Autor del artículo Javier Díaz
Plaza, para Diario de Tarragona
Adif ha formalizado un acuerdo con
una empresa de hostelería para volver a convertir el edificio de la estación de
tren de Vila-seca en un restaurante. Lleva varios años vacío y en desuso;
concretamente desde que cerró el anterior restaurante cafetería instalado allí
–del que aún quedan los letreros–. Ocupará todo el inmueble, que consta de dos
alturas con azotea y está construido con ladrillo visto y luce vanos de arco
rebajado y una chimenea exterior. «Los nuevos responsables reformarán el
edificio por dentro con la intención de abrirlo cuanto antes», afirman fuentes
de Adif. La fecha exacta de apertura todavía no ha sido detallada.
El Ayuntamiento de Vila-seca verá
cumplida, así, una vieja reivindicación. «Este acuerdo entre Adif (propietaria
de las instalaciones) y el arrendatario es una excelente noticia para los
usuarios de la estación. Mejorará el servicio que Adif ha ido ejecutando
últimamente, sobre todo en seguridad y movilidad», afirman fuentes municipales.
El consistorio ya impulsó «hace muchos años» la recuperación y conversión de
este antiguo edificio en un restaurante cafetería: «Cuando cerró (el que había
antes) continuamos reclamando la necesidad de reabrirlo».
Los usuarios se muestran favorables
a la apertura de este restaurante. «Vendrá muy bien un espacio cerrado donde
poder esperar el tren y tomar un café, sobre todo los días que hace frío»,
comenta Juan Rodríguez. Aunque también hay quien reclama un edificio
propiamente de viajeros donde comprar los billetes, informarse o resguardarse.
«Daría más seguridad a la estación», señala Natàlia Filella, que viaja cada día
de Reus a Vila-seca por estudios –cursa Turismo en la facultad de Turisme i
Geografia de la Universitat Rovira i Virgili (URV)–.
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Ésta es la única actuación que Adif
tiene prevista en la estación de Vila-seca en estos momentos. No contempla
ninguna mejora más a pesar de que con el futuro entramado ferroviario Vila-seca
se convertirá en un punto estratégico de enlace con el tercer carril y la línea
de alta velocidad. «Fomento no contempla una nueva estación aquí», asegura la
concejal de Urbanisme, Manuela Moya, que defiende que la actual «está
perfectamente preparada para dar servicio a los pasajeros. No tiene edificio
pero sí servicios».
Adif ha remodelado en los últimos
años las instalaciones ferroviarias de Vila-seca: modificó las vías, construyó
nuevos andenes y un paso soterrado para acceder a ellos, instaló un ascensor,
puso un valla de delimitación y protección de las vías y derribó la antigua
caseta del guardagujas y otros almacenes anexos. «Fomento ha cumplido nuestra
principal demanda, que era mejorar la seguridad de los pasajeros», dice Moya.
Aún así, los usuarios consideran que
faltan más servicios. «La estación está bien, pero no se venden billetes. Hay
una máquina expendedora pero no funciona», lamenta Francisco López. «No hay un
sitio donde informarse o reclamar si un tren llega tarde. Tampoco se pueden
validar los abonos. Parece la estación de un pueblo fantasma», sostiene Laura
Marte, que se desplaza a diario desde Calafell hasta Vila-seca, donde estudia
Turismo.
Facilidades para aparcar cerca de la
estación sí que hay. «Vengo desde El Morell hasta aquí para coger el tren hasta
Vilanova porque aquí es fácil dejar el coche. La estación de Tarragona me queda
más cerca de casa, pero allí es muy difícil aparcar», concluye Cecilia Farriol.
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