Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

jueves, 31 de octubre de 2013

Las ruinas del Moli Nou de Mutxamel (Alicante)

Artículo de Magalí Fernández en el Diario Información

Riqueza industrial. El propietario de uno de los últimos molinos hidráulicos y centenarios que funcionaron en la comarca denuncia múltiples robos de hierro que han desmantelado este patrimonio industrial ubicado en Mutxamel. El Ayuntamiento afirma que al no ser de propiedad pública no puede restaurarlo ni derribarlo.

Cinco puertas de hierro reventadas. Las medidas de seguridad no bastan para espantar a los ladrones que desde hace años han destrozado y desmantelado el Molí Nou, uno de los pocos molinos hidráulicos y centenarios de la comarca que funcionó hasta aproximadamente 1940. El propietario de este inmueble, Ismael Carbonell, enseña con pesar los restos de madera hechos trizas y recuerda cada una de las piezas de hierro que hacían funcionar el molino y que, según recuerda, en los últimos años «daba de comer a cinco familias».

Carbonell, también presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mutxamel, pide al Ayuntamiento que se tomen medidas para conservar esta muestra de la tradición agrícola de la llamada huerta de Alicante o finalmente derrumbarlo. Así, asegura que ha pedido en dos ocasiones al Consistorio que el inmueble se derribe. 

«El sistema de funcionamiento es antiquísimo, por aquí pasa una de las rutas de senderismo y mucha gente puede acceder al molino que está en malas condiciones, algo se debería hacer», apunta Carbonell.

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El Molí Nou se incluyó de forma provisional en el Catálogo de Bienes y Espacios protegidos de Mutxamel en el año 1986. En la versión preliminar del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio publicado en mayo de 2010 se incluye el Molí Nou como Bien de Interés Local con protección rural y se lo considera, además, Patrimonio etnológico también con protección rural. No obstante, desde el Ayuntamiento explican que este molino es de propiedad privada y que por este motivo es el dueño del inmueble el encargado de su mantenimiento o, en caso de situación de ruina, su derribo. Asimismo, el Consistorio recuerda que el PGOU no está aprobado, por lo tanto no tiene valor jurídico y su contenido puede modificarse en el momento de la aprobación definitiva.

De todas maneras, fuentes municipales indican que si este inmueble se hubiera incluido en el Catálogo se hubiera protegido, al igual que se ha hecho con otras zonas agrícolas-industriales como por ejemplo, los Assuts. El Consistorio añade, por otra parte, que en futuro se puede estudiar la posibilidad de rehabilitarlo en el caso siempre de que el propietario decida cederlo al municipio.

La mayoría de piezas principales del molino han sido robadas. Carbonell asegura que en la casa anexa al Molí Nou debió colocar vigas de hierro para reforzar la madera y evitar el derrumbe, pero hasta estas estructuras han sido sustraídas. El molino fue construido sobre otro más antiguo, que, según la breve información que posee el propietario podía datar del siglo XI. Carbonell explica que la canalización de agua que utilizaba el molino y que se creó para este fin hoy se aprovecha para conducir el riego hasta el Pantanet. Así, el agua hacía girar la rueda que conducía el grano hasta la piedra que se encargaba de molerlo y posteriormente se convertía en harina, que, mediante otro mecanismo se refinaba para darle aún más calidad.

El también presidente de la Asociación de Vecinos de Molí Nou recuerda que de joven trabajaba limpiando los canales del molino y reseña así su valor patrimonial histórico para el municipio, ya que, según señala, el molino es una muestra de la gran tradición agrícola de Mutxamel.
Diario Información

Petición de recogida de firmas para la reconstrucción de parte de la Estación del Norte de San Sebastián.

Hoy os pongo esta petición realizada por la Asociación en Defensa del Patrimonio de San Sebastián (su presidente es Rafael García-Velilla), que han colgado en www.change.org para recoger firmas.

A continuación os transcribo las razones para esta petición.

No solo se trata de la única Estación ferroviaria del Estado que aún conserva una marquesina realizada en la factoría del ingeniero francés Eiffel, y uno de los pocos ejemplos de la arquitectura industrial y del hierro que quedan en la ciudad, sino que contribuye a configurar un entorno compositivo ejemplarmente proporcionado, homogéneo y armónico, ahora en peligro.

Construida en 1864, fue ampliada en 1880 por Albert Biarez con un hotel y varios edificios anexos, de estilo afrancesado y corte clasicista, y una marquesina metálica cuyos 20 metros de anchura y 77 de longitud cubren los andenes. Apoyada por una parte en el propio edificio y, por la otra, sobre columnas de fundición de 10,5 metros de altura, es un ejemplo de las nuevas estructuras de hierro del siglo XIX. Hoy, permanece como diseño estructural de una gran riqueza formal en la definición de las distintas piezas, barras y uniones.

