Reseña
biográfica
Javier Hidalgo Mora es arquitecto
por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia desde el año 2004.
Realiza el Máster Oficial en Conservación del Patrimonio Arquitectónico, de la
Universidad Politécnica de Valencia, entre los años 2008 y 2009.
Desarrolla su carrera profesional
tanto en el campo de la arquitectura como en el del urbanismo. Cuenta con una
amplia experiencia en la intervención en el patrimonio y en el diseño del
espacio público, así como en proyectos y obras de nueva planta, contando entre
sus clientes tanto a promotores privados como a las distintas administraciones
públicas.
Compagina el ejercicio libre de su
profesión con la investigación en el campo de la arquitectura monumental, el
asesoramiento técnico a municipios y su actividad como profesor de diversos
cursos de postgrado en la Universidad de Valencia.
Su página en Facebook Hidalgomora-arquitectura
Su página en Facebook Hidalgomora-arquitectura
Las imágenes que ilustran esta
entrevista han sido amablemente facilitadas por Javier Hidalgo.
Entrevista
1. ¿Cómo llega el encargo al
despacho?
El
Ayuntamiento de Llíria, para el que ya habíamos realizado algunos proyectos de
intervención en el patrimonio, nos ofreció realizar una propuesta de actuación
en los restos del antiguo Molí de la Parra, con el fin de solicitar una
subvención a la Conselleria de Cultura que se otorgaba a obras relacionadas con
la arquitectura del agua.
A
partir de la obtención de esta ayuda, el Ayuntamiento toma conciencia de la
importancia histórica y patrimonial del Molí de la Parra, involucrándose económicamente
en el proyecto. Gracias a esto la actuación pudo ser más ambiciosa de lo que se
había planteado en un principio.
Imagen del molino antes de su restauración. |
2. ¿Qué equipo necesitasteis para
realizar este trabajo?
Como
en cualquier intervención en el patrimonio que se desee llevar a cabo con
cierto rigor metodológico, formamos un equipo multidisciplinar integrado por
arquitecto y arquitecto técnico, arqueólogo, restaurador y diseñador gráfico.
3. ¿Cuál fue la primera impresión
que tuviste al visitar el molino?
Me
impactó ver el estado en que se encontraban los restos del que había sido el
último ejemplo de los numerosos molinos harineros que habían existido en la
ciudad de Llíria.
Todo
el piso superior (cuarto de molienda) había sido demolido en la década de los
noventa y los restos que quedaban estaban en un estado de abandono muy
avanzado.
El
lugar se había convertido en un auténtico vertedero, hasta tal punto que los
escombros y la basura ocultaban la práctica totalidad de la riqueza
arquitectónica que todavía conservaba el antiguo molino.
Molino antes de su restauración |
4. ¿En qué estado estaba el molino?
¿Tenéis fotografías del antes de la rehabilitación?
El
molino, o mejor dicho los restos que quedaban de él, como he comentado
anteriormente, se encontraban en un estado lamentable de conservación, llegando
a constituir además un auténtico peligro para la seguridad de los vecinos,
puesto que en la parte superior no había ningún tipo de protección ante las
caídas ni ninguna clase de vallado que cerrara el espacio que en su día fuera
el cuarto de molienda.
Respecto
a lo que comentas de las fotografías, creemos que en la intervención en el
patrimonio documentar planimétrica y fotográficamente es algo fundamental, por
lo que se hizo un amplio reportaje fotográfico, no sólo del estado previo a la
rehabilitación sino de todo el proceso de intervención, desde la excavación
arqueológica hasta la finalización de las obras.
5. ¿Quedaba maquinaria en su
interior? ¿Se recuperó?
Los
restos de la maquinaria que quedaban, debido a las condiciones a las que había
estado expuesta, se encontraban en un estado de degradación muy importante.
De
las tres maquinarias que existieron originalmente sólo una de ellas presentaba
un estado de conservación que podríamos considerar “restaurable”,
conservándose, aunque en muy mal estado (especialmente deterioradas estaban las
partes de madera), el saetín, el árbol, el rodezno, el gancho de la botana, el
alzador y el banco.
El
criterio de actuación adoptado se basó en la conservación, saneando las partes
irrecuperables de madera que se encontraban en estado de pudrición, y limpiando
y consolidando las partes tanto metálicas como de madera que pudieron salvarse.
Esta labor fue realizada por restauradores especializados en este tipo de
trabajos.
