Lea Ibarra
restaura la ferrería Bengolea para mostrar su patrimonio industrial
Artículo de Mirari Artime para El Correo
El conjunto de la ferrería de Bengolea, situado en uno de los pueblos más pequeños del territorio, en Gizaburuaga, es una construcción compleja y, probablemente, «uno de los de mayor interés en todo el panorama de Bizkaia», según la Mancomunidad de Lea Ibarra. Por ese motivo, la entidad que engloba a los ayuntamientos de Amoroto, Aulesti, Gizaburuaga, Mendexa y Munitibar proyecta su rehabilitación con el objetivo de «recuperar y dar la importancia que se merece al patrimonio histórico e industrial de la zona, más allá de que resulte atractiva para el turismo».
Una de las primeras medidas adoptadas ha consistido en
licitar la elaboración de un plan director con un presupuesto de 60.500 euros a
cargo de los fondos europeos Next Generatión. «La actuación comenzará con los
desbroces del entorno con los medios de la propia Mancomunidad para visibilizar
el monumento y poder analizar de una manera correcta sus características y
necesidades que muestra»
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Además de documentar el estado en el que se encuentra el edificio, se llevará a cabo un estudio histórico-arqueológicos del complejo ferromolinero, un análisis de las estructuras, así como un informe arquitectónico y medioambiental del entorno natural del monumento.
«Junto a las medidas para restaurarlo, se busca que incluyan sus posibles usos y un plan de mantenimiento, contando las acciones que se tendrán que realizar», han indicado desde el órgano supramunicipal. El plazo de ejecución para elaborar los informes será de cinco meses.
Las medidas diseñas para su restauración tendrán que
estar sujetas a su condición de Bien Cultural de protección especial, con la
categoría de Conjunto Monumental, del Paisaje Industrial del río Lea. «Por otra
parte, también se encuentra incluido dentro del ámbito de Declaración de Zonas de
Presunción Arqueológica de Gizaburuaga», añaden las mismas fuentes.
De dos piedras
Para su ejecución, la entidad comarcal dispone de
otros 210.000 euros del total de un millón concedidos por la UE para alimentar
la recuperación económica tras la pandemia. Por su compra pagaron 165.000 euros
con cargo a los fondos europeos Next Generation.
«Tiene un gran valor para darlo a conocer», indican desde Lea Ibarra. Los orígenes de este complejo se remontan documentalmente al siglo XIV, en que ya se tiene noticias de la existencia de una ferrería, propiedad de los Bengolea y cercana a su casa torre. No fue hasta 1650 cuando se realizó un nuevo proyecto. Se reconstruyó el complejo aguas abajo del lugar original; un molino de dos piedras y a continuación, dos ferrerías, mayor y menor respectivamente, compartiendo todos ellos la misma infraestructura hidráulica.
Las ferrerías, florecientes hasta el siglo XVIII, sufrieron los efectos de la crisis de este sector y acabaron abandonándose. En 1750, Bengolea llegó a producir hasta 1.717 quintales de hierro, –cada quintal son 50 kilos aproximadamente– y ya a fines del XVIII eran apenas la mitad. En el año 1810, la ferrería mayor no se había arrendado y la menor estaba «descalabrada» y totalmente parada. Varios años más tarde, en Gizaburuaga no funcionaba ya ninguna. Los molinos, siguieron en marcha hasta alcanzar el siglo XX.
Fuente de la noticia https://www.elcorreo.com
ABRIL 2024. Lea
Ibarra compra el molino Bengolea para restaurarlo antes de 2025
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Más información sobre el conjunto de la Ferrería y molinos de
Bengolea
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