Imagen de la petición
El conjunto se completó en 1905 con la construcción de una pasarela metálica peatonal sobre las vías, emplazada frente al puente de María Cristina, y un magnífico portal de acceso rematado por un reloj. Así, su fachada principal enfrentada al espacio abierto del Paseo de Francia adquiere una significación mayor como Puerta de la ciudad.
      
Reconocida por Instituciones y Entidades Oficiales competentes como poseedora de unos más que notables valores culturales y urbanísticos. Forma parte del Inventario del Patrimonio Oficial del Gobierno Vasco, y se ha solicitado su Declaración como Conjunto Monumental por parte de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública; AVPIOP.  Reseñada en numerosas publicaciones y catálogos sobre el Patrimonio Industrial y turístico, está incluida en la propia Guia de Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro. Forma parte fundamental de la Identidad Urbana de la ciudad constituyendo uno de sus elementos más valiosos y característicos.

A instancias de la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural de San Sebastián que promueve esta iniciativa, ha sido incluida por la organización paneuropea Hispania Nostra-Europa Nostra en la Lista Roja de elementos patrimoniales en peligro. 

El día 1 de Octubre, el Ayuntamiento demolió uno de los edificios y empezo a derruir el Pórtico. Tras la denuncia de la Asociación en Defensa del Patrimonio de San Sebastián, que señaló la ilegalidad de estas actuaciones, el Ayuntamiento aseguró que se reconstruirá en el mismo lugar, aunque no existen las mínima garantías al respecto. Muy al contrario, el Catálogo Municipal del Patrimonio de 2010 rebaja de I a II su grado de protección, y el Plan de Patrimonio en trámite, prevee únicamente la conservación de las Marquesinas y el Pórtico permitiendo su traslado a otra ubicación.

Además de la Estación de Autobuses, y la del Tren de Alta Velocidad, se prevé en esa zona tras el derribo de la estación, la instalación de una desproporcionada cubierta de hormigón sobre los andenes, que ocultaría gran parte de la fachada del edificio de Tabacalera contiguo y que bloquearía muchas de las amplias vistas y perspectivas del entorno. 


Artículo "Un patrimonio que amenaza ruina", Valencia.

Autora del artículo Cristina Vázquez en El País

Valencia ha abandonado a su suerte buena parte de su patrimonio histórico. Enfebrecido por erigir nuevos iconos arquitectónicos, el Gobierno local ha menospreciado una parte de su pasado. Alquerías de l’Horta, viviendas señoriales, naves industriales, palacios o conjuntos arquitectónicos penan ahora entre hierbajos y suciedad. El inventario de patrimonio olvidado —solo los bienes catalogados en el Plan General como equipamiento público— reúne a más de 70 inmuebles o conjuntos arquitectónicos, según el último recuento de los socialistas. “La ocupación irregular, los incendios y robos están causando daños irreparables en los edificios”, advierte el concejal socialista Vicent Sarrià, que reclama un plan para la rehabilitación de todos estos inmuebles.

Más allá de las rondas de Valencia, salpican el paisaje de l’Horta unos 20 o 25 exponentes destacados de la arquitectura rural. Dos de las alquerías, catalogadas como Bien de Relevancia Local, se han venido abajo tras años de abandono. La edificación Nel.lo el Xurro, resto de lo que fue una gran alquería de origen medieval en Campanar, se cae a pedazos. Parecida suerte corre la alquería de Ponsa, una construcción del siglo XV en Nou Moles, cuyos muros se desplomaron, o la Alquería del Moro, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2004 y propiedad del Ayuntamiento de Valencia desde hace 14 años. Situada en el barrio de Benicalap, es un ejemplo de la arquitectura señorial valenciana que ha llegado en buenas condiciones y sin transformaciones importantes en siglos posteriores, dicen los expertos. La fundación Hispania Nostra la ha incluido en su lista roja del patrimonio.

“Tenemos uno de los mejores patrimonios rurales", reconoce el arquitecto Miguel del Rey. Recorrer sus ejemplos es revivir la historia de Valencia y su área metropolitana y entender la evolución de las técnicas agropecuarias. “Con cada desplome, Valencia pierde parte su historia e identidad”. añade Del Rey.

En el interior de la ciudad, otro puñado de edificios languidecen con el paso del tiempo. La Casa del Relojero, situada junto al Micalet en una de las rutas más visitadas del centro histórico, está en ruinas. Allí vivía el encargado de mantener en funcionamiento el reloj de la ciudad que se encontraba en un lateral del Micalet. Cubierto ahora con una lona verde para evitar que los desprendimientos dañen a los viandantes, el edificio, con más de 200 años, tiene protegida su fachada pero el Gobierno local pretende derribarlo y colocar una plaza en su lugar a petición de vecinos y hosteleros de la zona. Lo único que ha impedido su derribo es la negativa de la Consejería de Cultura, que pretende que se reconstruya la manzana. La asociación Amigos del Centro Histórico denunció hace 12 años el penoso estado de la casa y el Consistorio, propietario del inmueble, colocó un andamio pero al poco los cacos robaron la azulejería. Desde entonces todo ha ido a peor.

