Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

martes, 8 de marzo de 2016

Piden que la última calera de Orgaz (Toledo) sea declarada Bien de Interés Cultural.

La calera de los hermanos Ruiz Ampudia, ubicada en el paraje conocido como “La Gatuña”, en el camino de Los Yébenes, se instaló a principios del siglo pasado y sin duda ha sido una de las mas longevas, pues lo habitual era que los hornos cambiaran de emplazamiento según se iban agotando los yacimientos de piedra caliza, materia prima para elaboración de la cal. Consecuentemente, esta ha conocido varias generaciones de caleros, que hasta los años sesenta del siglo pasado han voceados las excelencias de la cal de Orgaz por  todos los pueblos del contorno.

Imagen de la noticia
Su actual propietario, heredero de uno de estos últimos caleros, es quien ha instado la declaración de esta calera como Bien de Interés Cultural, Bien de Interés Patrimonial o Elemento de Interés Patrimonial, para intentar, así, conservar el último vestigio de lo que ha sido una seña de identidad de este municipio. La zona sur del término municipal de Orgaz, donde se dan los yacimientos de piedra caliza, ha albergado innumerables caleras, cuyos hornos eran cegados tras cesar su actividad para poder así seguir destinando el terreno al cultivo.

Es, por tanto, esta calera de los Ruiz Ampudia, hoy propiedad de uno de sus descendientes, un bien de valor etnográfico incalculable que reclama su conservación. Cuenta con cuatro hornos, uno de los cuales ha sido modificado para que se pueda acceder a su interior y poder observar la estructura que forma la piedra una vez “armado” el horno y dispuesto para la quema.

Imagen de la noticia
Los días 6 y 7 de junio de 2008 ardieron los dos últimos hornos, y buena parte de la cal que salió de aquella cochura se destinó a los trabajos de rehabilitación del castillo de Peñas Negras, en la vecina localidad de Mora. Los que en aquellas fechas se acercaron a la calera, situada a tres kilómetros del pueblo, pudieron observar en los distintos hornos el proceso completo de la producción de la cal, que ha mantenido la misma técnica que se empleaba en la época de los romanos. Esta implica una gran destreza y experiencia, pues tiene como parte fundamental el “armado” del horno, que consiste en la formación de una bóveda con la piedra caliza, sin ninguna sujeción y en una disposición que permita que el horno “respire” y que alcance una cocción uniforme.

Un oficio artesanal, el de calero, cuyos conocimientos se pasaban de padres a hijos y que, con el devenir del progreso, parece que ha llegado a su término.

Fuente de noticia http://www.dclm.es/

No hay comentarios: