Cierra la última fábrica de conservas de Redondela
Artículo de Laura Nogueria para Atlantico
Redondela se despide del último bastión que quedaba en
el municipio de la industria conservera. Fuentes de la empresa Rodríguez
Pascual, propietaria de la marca La Coca, confirmaban la decisión de los dueños
de cerrar la empresa por llegar a la edad de jubilación y, por lo tanto, de
cerrar la fábrica de Redondela, ubicada en el puerto de Cesantes, al lado de la
lonja. José (Pepe) y Ángel Rodríguez Cabaleiro, hijos del fundador de la
compañía y propietarios de la empresa desde 1979, ponen fin a la que es la
última fábrica de conservas afincada en Redondela y, por lo tanto, proceden al
despido de las 18 personas trabajadoras de la misma, que estaban en un parón de
actividad desde las pasadas Navidades. De esta forma, finaliza la actividad de
la empresa fundada en esa misma nave en el año 1961 por José Rodríguez Lago y
que a día de hoy estaba presente en 15 países y que trabajaba con 70 tipos de
productos, que abarcan desde atunes y bonitos hasta preparaciones especiales,
como huevas de erizo.
Fin de un legado
Con el cierre de la empresa Rodríguez Pascual se pone
punto final a la marca La Coca. Su origen está en Conservas JOB, fundada por
José Otero Bilbao a principios del siglo XX, que contaba con una fábrica de
escabechado en Vilavella. Su muerte en 1921 llevó a que su hijo, José Otero
González, y su esposa, Manuela González Gómez, continuarán con la entidad bajo
la razón social de Sucesores de José Otero Bilbao y la nueva Dos Puentes,
haciendo referencia los viaductos.
En 1935 Sucesores de José Otero Bilbao adquiere la
parcela “El Merendero”, situada al pie de la playa de Cesantes para construir
una fábrica de conservas. A finales de esa década, Otero también compraría la
antigua fábrica de salazón de A Regasenda, en Cedeira. La fábrica de conservas
en Cesantes mantendría su actividad a lo largo de la década de los años sesenta
y, con la muerte de José Otero en 1968 la dirección de la fábrica pasó a su
sobrino, José Carlos Figueiral. El desinterés de Figueiral por mantener el
negocio le llevaría a vender el inmueble a la firma Rodríguez y Pascual, que
optaría por usar la marca comercial La Coca.
Fuente de la noticia https://www.atlantico.net
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