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“Se saltan la obligación de todo propietario de cuidar la finca, se saltan la protección de grado 3 de su fachada, y también la recuperación de la trama urbana”, advierte un portavoz de la plataforma cívica Paco Leandro, que solicita que se declare BIC porque porta en su fachada un escudo de la ciudad de más de 100 años. “Deben respetar un vial que tiene más de 2.000 años de antigüedad”, prosigue el colectivo. “Esos viales de los que se avergüenza [el gobierno local], “están llenos de encanto, forman parte de una trama antiquísima y son la esencia del barrio”, concluye.

El inventario recoge otros ejemplos. El solar con restos de una casa palacio del siglo XVI en la Subida al Toledano, también a pocos metros del Micalet, está abandonado. Se conservaba una escalera gótica y un arco, restos que en 2010 se trasladaron a los almacenes municipales. El objetivo de la oposición es que se integren los restos cuando se edifique el solar. La antigua Tabacalera, ahora sede municipal, perdió en su rehabilitación tres naves del conjunto arquitectónico, asunto pendiente en los tribunales. La Casa dels Bous, situada en pleno Cabanyal y característica por el reloj de sol que luce en su fachada, está descuidada y amenazada por la pretendida prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez.

De los hornos de La Ceramo, fábrica de cerámica fundada por José Ros Furió en el año 1885, salieron en los siglos XIX y XX cerámicas que hoy decoran edificios notables de Valencia como la Estació del Nord, el Mercat Central o el propio Ayuntamiento de Valencia. El Consistorio intentó con sus dueños una permuta que no salió adelante y no hizo más. Comida por la vegetación, Urbanismo instó en agosto a los dueños a conservar el complejo tras las denuncias de Cercle Obert, otro colectivo defensor del patrimonio.

Fuera de la lista de patrimonio destinado a equipamiento público está el Colegio del Arte Mayor de la Seda, un edificio de 1492, totalmente protegido desde 1981. Su propietario, el gremio sedero, carece de presupuesto suficiente para rehabilitarlo y el intento del Ayuntamiento de incluirlo en la lista de inversiones del Ministerio de Fomento a cuenta del 1% cultural a cambio de su uso, se suspendió antes del verano. Mientras el Ayuntamiento y la Generalitat buscan su encaje en algún plan de rehabilitación, el inmueble se deteriora todavía más.

El arquitecto Tito Llopis, responsable de la rehabilitación de la Plaza Redonda, reconoce que se ha dejado perder de manera gradual los centros históricos, no solo la arquitectura de antes del siglo XIX sino también la de principios del XX. Llopis insiste en la importancia de que los centros históricos estén habitados y no se expulse a la gente de ellos. “Los poderes públicos tienen que plantear el modelo, volviendo a la rehabilitación puntual e incentivando a la iniciativa privada”.

El Gobierno local de Valencia del PP, se escuda en que en 2012 se gastó en rehabilitación y recuperación de edificios dos millones de euros, y en 2013 hay previstos otros ocho millones. El concejal delegado de Urbanismo, Alfonso Novo, hizo una lista de bienes recuperados de la que entresacó las naves de Demetrio Ribes, la Alqueria del Rei y la del Camí del Pouet.
El País

miércoles, 30 de octubre de 2013

Exposición "Fading Architecture" de Xavier Monsalvatje

La exposición titulada Fading Architecture, Xavier Monsalvatje recoge diferentes aspectos de la arquitectura industrial como elementos del pasado y parte integrante del actual urbanismo; estructuras del trabajo que mantienen su impacto en el paisaje y algunas de sus influencias en el entorno social.


Una exposición que acaba mañana, quien se encuentre en París que no pierda ocasión de pasarse por esta magnífica exposición.

Lugar: Colegio de España en Paris, Francia

Fechas: Del 2 al 31 de octubre de 2013




Fuente información http://www.colesp.org/

Web de Xavier Monsalvatje



Artículo "Mineras" en Diario León

Autora del artículo es Ana Gaitero en Diario de León.

«Papá quiero ir a la mina», dijo Aurora con catorce años en su casa de Santa Marina de Torre. Corría el año 1952. «Mira a ver si ves que puedes», le contestó. La mina era la única manera de ganar un jornal. Detrás de ella fueron al carbón otras tres hermanas y un hermano.

