miércoles, 7 de marzo de 2012

Una nueva oportunidad para la antigua Fábrica de conservas del Alemán, el museo de Rande. Vigo

He decidido poner esta noticia aparte por considerarla de interés y como muestra de lo que se puede conseguir cuando muchos vecinos se unen para que una antigua fábrica renazca con un nuevo uso cultural para el entorno, como es un museo. El ejemplo que os pongo es sobre la antigua fábrica de conservas conocida como del Alemán, en Vigo.

Os transcribo varias noticias sobre su recuperación.
“El museo de Rande es el sueño de mi vida”
Las ruinas de la antigua fábrica del alemán están cubiertas de verdín y óxido. Pero será por poco tiempo. El recinto renacerá de sus cenizas gracias al tesón de la Asociación Cultural de Rande que preside Juan José Comesaña.
«Yo nací delante de la fábrica. Mis padres tenían un balcón enfrente y siempre tuve el sueño de recuperar el edificio», cuenta Comesaña.
A pesar de que aún no ha cumplido cincuenta años, Juan José Comesaña fue víctima de las limitaciones del sistema educativo del franquismo, carencias que perviven en muchas aldeas. «Estudié en el colegio público de Rande hasta que cumplí ocho años. En el colegio había chavales desde los cuatro a los 16 años. Nuestra profesora se llamaba doña Aurora y tenía que hacer frente a una clase unitaria en la que eramos casi cincuenta alumnos. Ella atendía a todos», rememora.
Su padre quiso que fuese un colegio mejor y a los 8 años le envío al Marcote de Vigo. Allí terminó la EGB. «Era una colegio bueno y mi padre quería que yo siguiese estudiando allí. Pero yo le convencí para que no siguiese gastando más cuartos y me matriculase en el instituto público».
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Así que en la adolescencia Juanjo Comesaña empezó sus estudios en el instituto de A Xunqueira, en el edificio que hoy día se ha transformado en centro multiusos de Redondela. «Estuve allí tres años y fueron tres años perdidos. Le causé un gran disgusto a mi padre. Andaba siempre en mil movidas». Acababa de morir Franco y la ebullición política invitaba a la participación masiva de los jóvenes. «Se empezaban a legalizar los partidos y había muchas manifestaciones. Yo nunca pertenecí a ningún partido pero siempre apoyé la legalización del PCE o de la Asemblea do Povo Galego. Recogimos firmas para que los reconociesen». Y es que Juan José Comesaña proviene de una familia luchadora de izquierdas. Su padre era sindicalista en el sector naval. «Pero quien más me marcó fue mi abuela. Le llamaban Maruja La Brava, hija de María La Brava».
Como los estudios no le atraían demasiado, Juanjo Comesaña empezó a trabajar como ayudante de tornero en la empresa La Naval a los 17 años. En la factoría hubo huelgas y problemas y Comesaña se marchó y se fue a vivir a Vilatuxe (Lalín) donde estuvo trabajando en una fábrica de muebles. Pero como le pagaban poco lo dejó y se estableció por su cuenta creando un taller de carpintería en Rande. Luego tuvo una tienda de decoración en Chapela y más tarde volvió a montar otra empresa de carpintería.
En el año 1993 Comesaña comenzó a reunirse con otros vecinos de Cedeira y Trasmañó, promotores de la asociación para recuperar la antigua fábrica del alemán, testigo del aprovisionamiento a los nazis antes de la Segunda Guerra Mundial. La asociación cuenta con 172 miembros y ha logrado que las autoridades apoyen la creación del centro. «El museo es la ilusión de toda mi vida».

“Lo más difícil se ha logrado, el museo de Rande está cerca”
El 'aula didáctica e interactiva' incluirá elementos como recreaciones de ambientes, imágenes en vídeo, juegos o maquetas sobre la batalla naval en la Ría de Vigo, y el entorno industrial de cargaderos de mineral -de hierro y wolframio-, así como el propio puente de Rande y el fuerte.
Constela señaló que el papel de la asociación cultural a partir de ahora y hasta la apertura del museo será controlar que toda la obra transcurra como está previsto. 'En dos años esperemos que esté listo. En todo caso, va a ser ir sí o sí la puesta en marcha de esta iniciativa, aunque siempre decimos que es una actividad a medio y largo plazo, donde hay varios aspectos por resolver', indica el arqueólogo. Entre ellos, quedan por resolver los accesos, que son hoy en día casi imposibles para realizar una visita, y los recorridos en el entorno de la fábrica del alemán, incluido el baluarte de Rande (el único testigo de la batalla) y el cargadero del mineral.
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Con todo, considera que el principal asunto a resolver era la cesión de terrenos y que Puerto y Concello de Redondela digan que sí, 'porque había que plasmarlo en documentos legales. Una vez resuelto queda superado el obstáculo más importante. Las bases ya están ya puestas', indica el arqueólogo, que lleva cuatro años con esta idea lanzada antes por la asociación, que se ha ocupado de la planificación del proyecto y de los contenidos y orientación del aula de Rande. El arquitecto Carlos Fálagan es autor del diseño del museo. Aunque la vieja conservera es una ruina, se respetará su perímetro exterior, con su recuperación y mantenimiento para el recinto didáctico, de unos 2.500 metros cuadrados.
Atlántico

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