Molino antes de restauración |
6. ¿Qué uso o usos se pretendía dar
al molino tras su rehabilitación?
Desde
un principio se planteó como uno de los objetivos de la intervención la
integración de los restos del Molí de la Parra en la trama urbana de la ciudad,
a través de la creación de un nuevo espacio público de alto valor patrimonial.
Con ello se pretendía obtener un beneficio no sólo urbano sino también social y
cultural para el pueblo de Llíria, reforzando el carácter público y abierto al
ciudadano de este espacio olvidado de la ciudad.
Por
ello se optó por controlar el acceso físico, que no visual (conseguido mediante
el empleo de puertas de vidrio) al interior de los cárcavos, que pueden ser
observados desde el exterior incluso de noche cuando permanecen
convenientemente iluminados, al mismo tiempo que permiten su visita guiada controlada,
que se gestiona a través de la Oficina de Turismo.
7. Cuando estudiasteis el molino
¿encontrasteis antigua documentación del mismo?
Creemos
que la intervención en el patrimonio debe apoyarse necesariamente en el
conocimiento máximo del bien en el que se pretende intervenir, y dentro de este
aspecto está el conocimiento histórico y documental del mismo.
Por
ello se hizo un estudio bibliográfico profundo que nos llevó desde el “Llibre
del Repartiment del Regne de València”, del siglo XIII, en el que encontramos
la primera mención a los molinos de Llíria, pasando por el “Libro Tercero de la
Chronyca de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reyno”, de Rafael
Martín de Viciana, editado en 1563, hasta el Tomo X del fundamental
“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de
ultramar” de Pascual Madoz, en su edición de 1847.
Molino tras la restauración. |
8. ¿De qué forma se ha respetado la
“esencia” del molino como elemento de la arquitectura tradicional”?
Por
supuesto el objetivo principal de la intervención fue consolidar, restaurar y
poner en valor los restos existentes del antiguo Molí de la Parra,
completándolos en la medida de lo posible, con la intención de ofrecer una
correcta lectura de los mismos.
Como
criterio principal de intervención se respetaron los valores esenciales del
monumento, conservando o restituyendo en su caso, sus características
volumétricas, espaciales, morfológicas y artísticas, así como las aportaciones
de distintas épocas que habían enriquecido sus valores originales y que habían
sido convenientemente identificadas en la actuación arqueológica.
Se
minimizó el impacto de la actuación con la inserción de nuevos elementos que
pudieran afectar al carácter del lugar y del propio monumento por lo que se
evitó el uso de materiales brillantes y llamativos, buscando una mayor
integración de los elementos por color y textura.
Molino tras su restauración |
9. ¿Se tuvo en cuenta el entorno y
su paisaje adecuándolo al tiempo y significado del edificio?
Por
supuesto, desde el principio una de las prioridades del proyecto fue la
adecuada inserción en la ciudad actual de los restos arquitectónicos de un
edificio que originalmente estaba situado en un entorno rural muy diferente al
que nos encontramos hoy en día.
La
solución adoptada fue la de generar un nuevo espacio público en torno al
monumento, que se erige en su auténtico protagonista como una pieza de gran
significancia para Llíria.
10. ¿Cuánto duró la rehabilitación
(proyecto y obra)?
El
proyecto comenzó a gestarse en 2009, pero pese a tratarse de un área de
actuación no excesivamente extensa, el proceso proyectual fue dilatado y
complejo, debido a la necesidad que hubo de redactar varias modificaciones del
proyecto original durante el transcurso de la obra, como consecuencia de los
hallazgos que aparecieron tras la retirada de escombros y rellenos en un primer
momento y sobre todo después de la excavación arqueológica realizada en el
espacio situado frente a los cárcavos, que arrojó nuevos datos y sacó a la luz
interesantes elementos del conjunto hidráulico que nos llevaron a replantear el
proyecto con el fin de integrarlos en la propuesta definitiva.
Finalmente
la obra se inauguró a finales de 2010, habiendo pasado a ser un elemento de
referencia en las visitas guiadas que desde la Oficina de Turismo se realizan
en la ciudad de Llíria.
Molino tras la restauración. |
Desde aquí agradecer a Javier Hidalgo que aceptara hacer la entrevista y que me permitiera publicar las imágenes de antes y después del Molino de la Parra. Otro día pondré más información sobre esta obra de restauración.
Diana Sánchez Mustieles