólo se imponen las consideraciones técnicas,
estilísticas, y reflexiones varias sobre “la pobre naturaleza” de la
manufactura del edificio. En cuanto a la valoración urbanística, el estudio no atribuye al cine “valores
estructurales, articuladores o ambientales que deban ser tenidos en cuenta”.
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Ni
tan siquiera paisajísticos. Para los autores del informe, el Metropol es sólo
un pedazo de cemento en medio de una calle. Nada más. Sin ninguna singularidad
reseñable. “Debido a la localización en el centro del tramo largo de la
manzana, nuestro edificio no tiene ninguna percepción especial dentro de la
escena urbana, más allá de su condición de elemento raso del agregado urbano.
En consecuencia no se puede reconocer ningún carácter articulador en su inserción
urbana”, dice el texto.
Irónicamente hablando, el informe
también tiene fragmentos jugosos como cuando alude al mal estado de
conservación del edificio del que culpan al evento Casa-Decor. “A
este [mal] estado ha contribuido indudablemente el hecho de hallarse desocupado
y clausurado, desde hace años, pero también el incendio sufrido en el
cinematógrafo el año 2001, y las remodelaciones estructurales y de uso llevadas
a cabo posteriormente, al parecer con motivo de los eventos Casa-Decor,
que exigieron una serie de refuerzos estructurales que carácter utilitario, los
cuales desfiguran la reversión de un eventual valor de uso de los locales de
planta baja y las viviendas de plantas superiores”.
Con
un discurso entre lo materialista y utilitarista y un profundo desprecio a la
historia sentimental del cine y de la ciudad (ninguna alusión a su
programación, a su éxito entre la ciudadanía…), el largo estudio de 36 páginas
permitiría demoler cualquier edificio antiguo que no fuera singular ni bello,
al margen de cuál fuera su utilidad. Como apunta César Guardeño, de Círculo para la Defensa del Patrimonio, los
argumentos que se emplean con el cine Metropol valdrían exactamente igual para todos los refugios antiaéreos de la
ciudad. Acudiendo a la teoría del lenguaje, el informe realizado
por encargo de la Concejalía puede ser visto como una apología del significante
sobre el significado.
Inaugurado
como cine en 1932, con 86 años de
existencia, el Metropol parece condenado a la piqueta si alguien no
lo impide, si alguien, aludiendo a los numerosos motivos que se pueden aducir,
detiene la sinrazón burocrática, la espiral legalista que permitiría esta
actuación. Una sinrazón que ha sido duramente contestada desde diferentes
entidades civiles. Como dice Goerlich, “si quieren informes, mañana tendrán 10 en contra de su derribo”. De
hecho ya tienen uno, oficial, el del Síndic de Greuges, del pasado 14 de
septiembre, en el que se recomendaba "declarar el edificio del antiguo
Cine Metropol de València como bien de relevancia local. Una recomendación a la
que se ha hecho caso omiso.
Fuente
de la noticia http://valenciaplaza.com/
El
informe municipal no "Salva" del Metropol ni el letrero art decó
Artículo
de Cristóbal Toledo para El Mundo
Nada, el edificio que en su día
albergó el cine Metropol en la calle Hernán Cortés de Valencia no
tiene ningún valor. Así lo asegura el informe solicitado por el Ayuntamiento de
Valencia a un grupo de arquitectos (Luis Alfonso de Armiño, Luis Perdigón y
Gonzalo Vicente Almazán). El documento, que ya tiene en su poder la Concejalía
de Urbanismo liderada por Vicent Sarrià, establece que el inmueble, sobre
el que había una petición de demolición en curso para construir un youth
hostel, no debería tener ningún tipo de protección. Los autores del informe, de
hecho, no consideran que haya que salvaguardar ningún elemento, ni tan suquiera
el icónico rótulo del cine grabado en la fachada del edificio. «Dicho interés
tiene su correlato material en la decoración aplicada en los frentes de la
planta baja-primera, como muestra de los cambios socioculturales de la Valencia
de las primeras décadas del siglo XX. En este sentido, se puede recomendar
-nunca prescribir- algún gesto que permita conservar la mencionada memoria a
través de una reinterpretación de la iconografía «Art-decó», teniendo en cuenta
que la pobre naturaleza de su manufactura la hace difícilmente removible de la
albañilería de la fachada». Es decir, que los propietarios actuales del
edificio no tendrían ni tan siquiera que conservar el rótulo. Bastaría, sólo si
quisieran, con reconstruir este elemento en la fachada del nuevo inmueble
resultante.
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Este contundente informe abre la
puerta de par en par a que los nuevos propietarios puedan demoler íntegramente
el edificio y levantar uno nuevo sobre el solar resultante. Ni tan siquiera la
intervención en el edificio de Goërlich, un arquitecto referencia de la
ciudad, es suficiente, a entender de los arquitectos consultados, para defender
la conservación del inmueble. Consideran, según apunta el documento al que ha
tenido acceso este periódico, que su reforma no fue suficientemente
significativa para otorgarle un valor mayor y, por tanto, otorgarle algún tipo
de protección. Goërlich fue el artífice de la reconfiguración del inmueble para
que albergara la sala de cine. Una estancia, advierten los arquitectos externos
consultados por el consistorio, excesivamente afectada por un incendio, lo que
la hace prácticamente irrecuperable.
Los descendientes de Goërlich, sin
embargo, no comparten la visión de los arquitectos consultados por el
consistorio y ya han anunciado que recurrirán la posible demolición
del edificio. Es más, en caso de no prosperar su queja se plantean incluso la
posibilidad de recurrir a los juzgados.
Fuente
de la noticia http://www.elmundo.es
INFORME
ENCARGADO POR EL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA
El
ayuntamiento de Valencia autoriza el derribo del antiguo cine Metropol.
*El
informe lo podéis leer en esta noticia
Fuente
de la noticia http://cadenaser.com
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