martes, 11 de marzo de 2025

Cierra Rodríguez Pascual Conservas (origen en 1935), la última fábrica de conservas de Redondela (Pontevedra)

 

Cierra la última fábrica de conservas de Redondela

Artículo de Laura Nogueria para Atlantico

Redondela se despide del último bastión que quedaba en el municipio de la industria conservera. Fuentes de la empresa Rodríguez Pascual, propietaria de la marca La Coca, confirmaban la decisión de los dueños de cerrar la empresa por llegar a la edad de jubilación y, por lo tanto, de cerrar la fábrica de Redondela, ubicada en el puerto de Cesantes, al lado de la lonja. José (Pepe) y Ángel Rodríguez Cabaleiro, hijos del fundador de la compañía y propietarios de la empresa desde 1979, ponen fin a la que es la última fábrica de conservas afincada en Redondela y, por lo tanto, proceden al despido de las 18 personas trabajadoras de la misma, que estaban en un parón de actividad desde las pasadas Navidades. De esta forma, finaliza la actividad de la empresa fundada en esa misma nave en el año 1961 por José Rodríguez Lago y que a día de hoy estaba presente en 15 países y que trabajaba con 70 tipos de productos, que abarcan desde atunes y bonitos hasta preparaciones especiales, como huevas de erizo.

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Fin de un legado

Con el cierre de la empresa Rodríguez Pascual se pone punto final a la marca La Coca. Su origen está en Conservas JOB, fundada por José Otero Bilbao a principios del siglo XX, que contaba con una fábrica de escabechado en Vilavella. Su muerte en 1921 llevó a que su hijo, José Otero González, y su esposa, Manuela González Gómez, continuarán con la entidad bajo la razón social de Sucesores de José Otero Bilbao y la nueva Dos Puentes, haciendo referencia los viaductos.

En 1935 Sucesores de José Otero Bilbao adquiere la parcela “El Merendero”, situada al pie de la playa de Cesantes para construir una fábrica de conservas. A finales de esa década, Otero también compraría la antigua fábrica de salazón de A Regasenda, en Cedeira. La fábrica de conservas en Cesantes mantendría su actividad a lo largo de la década de los años sesenta y, con la muerte de José Otero en 1968 la dirección de la fábrica pasó a su sobrino, José Carlos Figueiral. El desinterés de Figueiral por mantener el negocio le llevaría a vender el inmueble a la firma Rodríguez y Pascual, que optaría por usar la marca comercial La Coca.

Fuente de la noticia https://www.atlantico.net

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