«La mina era un trabajo verdaderamente duro, pero íbamos contentas y cantando las canciones que escuchábamos en la radio». Aurora, Rosa y Josefa son hermanas y eran unas niñas cuando empezaron a trabajar en el escogido del carbón. En aquellos tiempos y todos en el pueblo, chicas y chicos, iban a buscar trabajo en el carbón.

El carbón bajaba por la tolva, lo echaban en las cribas y se iba escogiendo de mayor a menor para clasificarlo: galleta, granza, grancilla y menudo o polvillo. Con el tiempo estas labores se mecanizaron y sólo hacían falta dos e incluso una sola mujer para separar la pizarra del carbón en la cinta.

La Plata, El Pinto, Los Panaderos, Virgilio Riesco, el pozo Cascarilla, Nos Veremos, la mina de la Curva de la Muerte... apuntan las mujeres mirando al monte. Sus índices van dibujando casi una circunferencia: «Por aquí abajo estamos como en Madrid con el metro», comentan. En el pueblo florecían las bocaminas en los montes y la gente, que llegaba desde todas partes, Galicia, Andalucía, Extremadura, Portugal, se alojaba «hasta en bodegas y burhardillas».

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«Ya todo se acabó», dicen las hermanas. Para ellas la mina termino cuando se casaron. Como mandaban los cánones. De esta manera las obreras siempre eran jóvenes y fuertes y se evitaban los ‘problemas’ de la maternidad. «Pide a Dios que no tengas que volver», le dijo el vigilante a Delfina Alegre, de Lumeras, cuando le dieron la cuenta para casarse con un minero de su pueblo. «Era un trabajo muy duro ya para los hombres, cuenta para las mujeres», afirma una mujer sonriente y activa de 76 años.

Cargaban el carbón en los camiones a paladas desde el suelo y aprendieron a escoger el carbón de la pizarra por pura experiencia: «El carbón pesa menos», cuentan las mujeres. Mucho ruido, mucho polvo y jornadas maratonianas. «Trabajábamos como burras, pero el vigilante sólo nos apuntaba la jornada. Si le caías bien, a final de mes te ponía 20 duros de más», cuenta Delfina, una de las cientos de mineras que tuvo Combustibles de Fabero.

«Trabajábamos igual que los hombres y nos pagaban menos», precisa Araceli, de Guímara. «Nos pagaban menos porque no nos subían de categoría», contaba quien fue su compañera Gumersinda Cadenas. A Aurora, en cambio, le pagaban los puntos de su padre que estaba retirado. «El primer jornal que cobré, el 14 de marzo de 1955, fueron 527 pesetas por medio mes. Se trabajaban los sábados. Luego me pagaban los puntos y ya eran 1.200 o 1.300 pesetas», explica.

«La mina me lo dio todo»
A otras, como Anuncia, ni las pagaron y cuando fue a reclamar perdió el juicio porque dio el nombre popular de la empresa, Nos Veremos, que era como conocían a la mina en el pueblo. «Era muy duro, hacíamos muchas horas y nos hacían mucha burla. Por cualquier cosa nos castigaban», se queja Delfina.

Fueron muchas las mujeres que bajaron a escoger carbón en las minas leonesas. Al contrario que la mayoría, Araceli buscó trabajo en la mina después de casada. Separada y con un hijo pequeño se acercó varias veces a la empresa en busca de empleo: «Había muchas mujeres que iban a pedir trabajo, pero ya casi no daban a los hombres cuanto menos a nosotras», comenta.

Al final, por medio de una recomendación, consiguió un puesto en el hospitalillo de Antracitas de Fabero. «Enseguida vino otra ‘mejor’ y me echaron al escogido», dice todavía dolida. Mucho ruido, mucho polvo, trabajo a reventar y miedo para llegar al pozo en las oscuras mañanas del invierno berciano.

«Lo peor era el relevo de la noche», recuerda. El esfuerzo no fue en balde: «La mina me lo dio todo. Yo llegué a la jubilación. Mi hijo... ya se verá. Es muy triste lo que está pasando», lamenta Araceli mientras mira a Ángel.

Es una de las 217 leonesas que cobra una pensión como minera. Fueron miles las que trabajaron en las minas, pero la mayoría no llegaron a cotizar el tiempo suficiente para tener derecho a una pensión. Muchas son viudas de mineros. En León hay 4.749 pensiones de viudedad a favor de mujeres en el régimen especial de la Minería, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) de León.

«Entrar, entrar... no entrábamos a la mina», aclaran las hermanas Viloria. Las mujeres tenían prohibido trabajar en el interior de los pozos, aunque se cuenta que alguna lo hizo disfrazada de hombre en la cuenca de Gordón. A las mujeres, fueron miles las obreras en las minas leonesas, les daban trabajos de paleadoras, en el escogido del carbón y en la línea de baldes.

