Estamos muy ilusionados por la
repercusión en los medios del documental que estamos haciendo sobre la Ceramo,
y este es uno de los muchos artículos que se están haciendo.
Además se hacen eco de la ruta que
hacemos este sábado. Ruta por el Patrimonio histórico del barrio de Benicalap y Marxalenes, Valencia.
Artículo
de Carlos Aimeur para Culturplaza
Dice César Guardeño que sigue siendo la “asignatura pendiente” del
Patrimonio valenciano. Lo dice a las puertas del edificio, a punto de
participar en el documental que se está rodando estos días. Y lo asegura desde
su conocimiento del inmueble, su intrahistoria, y en su condición de presidente
de la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural. La
Ceramo, para ellos, es una causa por la que vale la pena luchar y no van a
cejar en ello.
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La fábrica
de cerámica del barrio de Benicalap se encuentra ahora en un estado de
indefinición. Por un lado, diferentes colectivos quieren ponerla en valor.
Entre ellos, el citado Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio
Cultural y la APIVA (Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano). Junto a
ellos, desde el cambio de gobierno, se encuentra el Ayuntamiento de Valencia
con el concejal Vicent Sarrià al
frente. El nuevo concejal de Urbanismo, ya no tan nuevo, más de 100 días en el
cargo, oficialmente concejal Coordinador del Área de Desarrollo Urbano y
Vivienda, ha encargado al Servicio de Planeamiento la modificación puntual del
PGOU para que el edificio se catalogue íntegramente como Bien de Relevancia
Local. Con ello se ha salvado al complejo de manera provisional.
Pero han
aparecido dos escollos en el camino. El primero es el reciente descubrimiento
de que una parcela de 600 metros
cuadrados es propiedad de un banco. Dicha parcela evita que todo el
terreno se encuentre en manos municipales y por tanto obstaculiza la
posibilidad de poner en marcha un plan integral para todo el edificio. “Habrá
que negociar con ellos”, comenta Guardeño.
El segundo
es la indiferencia de la administración central. El Ministerio de Cultura y
Deportes ha rechazado comprar y adscribir La Ceramo al Museo Nacional de
Cerámica y Artes Suntuarias González Martí de Valencia, lo que sería la
solución más lógica habida cuenta la historia del edificio. Desde Madrid se
asegura que la inversión es "inasumible" porque la consideran
"cuantiosa". Esa fue al menos la respuesta que realizó hace unos
meses el subdirector general de Museos Estatales, Miguel González, a una petición realizada por Antonio Marín, miembro del Círculo por
la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural.
El
Ministerio no quiere ayudar
La idea no
era nueva y según admitían desde el Gobierno central ya fue analizada en el año
2008 por el Ministerio. El actual Gobierno admite queentonces se "evaluó de manera favorable la valía patrimonial de este
bien y reconoció el interés que tendría para el Museo Nacional de Cerámica poder
sumar a sus activos este inmueble". Pero hechos son amores que no razones,
y desde el Ministerio actual no hay intención de invertir un solo euro en este
edificio que forma parte del patrimonio industrial de la Comunidad Valenciana.
“Mientras esté este Gobierno en La Moncloa podemos dar por imposible esta
opción”, comentaba lacónico Guardeño este miércoles.
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Conscientes
del valor de La Ceramo, de lo que supone, desde los colectivos en defensa del
Patrimonio se han realizado diferentes acciones de las cuales la más relevante
sea, quizás, el documental que están rodando en estos momentos. Una
producción que realizan con la colaboración de 1/4 Productions y Alberto
Rey Proyectos y cuyo día a día se puede seguir por las redes sociales. En
ella se intentará explicar al gran público cómo esta fábrica fundada en 1889 fue la heredera
de una tradición cerámica medieval, de unos métodos centenarios, que hicieron
de Valencia la tierra prometida de este material.
El documental está siendo sufragado
mediante rutas organizadas por los asociaciones de defensa del Patrimonio. La
próxima ruta tendrá lugar este sábado 3 de octubre y durará tres horas. Con un
coste de 9 euros por persona, los participantes saldrán desde la puerta
principal de Bombas Gens, recayente a la avenida Burjassot. Desde esta antigua
fábrica de bombas hidráulicas (1931) estilo art dèco, adquirida por la
fundación Per Amor a l´Art para ser recuperada “tras décadas de abandono”, la
ruta continuará hasta el Parque de Marxalenes. Después se visitarán las
alquerías de la calle Olba y la propia La Ceramo. La ruta finalizará en el
entorno del parque de Benicalap para visitar la alquería del Moro y de la
Torre, y el palacete conocido como Casino del Americano. Las inscripciones
están abiertas y se pueden realizar a través de la web de CaminArt.
Mecenas
y participantes
Los participantes
de las rutas se convertirán así en los mecenas de un proyecto que, tal y como
apunta Guardeño, tiene como objetivo final no sólo fijar en el tiempo la
relevancia de la fábrica, sino también evitar que caiga en el olvido, “que la ciudadanía conozca la
importancia de esta fábrica en cuyos hornos se fabricaron las piezas cerámicas
que hoy decoran edificios modernistas como la Estación del Norte, el Mercado
Central o el de Colón”.
Un equipo
multidisciplinar formado por historiadores del arte como el propio Guardeño, Sara Soriano y Esteban Longares, y la arquitecta Diana Sánchez, además de la
colaboración de personas que estuvieron vinculadas laboralmente con la
histórica fábrica antes de su cierre, como un antiguo trabajador, y el último
propietario, darán forma al contenido de un largometraje que, además de narrar
la historia del edificio, explicará cómo se recuperó la antigua técnica
artesanal del reflejo metálico, el proceso de fabricación, los edificios más
representativos de Valencia que se decoraron mediante piezas cerámicas
fabricadas en sus hornos, así como la lucha asociativa y ciudadana por lograr
su recuperación.
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Una lucha
que aún hoy continúa, en gran parte por la desidia administrativa durante las
dos últimas décadas que ha provocado que el edificio fuera degenerando. Aunque
los defensores del Patrimonio no están solos. Este miércoles mismo, poco antes
de participar en la grabación del documental, una vecina del barrio se aproximó
a Guardeño cuando se encontraba en la avenida de Burjassot y, tras comentar el
actual estado de abandono del edificio, le comentó: “Aquí lo que tienen que hacer es una biblioteca”. Los vecinos
también quieren que siga viva.
Fuente
de la noticia Valencia Plaza
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