Renfe
derribará un taller de Candás que está bajo protección integral.
Artículo de Ramón Muñiz para El
Comercio
Renfe está a punto de contratar el
derribo de parte de la vieja base de mantenimiento ferroviario de Candás, una
decisión en la que colisionan dos intereses. Por un lado, el Catálogo
Urbanístico de Carreño de 2012 otorga una protección integral a estos inmuebles
del barrio de La Matiella y los especialistas consultados defienden la utilidad
social de preservar la edificación. Por el otro, el paso del tiempo ha mermado
su solidez y, en opinión de la compañía, supone ahora «un riesgo para la
seguridad tanto de viandantes como vehículos».
El encargo salió a licitación el
pasado 9 de septiembre, por 90.000 euros, y el plazo para formalizar las
propuestas se cerró el 1 de octubre. Los interesados deben redactar el proyecto
de demolición y, una vez recibido el visto bueno, echar abajo los inmuebles. Se
trata, según describe el pliego de contratación, de «dos edificios adosados a
la parte posterior de la nave principal de la base de mantenimiento».
Ubicados en la calle Doctor Fleming,
el primero de esos bloques funcionó como vestuario y botiquín del taller, y
tiene dos plantas, con una superficie total de 123,76 metros cuadrados. Su
estructura es de hormigón armado y muros de carga, y su fachada luce de color
amarillo. El segundo inmueble es colindante, tiene 263,94 metros cuadrados en
dos plantas, siendo en su día la superior dedicada a la vivienda del personal
ferroviario, y la inferior un almacén, un cuadro eléctrico y una zona de
carpintería.
El encargo incluye la redacción del
proyecto de demolición, el pago de tasas al Ayuntamiento de Carreño «o
cualquier otro organismo necesario para la obtención de licencias», anular y
cortar los suministros que aún llegan, analizar la estabilidad de la zona y del
resto de edificios colindantes, demoler, retirar los escombros al vertedero, y
dejar el lugar limpio.
Los residuos que queden serán
machacados para lograr una explanada que funcione como aparcamiento. La
intención de la Dirección General de Fabricación y Mantenimiento de la
operadora es liquidarlo todo en nueve semanas, de las que las tres primeras se
irían en preparar los diseños.
El pliego habla de ambos edificios
como «adosados» al taller y ahí reside la polémica. El primero comparte pared y
el segundo, en su planta baja, tiene acceso directo, pues funcionaba como
taller de madera. En el Inventario del Patrimonio Histórico Industrial del
Principado de Asturias existe una unidad reconocida como «estación de Candás:
talleres y cocheras», a la que se le confiere protección integral. La ficha
describe el inmueble que habría que preservar como «un edificio de gran tamaño,
de planta rectangular».
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En el catastro, todo forma parte de
un mismo espacio de 5.377 metros cuadrados de «parcela construida sin división
horizontal». Se data en 1930 y los 2.313 metros cuadrados construidos tienen
cuatro usos como almacén y otros tantos como vivienda, siendo parte de ellos
reformados en 1989. En el Catálogo Urbanístico de Carreño todo forma parte de
un mismo elemento reconocido como Patrimonio Industrial.
Importancia histórica y social
Para los expertos consultados, las
partes que se quieren derribar están así dentro del espacio protegido. «El
conjunto 'edificios de talleres y cocheras' del antiguo Ferrocarril de Carreño
en Candás está conformado por una serie de inmuebles unidos sin solución de
continuidad, que incluyen las naves dotadas de vías donde se mantenía y
reparaba el material, las oficinas del jefe de taller y otro personal, el
gabinete técnico y delineación, depósito de planos, almacenes, vestuarios,
comedores y botiquín», describe Javier Fernández, director del Museo del
Ferrocarril y uno de los redactores del Inventario de Patrimonio Histórico
Industrial de 1997.
«Es unánimemente admitido que la
ubicación en Candás de estas instalaciones de la compañía ferroviaria de
Carreño fue un factor destacadísimo en la configuración social y urbana de la
población», añade. Para Fernández, el conjunto tiene «una importancia histórica
indudable, digna de la máxima protección». Guillermo Bas, doctor en Historia
del Arte, confirma también la unidad del conjunto y advierte de que «la
destrucción parcial o total de sus elementos nos privaría de un ejemplo de
patrimonio industrial de primera línea a escala autonómica, clave para entender
la evolución arquitectónica, tecnológica y social de la red ferroviaria».
Fuente
de la noticia https://www.elcomercio.es/
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