«Queríamos entrar a verla, no a trabajar. Una vez entramos con el vigilante y me daba mucho miedo. Otra vez, ya de casada, mi marido tenía que ir a achicar el agua y fui con él. Unas ganas de salir…», cuenta una de las hermanas. Aurora recuerda que «en La Plata nos metieron un día a sacar raíles que había para chatarra».

«Yo entré en la mina y les vi picando carbón a 50 metros de la calle: estaba uno estirado en el suelo. Dije: No, no. Yo no voy más adentro», cuenta otra. En 1985 las mujeres consiguieron por ley el derecho a trabajar en el interior de la mina.

«En Asturias entran adentro, pero aquí no», apuntan las mujeres de Santa Marina de Torre. Las pocas que hay actualmente en Hunosa lograron el puesto por tener algún familiar fallecido en la mina o por enfermedad profesional. En León hay dos en activo, en cielos abiertos y sin cotizar en el régimen especial minero. Hay una ley no escrita que no ha permitido a las leonesas del siglo XXI entrar en la mina. A algunas no les hubiera importado. Al contrario.

Las mujeres fueron las primeras reconvertidas de la mina. Cuando su mano de obra hizo falta, como ocurrió entre los años 20 y los 60, se tiró de su brío juvenil y de la necesidad que obligaba. Hacían múltiples tareas.

«Cuando paraban en el lavadero nos mandaban a la escombrera a coger carbón», recordaba Antonia Martínez, de Fontoria, una mujer hoy nonagenaria que trabajó en la mina antes de la Guerra Civil y después. Cobra una pequeña pensión que le reconocieron en los años 80.

Bascular vagones
La línea de baldes y el escogido para derivar el carbón a los lavaderos fue la tarea más frecuente. «Se escogía de mayor a menor: había galleta, granza, grancilla y menudo o polvillo», explican. Sólo una mujer, cuentan que disfrazaba de hombre, llegó a trabajar en un pozo de carbón en León.

«Nos mandaban bascular vagones de carbón y nunca nos dieron unos guantes ni unos pantalones. Botas las que tuvieras, porque la mina gastaba mucho», cuenta Delfina. Por la tarde, en casa, lavaban su ropa de trabajo para por la mañana tenerla limpia.

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En la època de Araceli ya les daban fundas, pero se tenían que duchar en casa. No había duchas para las mujeres. Menos aún en los años 50. «Llegábamos a casa y nos bañábamos en un balde», recuerdan las hermanas Viloria.

La mayoría de los días llegaban de la mina y se tenían que poner a otras faenas. «Aquí la mujer hacía todo: iba a las tierras, íbamos a lavar al arroyo, a buscar agua a la fuente porque no la teníamos en casa. Cuando íbamos a la mina de que veníamos había que hacer otras cosas: íbamos a segar el pan, a cavar las viñas. Salíamos a las 5 y media e íbamos a lo que hiciera falta porque mi padre se murió con 49 años», añaden.

«Me pagaban los puntos de mi padre que estaba retirado. El primer jornal que cobré, el 14 de marzo de 1955, fue 527 pesetas por medio mes. Se trabajaban los sábados. Luego me pagaban los puntos y ya eran 1.200 o 1.300 pesetas», explica Aurora.

A su hermana Rosa le negaron el empleo en Los Panaderos porque la vieron demasiado «enclenque». Pero a los tres meses ya estaba trabajando en La Plata: «Y mira si valía, hasta que me casé con 18 años estuve trabajando».

La mina las hizo fuertes. Josefa recuerda que se fue a vivir a Astorga con su marido. «Estaba haciendo mi casa. Iban los hombres a mirar cómo tiraba de pala. Decían que nunca habían visto a una mujer tirar de pala así», comenta con orgullo. Buena experiencia tenían. De palear carbón y de picar caminos para poder subir a la mina cuando nevaba en invierno. Llevaban el caldo «en una potina» y lo calentaban en el brasero «del chambombo» que preparaban para tener algo de calor cerca. Tiempos idos que no volverán.

El Ayuntamiento de Segovia invita a conocer las publicaciones turísticas, entre ellas sobre Patrimonio Industrial.

En las oficinas de información turística de Segovia se pueden encontrar diferentes publicaciones sobre Patrimonio Industrial, como las siguientes:

- Senda de los Molinos, Patrimonio Industrial del río Eresma, en la que han trabajado un equipo de profesionales compuesto por Isabel Álvarez González, Ayudante de Archivo en el Archivo Municipal de Segovia; Jorge Miguel Soler Valencia, Maestro Industrial y Profesor Técnico de Formación Profesional y María Alcázar Rus Ruiz, Técnico Superior en Información y Comercialización Turística y Guía Oficial de Turismo por la Junta de Castilla y León. Esta publicación da a conocer en mayor medida esta zona de la ciudad.


