El pasado mes de julio, la SEPI
iniciaba el procedimiento para contratar la demolición de los restos de la
antigua fábrica de oxígeno, situada en el Parque Empresarial Principado de
Asturias (PEPA), y del antiguo edifico de telefónica de Ensidesa, en los mismos
terrenos. La publicación en LA VOZ DE AVILÉS de esta licitación inició un
movimiento social en Llaranes en busca de conseguir el 'indulto' para este
último edificio. Un mes más tarde, tras sumarse a esa petición también los
partidos con representación en el Ayuntamiento, incluido el propio equipo de
gobierno y el Partido Popular, el Ministerio de Hacienda, del que depende la
SEPI, anunciaba su intención de mantener en pie el antiguo edificio de
comunicaciones, que en su día ocupó las oficinas del propio Parque Empresarial.
Ahora, se confirma definitivamente
ese 'indulto' con la modificación de aquella licitación inicial publicada en
julio y el inicio de la contratación de la demolición de las ruinas de la
antigua fábrica de oxígeno en el Parque Empresarial Principado de Asturias.
SEPI licita esta obra ahora en 264.844 euros (la anterior contratación, en la
que se incluía el edificio de telefónica, tenía un presupuesto de 335.000
euros).
Las empresas interesadas en acometer
esta demolición disponen de plazo hasta el próximo 8 de octubre para presentar
sus ofertas en la sede de SEPI en Madrid.
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Una vez adjudicado el contrato, el
derribo de estas ruinas, situadas entre el actual Parque Empresarial y el área
industrial de Retumés, todavía sin desarrollar, se deberá ejecutar en un plazo
de tres meses.
Como en el primer contrato licitado
en julio, la empresa que resulte adjudicataria de la obra tendrá la obligación
de redactar todos los proyectos, incluidos los de seguridad; la solicitud de
todas las licencias ante las administraciones, tanto para la demolición como
para la retirada de los residuos; y, por supuesto, la ejecución del derribo.
Las ruinas de la antigua fábrica de
oxígeno se han convertido en un espacio muy degradado, ya que son utilizadas en
muchas ocasiones para quemar cable y obtener el cobre del mismo. Además, se han
convertido también en un vertedero ilegal, de hecho, en la parcela se pueden
encontrar todo tipo de restos.
Los terrenos que se liberen no
podrán ser puestos en venta por la dirección del PEPA, ya que se encuentran
sujetos a la decisión final que se adopte sobre el polígono de Retumés, un
proyecto de área industrial que Ayuntamiento y Principado confiaron a Sogepsa y
que la crisis paralizó completamente. En los primeros anteproyectos que fueron
dados a conocer sobre el posible desarrollo de este nuevo espacio industrial,
esta parcela que ocupa la antigua fábrica de oxígeno estaría afectada por la
carretera que uniría el Parque Empresarial con el área de Retumés.
La fábrica de oxígeno estuvo formada
inicialmente por la nave principal, el muelle, otra nave, el edificio central,
el almacén, las bancadas, soportes, oficinas y dos torres. Sin embargo, algunos
de esos edificios ya han desaparecido completamente del paisaje industrial de
esta zona, aunque quedan algunos restos que también tendrán que ser retirados
por la empresa que se encargue de los trabajos de demolición. Los elementos que
permanecen en pie, aunque prácticamente sin paredes, son la nave de oxígeno,
otra nave auxiliar y una de las torres, además son todavía claramente visibles,
aunque rodeados de basura, las bancadas y los soportes. El principal elemento
utilizado en la construcción de la fábrica fue el hormigón armado.
Fuente
de la noticia El Comercio
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