 - El Acueducto de Segovia, de Trajano al siglo XXI , escrito por el conservador del Museo Provincial de Segovia, Santiago Martínez Caballero. Esta obra pretende acercar al lector al aspecto histórico, artístico, conceptual, técnico y sensitivo del Acueducto.

- Las Sendas del Acueducto, escrita por la arqueóloga Isabel Marqués y la bióloga Charo Domínguez. Es una guía que recorre el monumento más emblemático de Segovia de principio a fin.

- Un paseo por la historia del Real Ingenio, realizada por miembros del Estudio de Arqueología y Patrimonio GROMA. Recorre el pasado y presente del Real Ingenio, así como la incuestionable relación de la ciudad con la producción de monedas.



Fuente de información

Más información sobre las publicaciones
Centro de Recepción de Visitantes

Teléfono 1921 466 721

martes, 29 de octubre de 2013

La recuperación del Molino Alto de Aliaga, Teruel (Aragón)

Desde el día 21 de junio, está abierto el Hotel-Museo de Montaña en el Molino Alto de Aliaga (Teruel).

El hotel cuenta con trece habitaciones ambientadas con elementos que intervienen en el proceso de la molienda, completamente equipadas. También cuenta con una habitación en planta baja para minusválidos y facilidad de accesos para todos los servicios del Hotel, y una habitación especial para familias de 4 miembros.

Los servicios de los que dispone el hotel son: restaurante y cafetería, salón social, zona de descanso, lectura o de juegos, terrazas, zona de juegos infantiles, parque de mayores, barbacoa, parking, anfiteatro para audiciones de grupos.

Web del hotel
En la web podéis encontrar información sobre el hotel, el museo, el antiguo molino y su emblemático entorno.


Han aparecido diferentes noticias sobre la recuperación del Molino Alto en  hotel-museo, a continuación os transcribo varias de ellas.

Aliaga recupera su Molino Alto como hotel-museo
La localidad turolense de Aliaga cuenta con un nuevo hotel y museo dedicado a la actividad de la molinería. El conjunto ocupa las instalaciones del antiguo molino, rehabilitado y adecuado a sus nuevos usos tras una inversión de 2,5 millones de euros procedentes del Plan de la Minería 2006-2012 (1,5 millones de euros) y del Departamento de Industria e Innovación (un millón de euros del Plan complementario al Miner del Ejecutivo autónomo).

El consejero de Industria e Innovación, Arturo Aliaga, ha asistido a la inauguración del Hotel-Museo Molino Alto, acompañado por el presidente de las Cortes de Aragón, José Ángel Biel, y por el alcalde de Aliaga, Sergio Uche, entre otros representantes institucionales.

Imagen de la noticia
El hotel mantiene la esencia del antiguo molino, aunque ha sido reformado en su totalidad, al igual que la acequia que abastece de agua al conjunto. Abierto desde el pasado verano y explotado por un empresario local, tiene trece habitaciones decoradas con elementos propios de la actividad original. Está adaptado para personas con discapacidad.

El museo expone utensilios únicos utilizados por varias generaciones de molineros, con una maqueta mecanizada, un audiovisual y numerosos útiles restaurados que recrean el proceso de elaboración de harinas y piensos. El Hotel-Museo Molino Alto se encuentra dentro del Parque Geológico de Aliaga, que contiene formaciones rocosas únicas y una riqueza geológica excepcional.

Inaugurado el hotel Molino Alto de Aliaga, fruto del consenso político e institucional.
El presidente de las Cortes de Aragón, José Angel Biel, y el consejero de Industria e Innovación del Gobierno autonómico, Arturo Aliaga, inauguraron ayer el hotel de montaña Museo Molino Alto de Aliaga. La rehabilitación de este antiguo molino y su conversión en hotel con restaurante y museo harinero ha sido financiada con fondos del Plan de la Minería y del Departamento de Industria. La inversión realizada ha alcanzado los 2,5 millones de euros. Biel puso la actuación en el Molino Alto de Aliaga como ejemplo a seguir debido al consenso que ha habido entre todas las fuerzas políticas y distintas corporaciones municipales para sacar el proyecto adelante. El Molino Alto en su restauración sufrió un incendio intencionado.

El presidente de las Cortes de Aragón en la inauguración del hotel de montaña Molino Alto de Aliaga hizo un llamamiento a la unidad en la Comunidad Autónoma, debido a la escasa población, para que los proyectos se culminen. “Todos debemos remar en la misma dirección, porque juntos salen las cosas”, afirmó. Biel puso de ejemplo la actuación llevada a cabo con la rehabilitación del Molino Alto de Aliaga, que se ha convertido en un hotel de montaña pese a los avatares que ha tenido que superar y que se ha logrado gracias al consenso de todos en torno a esta obra.

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En esta línea, el consejero de Industria e Innovación, Arturo Aliaga, valoró la insistencia que se ha tenido en el proyecto del Molino Alto hasta que se ha hecho realidad. El origen del proyecto del Molino Alto se remonta a 2001 con la entonces alcaldesa de Aliaga, María Pilar Gil, que pidió que se convirtiera en hospedería. Pero para que se hiciera realidad el hotel museo Molino Alto de Aliaga ha contado con el apoyo de todas las corporaciones y de los vecinos que salieron a manifestarse cuando en junio de 2012 sufrió un incendio intencionado. A María Pilar Gil le sucedió en la alcaldía José López y posteriormente Sergio Uche.

Inaugurado el Hotel-Museo Molino Alto de Aliaga.
La localidad turolense de Aliaga cuenta con un nuevo hotel y museo dedicado a la actividad de la molinería. El conjunto, abierto desde el pasado verano, ocupa las instalaciones delantiguo molino, rehabilitado y adecuado a sus nuevos usos tras una inversión de 2,5 millones de euros procedentes del Plan de la Minería 2006-2012 y del Departamento de Industria e Innovación.  

El consejero de Industria e Innovación, Arturo Aliaga, ha asistido a la inauguración del Hotel-Museo Molino Alto, acompañado por el presidente de las Cortes de Aragón, José Ángel Biel y por el alcalde de Aliaga, Sergio Uche, entre otros representantes institucionales.

El hotel mantiene la esencia del antiguo molino, aunque ha sido reformado en su totalidad, al igual que la acequia que abastece de agua al conjunto. Abierto desde el pasado verano y explotado por un empresario local, tiene 13 habitaciones decoradas con elementos propios de la actividad original. Está adaptado para personas con discapacidad.

Imagen de la noticia
El museo expone utensilios únicos utilizados por varias generaciones de molineros, con una maqueta mecanizada, un audiovisual y numerosos útiles restaurados que recrean el proceso de elaboración de harinas y piensos. El Hotel-Museo Molino Alto se encuentra dentro del Parque Geológico de Aliaga, que contiene formaciones rocosas únicas y una riqueza geológica excepcional.

Pradoluengo (Burgos) apuesta por su patrimonio textil como dinamizador turístico, mediante su señalización.

El Ayuntamiento de Pradoluengo ha llevado a cabo el proyecto de  señalización de los establecimientos fabriles más representativos de su patrimonio industrial textil.

La elaboración de la cartelería, maquetada por la empresa vallisoletana Sercam, ha sido posible gracias a la aportación económica de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y ha contado con la implicación personal de su director general de Patrimonio Cultural, Enrique Sáiz. Se cumple así una demanda de los visitantes que se acercaban a la Villa Textil, quienes no podían acceder con facilidad a una mínima información sobre su valioso y peculiar patrimonio industrial.

En concreto, se han colocado catorce pivotes relacionados con esta riqueza enológica, en los que mediante un texto y varias ilustraciones de la época en la que se construyeron, se señala de manera sucinta la historia de cada uno de los establecimientos, las compañías de socios capitalistas propulsoras de los mismos, la utilización de tecnología proveniente de otros centros fabriles, o la cantidad de hilazas de lana o de paños, bayetas, calcetines y boinas que en ellos se fabricaban.

A pesar de este esfuerzo inicial, aún han quedado sin señalizar muchos talleres y obradores, sobre todo en el núcleo urbano, ya que su número superaba el centenar, teniendo en cuenta que la dedicación textil fue la que sustentó la localidad a lo largo de medio milenio.

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Los paneles se han situado, tanto en el propio pueblo como, principalmente, en el recorrido que media entre los términos de La Pasada y Zubiaga, ya que fue en esta zona donde existió un mayor número de locales dedicados a esta actividad económica, surtiéndose de las aguas del río de Pradoluengo para poner en marcha las ruedas de los batanes, los husos de las hilaturas o las calderas de los tintes. Aunque en muchos de estos antiguos complejos, tan sólo quedan sus cimientos o escasos restos arqueológicos, los paneles disponen de distintas ilustraciones, que ofrecen al turista curioso aspectos del interior de estas antiguas fábricas.

TRES ERMITAS. Por otro lado, también se han señalado las tres ermitas que existen en la actualidad en la localidad, ofreciendo los datos históricos sobre el porqué de sus advocaciones, la relación con las cofradías vecinales o la relevancia que tuvieron en su erección las diferentes capas del tejido socioeconómico local. 

En este sentido, destaca la ermita de San Antonio, ya que alrededor de la misma se configuró un complejo fabril, en el que tenían cabida lavaderos y secaderos de lanas, batanes, hornos y viviendas de fabricantes. 

La señalización llevada a cabo, pretende ser un pequeño primer paso, para la puesta en valor del ingente patrimonio histórico y antropológico que, tanto en arqueología industrial como en construcciones y maquinaria singulares, detenta Pradoluengo a nivel regional, tan sólo superado por Béjar.

La alcaldesa de la localidad, Raquel Contreras, ha señalado al respecto que «somos conscientes de que se debe potenciar este recurso, por lo que supone para conocer nuestras raíces y para la dinamización turística de Pradoluengo, aunque hay que tener en cuenta, que las limitaciones presupuestarias nos impiden avanzar al ritmo que nos gustaría», puntualizó la primera edil de la Villa Textil.

Patrimonio Textil como dinamizador turístico.
n la línea de trabajos que el Ayuntamiento de Pradoluengo está llevando a cabo para dinamizar turísticamente la zona, se ha enmarcado este proyecto de señalización de los principales establecimientos fabriles de su patrimonio industrial textil, siendo conscientes de que aún son muchos puntos los que debieran marcarse.

El proyecto ha sido llevado a cabo gracias a la aportación económica de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y ha contado con la implicación personal de su director general de Patrimonio Cultural, Enrique Sáiz.

La incorporación de estos paneles ayudan a poner en valor los recursos turísticos derivados del patrimonio textil que tiene la villa, ayudando al visitantes a interpretar lo que están visitando.

Son un total de catorce pivotes relacionados con el patrimonio textil de Pradoluengo, en los que se puede leer una breve historia de cada uno de los recursos, una descripción de los mismos y se pueden ver varias ilustraciones de la época en que estaban en uso.

Web Patrimonio Industrial de Pradoluengo



León. Los ecologistas exigen a la Junta que impida el traslado del pozo Ibarra.

Ecologistas en Acción ha exigido públicamente la paralización de los trabajos anunciados por la Hullera Vasco Leonesa para trasladar el histórico castillete minero a unos doscientos metros de distancia con el fin de llevar a cabo los planes de ampliación de la explotación a cielo abierto de la Corta Pastora.

El colectivo conservacionista recuerda, en una nota de prensa colgada ayer en su página web, que este pozo está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Conjunto Etnológico por acuerdo de 15 de septiembre de 2011, de la Junta de Castilla y León. Esta declaración actualmente vigente, otorga al conjunto industrial la máxima protección y tutela que reconoce la legislación de Patrimonio Cultural.

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A efectos de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León tiene la consideración de conjunto etnológico el «paraje o territorio transformado por la acción humana, así como los conjuntos de inmuebles, agrupados o dispersos, e instalaciones vinculadas a formas de vida tradicional», en todo caso, «la declaración de Bien de Interés Cultural afecta tanto al suelo como al subsuelo».

Para Ecologistas en Acción «no tiene amparo legal la pretensión de la Hullera Vasco Leonesa de preservar únicamente el castillete del pozo, separándolo del conjunto declarado para reubicarlo en otro lugar, destruyendo el resto de los inmuebles protegidos por la declaración, así como el suelo y subsuelo donde se asientan.

La empresa comenzó el mes pasado con las labores de catalogación y recuperación de piezas, que precederán a la reubicación del monumento.

Para ello cuenta con la autorización de la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León que aprobó el 29 de octubre del 2012 el proyecto de traslado del monumento, después de que la Comisión territorial de Patrimonio de León informara desfavorablemente sobre la ampliación de la corta al entender que era «incompatible» con el BIC, y por «el impacto crítico» desde el punto de vista ambiental.

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Tras la presentación de un recurso al alza por parte de la empresa Valladolid autorizó finalmente el proyecto como la única manera de hacer compatible el BIC con la actividad económica de la empresa.

Cabe recordar que la empresa minera cedió el castillete al municipio de La Pola de Gordón en el 2009, cuyo alcalde, Francisco Castañón, declaró en su día la intención de facilitar todos los permisos y licencias necesarias para el traslado del monumento, que desde su nueva ubicación, entraría a formar parte de un proyecto turístico que pretende poner en valor el patrimonio minero del grupo Ciñera en torno a un centro de la interpretación de la minería.

El proyecto para el traslado del castillete cuenta por el momento con un presupuesto de 300.000 euros aportado por la empresa a través de un convenio de colaboración.

lunes, 28 de octubre de 2013

Presentación tesis doctoral "Chimeneas industriales de ladrillo en el Levante y Sureste español. Influencia sobre otros territorios. Estudio y análisis de las tipologías constructivas"



Gracia López Patiño ha sido tan amable de facilitarme la presentación de power point que expuso, para que pueda colgarla en el blog y que todos podáis verla. A continuación os pongo la mayoria de las diapositivas, pues debido a la extensión de la presentación, no es posible ponerlas todas.

INTRODUCCIÓN













MARCO LEGAL




CRITERIOS INTRÍNSECOS











CRITERIOS PATRIMONIALES



Valor social.
           - Constructores valencianos e influencias.
           - Constructores murcianos e influencias.



























CONCLUSIONES